Capítulo 18

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GUSTAVO

Me despierto en una habitación de un hospital, rápidamente recuerdo que sucedió.

El muy hijo de puta me disparo en el brazo derecho y la pierna. Armó todo un plan para hacer ver que fueron los hombres que vinieron en unos autos.

Encapuchados nos dispararon, lo que el idiota no pensó es que no cubrió el tatuaje en el brazo que lo caracteriza y diferencia.

Ahora estoy en una cama de un hospital sin poder levantarme, me duele y cada dolor me da ganas de hacerle sentir lo mismo que yo, después acabarlo como un puto perro maldito.

Trato de moverme un poco, porque ya me duele el cuerpo de estar en una sola posición y veo a Dani durmiendo con la boca abierta. Trato de no soltar una carcajada y despertarla.

Tomo una hoja que está en la mesa de al lado. Rasgo la hoja y las envuelvo en bolitas mientras rio, esto será divertido.

Comienzo por lanzarle en la cara esperando a que una caiga dentro de su boca. Ella mueve sus manos como queriendo evitarlas y me causa más risa. Dani se levantó viendo muchos papelitos enrollados encima de ella. Se giró y en ese instante le lancé otro papelito mientras me reía al ver su cara.

¿Qué te pasa?—se quitó los papelitos de encima.

Como dormías con la boca abierta quería ver si alguno caía dentro.

Si serás idiota—se levantó—¿Cómo te sientes?—de pronto recordé todo y volví a sentir ira.

Daniela, siento que pronto voy a caer preso o muerto, eso ya lo sabes y no quiero que llores por mí ¿entiendes?—asintió, aunque su rostro no me convencía—no quiero dejarte sin nada en este mundo.

Sé que esto le molesta, pero no la dejaré sin nada, aunque ella no lo quiera.

Ya sé que no lo quieres, pero tengo una caja fuerte en mi casa, si algo me pasa quiero que tomes el dinero y hagas con él lo que tú quieras; botarlo, donarlo, regalarlo o quedártelo... es tu decisión.

No pienses en cosas negativas.

Suspiro estirando mi brazo. Ella se acercó tomándolo.

Mi hora se acerca Dani, por eso te digo todo esto—la miré a los ojos—te quiero Dani y siempre cuidaré de ti y de los chicos.

—Lo sé, eres como el hermano mayor que nunca tuve.

Nos quedamos toda la mañana hablando estupideces, recordando el pasado cuando éramos niños y nada nos preocupaba, solo hacíamos lo que nosotros queríamos y simplemente éramos niños.

Hasta que la llamaron porque mi tía hizo algo grave y después la llamó la policía.

En el momento que se fue me quedé pensando en todo ¿Cómo pasó todo? y ¿Qué va a pasar después?

No me puedo quedar aquí de brazos cruzados, pero debo pensar muy bien que voy a hacer.

A las horas Dani volvió con una cara de perro.

¡Eh! Prima ¿y esa cara?

Gustavo...

Se acercó a mí, como tratado de ver como hablarme.

Bueno ahora ¿Qué te traes?

¿Quién te disparo? —rayos, otra vez.

Mira Daniela...lo que te voy a decir no puede salir de aquí ¿entiendes? —asintió—fue Jonathan, el muy imbécil lo descubrí hablando de sus planes de hacerme una cama—mis ojos en este momento pueden que estén echando chispas—solo espero el momento para salir de aquí, atraparlo a él y al idiota que lo esté ayudando y volarle la cabeza.

Sobreviviendo al Bajo MundoWhere stories live. Discover now