Niño a los 18 años (JJBek)

Guerra por tu amor

Todos estaban sumamente impresionados, Jean se veía totalmente diferente, con el mismo rostro pero con diferentes expresiones, se veía más seguro de sí mismo, su sonrisa estaba llena de orgullo, a pesar de todo lo que pasó, Jean seguía sonriendo con total sinceridad.

Otabek sentía su corazón alocándose, ver a Jean de esa manera le provocaba calidez en su interior.

Pero había algo que destruía esa calidez, y era verlo tomado de la mano con Isabella, eso sólo podía significar una cosa.

Isabella se veía tan feliz y Jean no dejaba de abrazarla, Otabek apartó la mirada.

—Wow Jean, te ves irreconocible a pesar de verte igual—dijo Leo.

—Oh bueno, incluso vestido con ropa de paciente me veo guapo ¿verdad? —dijo Jean con una sonrisa coqueta.

—Será difícil acostumbrarnos a ti, pero también divertido—dijo Mila entre risas.

—Entonces ¿Isabella y tú son novios? —preguntó Sala sorprendida.

—Así es—dijo Isabella con una gran sonrisa.

Seung, Yuri y Otabek no eran capaz de mirar con una sonrisa a la feliz pareja, estaban sumamente felices de que Jean se recuperara de su enfermedad, pero verlo con Isabella...prácticamente eso estorbaba en su felicidad, les encantaba ver a Jean feliz y conocer esa nueva faceta suya...pero...

Emil siempre supo de los sentimientos de Jean e Isabella, pero aun así hasta la fecha le costaba superarlo.

De pronto el kazajo sintió una mirada puesta en él, al voltear notó que Jean lo miraba con una sonrisa, el corazón de Otabek latía con fuerza.

—Chicos, tengo que hablar con Otabek, ¿nos dejarían solos por favor?

—Oh claro—dijo Mila.

Todos salieron del consultorio, Isabella le dio un tierno beso en los labios a Jean antes de salir, Otabek hubiera preferido no ver eso.

Ambos estaban totalmente solos en la habitación, con sumo cuidado, Jean se levantó de la camilla y se acercó al nervioso kazajo.

¿Acaso le iba a reclamar? ¿Le iba a decir que lo odiaba?

Preparado para cualquier ataque, Otabek cerró fuertemente los ojos, aceptando incluso un golpe.

Pero al contrario de eso, sintió unos brazos rodearle el cuello con fuerza, abrió los ojos sorprendido, Jean lo estaba abrazando.

Unos segundos después, Jean se alejó un poco.

—Gracias—dijo el canadiense.

— ¿Eh?

— ¿Sabes? Antes de despertar tuve un tipo de epifanía, y recordé todo lo que hemos vivido juntos, empezamos mal, pero muchas cosas cambiaron, entre ellas la relación entre nosotros.

—No estás... ¿Molesto conmigo?

—No, no lo estoy, porque sé que estás arrepentido de haberme echo daño, y eso es suficiente para mí, además, te dedicaste a cuidarme, es verdad que me lastimaron, pero nada de eso fue tu culpa.

—Pero te dije cosas horribles.

—Todos cometemos errores, yo aún debo responderle su confesión a Yuri, no me gusta dejar las cosas a medias, le prometí a Isabella siempre estar a su lado y un rey siempre cumple sus promesas, y yo espero que a pesar de todo lo pasado sigamos siendo amigos—dijo el moreno con una sonrisa.

Al parecer, aun estando ya sano Jean seguía sin darse cuenta de los verdaderos sentimientos del kazajo, Otabek suspiró, no sabía si estaba bien lo que estaba a punto de hacer, pero ya no quería ocultar más sus sentimientos.