Capítulo 3

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Capítulo 3

No sé dónde estoy, pero no estoy solo. Puedo verme a mí mismo en el sueño, difuminado. No siento muchas cosas. Apenas siento mi cuerpo. Ni siquiera los colores se ven nítidos; son como una mancha inexacta e inconexa.

Alguien se acerca a mí. Es el chico. Se ve exactamente igual que todas las otras veces.

─Te amo, nunca lo olvides ─dijo. Sentí que todas mis articulaciones pesaban. Los ojos se me cerraban involuntariamente, causándome desesperación.

Me sentía cansado.

─¿Quién...quién...? ─Quise decir, pero sentía que en cualquier momento me caería.

─Siempre te he amado ─susurró, sonriendo. Su rostro se estaba deformando; estaba pasando a formar parte de los colores no objetivos.

─Dime quién...

─Wally.

Despertó, abriendo los ojos como platos. La luz seguía encendida. No había ningún sonido en la habitación.

«¿Qué? »

Se sentó con atolondrada fuerza en su cama, aún abrumado por el sueño que había tenido. Le costó mucho acostumbrarse a estar otra vez en la realidad. Los sueños conseguían desestabilizarlo bastante.

Su hermana, que por casualidad se había levantado a buscar un vaso de agua, se asomó para ver a su hermano. Al notar que estaba despierto, entró a su cuarto. Vio que había una almohada tirada en el suelo.

─¿Wally?

─Helena ─dijo él, secándose el sudor de la frente ─. ¿Qué haces despierta?

─Tenía sed ─explicó ─. ¿Qué haces tú despierto?

─Fue un sueño. ─Frunció el ceño ─. Y de lo más raro...

Le explicó lo que había sucedido hacia pocos minutos. Su hermana mantuvo el ceño fruncido. No le cabía en la cabeza que Wally soñara con un chico que "nunca había visto".

─No se sentía real ─añadió, acomodándose en la cama ─. Pero no puedo dejar de pensar en él.

─Él sólo es producto de tu imaginación ─declaró, no muy convencida ─. Fíjate en quiénes están cerca de ti. Tal vez ya lo has visto en alguna parte, pero no te acuerdas.

―¿Eso es posible? ─La miró fijamente, tragándose el nudo que tenía en la garganta. Se ponía nervioso hablando de eso ─. ¿O normal?

Helena le veía todo lo posible desde el punto de vista médico.

─Sí. Lo de que sea normal es discutible, pero creo que... ─Se encogió de hombros ─. Sólo no te angusties, ¿sí?

Wally no quiso decir nada al respecto, sólo asintió levemente. Su hermana apretó los labios, así que le acarició el cabello castaño tan bonito que había heredado de su madre. Se recostó en la cama y cerró los ojos, sintiendo que volvía a tener diez años.

─Cuando yo era pequeña ─Comenzó a contar– y tenía pesadillas, mamá iba a mi habitación. Me llevaba un vaso de leche, un somnífero infantil y el cuento de Blanca Nieves y los Siete Enanos. Yo me quedaba dormida cuando Blanca Nieves se quedaba dormida. ─Soltó una pequeña risa. Miró a su hermano y suspiró ─. Wally, yo siempre voy a estar para ti. Lo sabes.

Su hermano asintió, aunque no entendió a qué iba eso, pues estaba medio dormido. Sin embargo, sabía que su hermana siempre estaría para él. Era la persona más buena que nunca había conocido, después de su madre.

El atrapa sueños (GAY)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz