Capítulo 21

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Capítulo 21

─¿Acostumbrado? ─Se acomodó en la cama y se concentró.

─No es como si me gustara ─aseguró el pelirrojo. Guardó silencio unos segundos ─. Pero ya me acostumbré a estas cosas.

─¿Cómo puedes estar tan tranquilo sabiendo que hay un matón tras tu puerta?

─De la misma forma que un niño es obligado a estar tranquilo cuando se pierde en el centro comercial ─respondió ─. En algún momento, alguien lo encontrará, pero se le enseñó a mantener la calma hasta que eso ocurriera.

─¿Y qué clase de persona podría decirte que mantengas la calma en una situación así?

─Yo mismo.

En cualquier momento, Rick golpearía tan fuerte la puerta que su escritorio cedería y aquel hombre tendría la entrada libre hacia su saco de boxeo

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En cualquier momento, Rick golpearía tan fuerte la puerta que su escritorio cedería y aquel hombre tendría la entrada libre hacia su saco de boxeo. Por suerte, había dejado de golpear la puerta durante un rato, lo cual hacía que Wally no se distrajera pensando en los sonidos que oía de fondo.

A veces se le olvidaba que el mundo no veía con sus ojos las cosas a las que se había acostumbrado.

─No entiendo por qué no pides ayuda...

─¡Abre la puerta, perra! ─gritó Rick. Se le aceleraron las pulsaciones y sintió cómo se le helaba la sangre.

─Porque me da miedo... ─susurró, cubriendo el micrófono del teléfono ─. No sé ─dijo, tras descubrirlo ─. Quizá soy masoquista ─bromeó.

─No digas estupideces ─murmuró el otro, con la voz temblorosa. Connor se permitió sonreír al imaginarse a Wally en el otro lado de la línea, en su casa, dándole una buena cantidad de su atención, preocupado por lo que ocurría en su casa monstruo.

─¿Qué pasó? ¿Querías decirme algo? ─Intentó cambiar el tema.

─¿Por qué no me dejas ayudarte con lo que te está pasando? ¿Cuál es el objetivo de cambiarme el tema?

─No tengo por qué hacerte parte de esto ─declaró. Tragó saliva para deshacerse del nudo que tenía en la garganta ─. Eres importante para mí; no podría dejarte siquiera asomar las narices a esto.

─Es para ayudarte.

─No necesito ayuda. Sé manejar muy bien esto. ─Sonrió, quizá para conseguir engañarse a sí mismo.

─¡Qué terco eres! No soy idiota, Connor. Tu papá es...

─Rick. ─Lo corrigió ─. Por favor, no me recuerdes quién es.

─¿Y así me dices que no necesitas ayuda?

Un muy fuerte golpe los sobresaltó a ambos, a uno más que al otro.

─Abres la puerta ahora o no respondo, imbécil. ─El tono y dicción de Rick hacían que Connor esperara lo peor de lo peor. El tipo era un infierno de por sí, pero era mucho peor que eso estando pasado de copas.

El atrapa sueños (GAY)Where stories live. Discover now