Capítulo 37- Ansiedad.

528 66 0
                                    

Estoy muy emocionada ❤☝

Cuando la reunión acabó, la familia Jeon se levantó de sus asientos para estrechar las manos con el abogado y despedirse, dando las gracias por lo que el hombre había hecho.
La próxima reunión sería dentro de tres días, por lo que el pequeño aún tenía un poco de tiempo para relajarse.

Por otro lado, Kim TaeHyung no había parado de pensar en su novio desde que había abandonado el departamento. No sabía que impacto tendría en JungKook tener que lidiar con todos los procedimientos legales que un caso así requería.
Estaba seguro de que el niño era fuerte, eso no lo dudaba ni por un segundo, aún así, temía que la presión y el estrés terminaran por hundir al niño en la depresión. No quería eso, sabía que ya una vez el pelinegro había tratado de quitarse la vida, y no quería llegar a ese extremo de nuevo, no podría soportarlo.

Las muñecas y brazos del niño estaban cubiertas de cicatrices, unas que demostraban cuánto había sufrido el pequeño.
Aquellos cortes habían surgido en las noches en las que Jeon no podía aguantar más, en aquellas en las que se sentía tan desesperado y cansado que creía que la muerte era la mejor opción para poder descansar al fin.

El primer y único intento de suicidio de Jeon JungKook, había sido cuando el chico tenía 14 años.
Era un día normal en su vida diaria, regresar de la escuela, aguantar los gritos de su padrastro, limpiar la casa, hacerse de comer, hacer sus deberes y esperar con miedo a que aquel hombre volviera de trabajar, después debía aguantar una serie de golpes, dependiendo de qué tan mal le había ido a DaeSun en su jornada laboral.
Su vida entera giraba en torno a aquel ser que tanto despreciaba, y era algo que él odiaba con todas sus fuerzas, porque sentía que su vida ya no le pertenecía, sentía que ya no era dueño de sus acciones, todo lo hacía para complacer a su padrastro con la esperanza de que el hombre se apiadara de él.

JungKook llevaba ya un año soportando los constantes maltratos físicos y psicológicos de DaeSun, había creído poder aguantar hasta que alguien se diese cuenta de su sufrimiento, o hasta que tuviese el suficiente valor para decírselo a alguien. Rogaba cada noche porque alguien se diera cuenta de lo que estaba pasando dentro de esas 4 paredes, pero ya había perdido todas las esperanzas.
No tenía a nadie, estaba completamente solo, sus ojos ya no tenían brillo, su cuerpo se movía mecánicamente, respiraba porque debía hacerlo y su corazón latía porque era su naturaleza, pero ya no tenía motivos para continuar vivo.

Por eso, ese día después de la escuela, había comenzado a escribir su última carta en la banca de un parque.
En ella, le pedía perdón a su familia, en especial a su madre, les hacía saber que nada de lo que había pasado era su culpa.
También le rogaba a su mamá que se separara de aquel ser repugnante, le deseaba la mejor vida a su hermano y a su familia, así como también se disculpaba porque no sería capaz de ver a su sobrino crecer como le hubiese gustado.

Cuando regresó a casa, siguió con su rutina diaria, a sabiendas de que sería la última vez que la repetiría, y no podía estar más feliz acerca de ello.
A las 10:00 p.m, después de haber sido golpeado por su padrastro, JungKook había entrado a su habitación con un bote de pastillas que había robado del cuarto de baño de su madre.

Había puesto música tranquila, cerró la puerta con seguro y se sentó en su cama mientras consumía las pastillas sin dudarlo con la luz de la luna reflejada en sus ojos sin vida. No sintió arrepentimiento ni un solo segundo.
Para su suerte, su madre que regresaba antes de lo esperado, se había preocupado al ver que el chico no contestaba sus llamadas, por lo que se había contactado con su hermano mayor.
YoungSoo había ido rápidamente a la casa del menor en coche, había derribado la débil puerta de madera, salvando así por unos pocos minutos la vida del niño.

DaeSun había dicho que no sabía porqué el menor había tratado de suicidarse sin ninguna duda en su rostro frente al pelinegro, haciendo que la sangre hirviera en sus venas, ¿Cómo era capaz de mentir de esa manera tan descarada?

JungKook había pasado varias semanas en observamiento, siendo visitado por su familia a diario en el hospital.
Cuando le preguntaron acerca de los múltiples moretones que cubrían su cuerpo, él había mentido diciendo que se había metido en una pelea con otro muchacho porque éste se encontraba insultándolo, y todos le habían creído.
El realmente deseaba que no le creyeran, que investigaran más acerca de lo que estaba pasando, pero eso no ocurrió.
Una vez estuvo mejor, fue enviado devuelta a casa con instrucciones de visitar un psicólogo. DaeSun era el encargado de llevarlo a las consultas, pero nunca lo hizo, el hombre le mintió al hermano mayor de la familia Jeon diciendo que JungKook mejoraba con cada sesión, y YoungSoo, al ver que el menor no decía nada al respecto, le había creído.

El abuso había continuado durante los próximos meses, sin que el chico pudiese hacer más que soportar.
Había tenido ganas de acabar con su vida múltiples veces después de la hospitalización, pero se había detenido ante la imagen de los rostros de su hermano y madre cubiertos de lágrimas.
Les había dicho que había tratado de suicidarse porque no se sentía cómodo consigo mismo, y ellos le habían creído.

TaeHyung aún no sabía aquella historia, el menor aún no estaba listo para contarla, era una herida que necesitaba más tiempo para cicatrizar.

...

Cuando JungKook volvió al departamento, se encontró con sus amigos esperándolo en el pasillo frente a su puerta, todos con grandes sonrisas mientras reían entre ellos.

––Vinimos a cuidar de ti JungKookie, esperamos que no te moleste. –– dijo HoSeok al verlo parado frente a ellos.

––No... Por favor, cuiden bien de mí por hoy. –– respondió el menor de todos conmovido por la conducta de sus amigos.

Realmente agradecía tener amigos tan valiosos como los que tenía, hacia que su interior se llenase de felicidad y emoción.
Los seis muchachos entraron al departamento para ver películas y cenar pizza que SeokJin llevaba consigo.

Esperaron a TaeHyung mientras veían una serie, e incluso después de que el castaño llegara, continuaron juntos, riendo y bromeando acerca de múltiples cosas.

Jeon JungKook agradecía infinitamente ser parte de aquella familia, ruidosa y desordenada, pero a final de cuentas, una familia.

In the rain. (Vkook/Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora