Capítulo 12

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Capítulo 12

Aquí está, la mujer que me dio la vida y a la única que siento necesitar antes que a Helena. Aquí está, frente a mí, con su cabello lacio en una cola alta igual a la de Helena, con la sonrisa cálida y familiar que tanto extraño ver.

─¿Cómo estás, corazón?

Mi mamá siempre me llamaba "corazón".

─Mamá ─digo, acercándome más a ella.

Mamá me sonríe y me abraza. Me acaricia el cabello y se siente igual que cuando era pequeño. Me besa la cabeza igual que cuando me deseaba las buenas noches. Me aprieta contra ella igual que cuando estaba viva.

─Mi pequeño Walter ─susurró. Cierro los ojos y me tranquilizo, regulando mi respiración y olvidando que estoy en un sueño. Aún puedo sentir el aroma a mamá que siempre tenía. Tan indescriptible, pero tan fácil de reconocer.

Deja de abrazarme y vuelvo a mirarla a los ojos. Se ve preciosa; ella siempre se ha visto preciosa.

Oigo pasos detrás de mí. No quiero voltearme a ver, pero no lo controlo; el chico ese está detrás de nosotros.

─Tu madre es muy simpática ─comenta él. Se me acelera el corazón y no sé por qué.

─¿Cómo se conocen? ─murmuro, tratando de mantenerlos a ambos en la mira. Parece que soy el único nervioso; ellos dos no dejan de sonreír.

─Es un encanto de muchacho.

─Mamá...

Los ojos se le abrieron de golpe y el corazón le latió con más fuerza cuando notó que estaba a oscuras, que no había dejado ninguna luz encendida. De pronto se sintió envuelto en tanta tensión que prefirió no sacar su brazo de la cama para presionar el pequeño interruptor.

─Helena... ─susurró, sin moverse ni un centímetro. Sus nervios no se lo permitían ─. Helena ─repitió, con un tono ligeramente más elevado, pero que, por supuesto, no traspasaría la pared ─. Helena ¡Helena!

Sintió que una silla se movía y pasos que se acercaban hasta él. La puerta se abrió y la luz del pasillo alumbró su habitación.

─¿Qué pasó? ¿Estás bien?

Wally consiguió moverse un poco sólo para negar con la cabeza. Helena entró al cuarto y se sentó en la cama de su hermano, preocupada.

─¿Qué sucede?

No respondió inmediatamente, sólo se quedó mirando a su hermana, recordando el rostro de su madre y el del chico. No entendía por qué estaba tan nervioso. Muy nervioso.

─Mamá ─dijo, mirando fijamente a su hermana. Helena pareció tranquilizarse un poco.

─¿Soñaste con mamá, ¿eh?

Wally volvió a quedarse en silencio, pero no estaba mirando a su hermana. Se limitó a asentir.

─Hace mucho tiempo que yo no sueño con ella ─comentó, mirando el techo. Volvió a mirar a su hermano, que ya no estaba en la misma posición de cuando ella había llegado ─. Tal vez vino a visitarte. No te preocupes.

─¿Qué hora es?

─ Las nueve ─contestó Helena ─. Descuida, Wally. Mañana es sábado. Puedes dormir tranquilo. Recuerda que sólo fue un sueño.

─Y estaba el chico ─susurró, ido. Helena frunció el ceño. Wally se incorporó y quedó sentado, mirándola a los ojos.

─Pero...

El atrapa sueños (GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora