Capítulo 34

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DANIELA

Tranquilízate, sino no vas a llegar al gran día—sonaba alterada y a punto de llorar.

"Te necesito Dani"

Resiste, mañana estaré allá.

"Ya tengo tu habitación preparada, apúrate Dani"—su voz es un sin fin de tonos.

No puedo acelerar el tiempo Flor—rio—respira y tomate un té de manzanilla para los nervios.

"No me gusta esa mierda"

Ah no joda, jodete pues.

"Eres una maldita"—me colgó.

Terminé de arreglar la maleta y me senté a pensar cómo será cuando vea a mi mamá después de tanto tiempo. ¿habrá cambiado o seguirá siendo la misma?

Los chicos entraron a mi habitación sacándome de mis pensamientos, Carla y Luis se sentaron a mi lado mientras que Oscar se quedó de pie. Me extendieron un sobre.

Dale esto a ella—lo tomé.

¿Están seguro de que no se lo quieren dar personalmente?

Estamos seguro—hablaron al unísono.

Está bien—los miré.

Oscar hace mucho dejó de importarle, pero Luis a medida que fue creciendo se dio cuenta que ella nunca se preocupó por él y Carla no siente nada por ella, ella misma me lo ha dicho.

Se veían tristes y enojados al mismo tiempo. Iba a hablar cuando el timbre interrumpió.

Llegó la ladilla—mencionó Oscar, refiriéndose a Leonel.

Si, Sofía es una ladilla—me fulminó con la mirada—tú me buscas, tú me encuentras.

Fui a abrir la puerta y me eché a reír.

Oscar, ven—lo llamé—las ladillas llegaron.

¿Cómo que ladilla?—preguntaron al mismo tiempo, confundidos.

Nada—nos miramos sonriendo.

Nos quedamos en la sala conversando. Le dije a Oscar que cuidara bien de los niños, nunca había estado tanto tiempo lejos de ellos y esta será la primera vez.

Linda se dará sus vueltas para ver si todo está bien. Aunque ya se saben cuidar solos, solo me aseguro de que estén bien.

///

Seis largas horas en tren, solo porque alguien no quiso venir en avión. Según él es para no gastar dinero, pero para mí es que le tiene miedo a volar.

Por fin llegamos a casa de Flor, cuando me vio corrió a abrazarme y no quería soltarme, si fuera por Flor me esposaría a ella. De paso debo decirle a Leo que las esconda porque con esos nervios es capaz de cualquier cosa.

Mañana tendremos nuestra despedida de soltera—asintió sonriendo.

Esperaba que dijeras eso.

¿El vestido te quedó bien?—asentí. Ella sonrió viendo a Leonel—de verdad que se ve bien con lo que sea ¿verdad?

No se—se encogió de hombros—ni siquiera me dejó verlo.

Es de mala suerte—dijo Flor entre risas, a las que yo me uní.

No estaba enterado que nos íbamos a casar—habló con sarcasmo, pero terminó riendo.

Sobreviviendo al Bajo MundoWhere stories live. Discover now