Capítulo 23

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Capítulo 23

Número desconocido: Buenas noches, Wally. Sueña bonito.

—Ulises —susurró. Se acomodó en la cama, guardó el número de contacto y  escribió un mensaje de buenas noches. Al momento de enviarlo, esbozó una sonrisa involuntaria que le hizo cosquillas en las mejillas. Se le ocurrió algo:

Wally: ¿Por qué no salimos mañana después de clases? Estoy un poco intrigado...

Ulises: ¿De verdad te apetece que salgamos?¿No te incomoda?
Si todavía no estás listo, no tienes que hacerlo. Sabes que yo te voy a esperar hasta que lo estés.

Wally: No, no estoy listo. Y sé que tardaré mucho en estarlo porque así soy yo. Así que estoy teniendo el atrevimiento de hacerlo antes de que llegue a mi límite.

«Y esto no significa que no tenga miedo» pensó.

Ulises: Por favor, no te obligues a hacerlo.

Se enojó por un segundo. ¿Y por qué intentaba con tanto esmero echarlo para atrás? ¿Acaso él ya se había arrepentido?

Ulises: Y te lo digo porque tienes muchas cosas que digerir.
Como te tomaste tan mal verme de nuevo... Quizá también te tomes esto mal.

Wally: No me lo tomé mal.
Sólo estaba nervioso ¿bien? Ahora, si no quieres, no hacemos nada hasta que yo esté listo. O tú lo estés, mejor dicho.

Ulises: ¿Pero por qué te enojas?

Entrecerró los párpados y volteó los ojos.

Wally: No me enojé. Sólo te estoy diciendo.

Ulises: Claro, cariño. Como si no fuera evidente cuando te enojas.
Y sí, estoy coqueteando contigo.

A Wally le ardieron las mejillas, pero sacudió la cabeza y se dispuso a tener la última palabra:

Wally: Okay, voy a estar a las una en punto en la cafetería de Tatiana. Si te pierdes, usa Google. Buenas noches.

Lo gracioso era que, aunque Wally tuviera la intención de tener la última palabra, esperaba impacientemente a que Ulises le contestara algo.

Ulises: Llegaré con un ramo de tus flores favoritas.

Soltó un gruñido. Estaba irritado.

Wally: No sabes cuáles son mis flores favoritas.

Ulises: ¿Ah, no? Déjame sorprenderte.
Nos vemos mañana, pequeñajo.

«Agh, te odio. Te odio tanto. No te conozco, maldición. Pero igual te odio.»

Dejó el teléfono bajo la almohada y se durmió.

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El atrapa sueños (GAY)Where stories live. Discover now