Capítulo 31- Cielo de nuevo.

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TaeHyung llegó a su departamento sin ánimos.
Odiaba ese departamento, al menos lo había hecho durante esos días de infierno.

Odiaba llegar solo y no acompañado por JungKook.
Odiaba no escuchar la risa del pequeño.
Odiaba no poder tenerlo entre sus brazos.
Odiaba no poder protegerlo.

El odio y rencor lo carcomían por dentro.

Acababa de llegar de trabajar cuando su celular sonó.
Lo miró sonar por unos segundos sin interés, para después reaccionar y tomarlo entre sus manos para contestar.

––¿Hola? –– dijo con aquel tono monótono que su voz había ganado.

––Tae... –– su corazón se paró en ese momento.

Escuchar la voz débil de su niño lo llenó de emociones.
De felicidad, euforia, enojo, tristeza y desesperación.

––¿JungKook? –– preguntó con los ojos llenos de lágrimas.

––Ha pasado mucho tiempo, cariño. –– el castaño no pudo evitar sonreír a través de las lágrimas.

––¿Dónde estás pequeño? Te prometo que iré allí ahora mismo. –– después de preguntar aquello, se dio cuenta de que el teléfono por el que el pelinegro le estaba marcando, probablemente era el de BamBam y la rabia le llenó las venas.

––Estoy con BamBam. –– por un momento, Kim sintió que sus venas explotarían. ––Pero tranquilo, él no fue el que me trajo aquí, fue nuestro padrastro. –– Tae fruncio el seño.

––¿Nuestro? –– cuestionó confundido.

––Es una larga historia Tae, pero podrías venir mañana, ¿Por favor? Ya no quiero estar aquí. –– escuchar sollozar a Jeon y no poder hacer nada para consolarlo le rompió el corazón.

––Iré ahora mismo. –– afirmó.

––No, es muy peligroso, tenemos que planear bien cómo lo sacaremos de aquí. –– escuchó hablar a BamBam, supuso que lo tendrían puesto en alta voz.

––No puedo quedarme de brazos cruzados. –– la adrenalina se le subió a la cabeza, tenía unas ganas incontrolables por salir corriendo a buscar a su niño.

––Piensa con la cabeza fría por un momento, TaeHyung, sabes bien que no es buena idea.
Yo lo cuidaré ésta noche, te lo prometo, no dejaré que nadie lo toque y mañana podemos planear algo para sacarlo por la noche, ¿Okay? –– Algo en esas palabras molestó a Kim.

Sabía que era una ridiculez ponerse celoso en esos momentos, una estupidez, pero no podía evitarlo.

––Okay... ¿Podrías pasarme a JungKook, por favor? –– pidió después de respirar profundamente.

––Por supuesto. –– hubo silencio por unos segundos.

––Te extraño tanto. –– escuchó de nuevo la voz temblorosa del menor.

––Y yo a ti, bebé, tanto que duele. –– susurró al borde de las lágrimas de nuevo.

––Ya quiero estar contigo. –– sollozó el pelinegro.

––Te sacaré de allí, lo prometo, sólo espera un poco más... –– se escucharon ruidos en el fondo de la llamada y el mayor sintió miedo.

––Debo irme, te amo TaeHyung. –– dijo apresurado y en voz baja el pequeño.

––Yo también te amo, JungKook. –– la llamada se colgó.

Habían pronunciado esas dos palabras sin pensarlo, pero sin duda eran las palabras más sinceras que jamás habían dicho.
Haber estado separados por todo ese tiempo los había ayudado a darse cuenta de que en verdad se amaban.

In the rain. (Vkook/Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora