Shots Damie | Jamie y Dakota

NY 2017

Noviembre 1.

Era el primer día del mes cuando salí ayer de Irlanda y de nuevo es el primer día del mes cuando aterrizo en Nueva York, las luces del avión que encienden de golpe me provocan dolor de cabeza, pero no dura mucho, apenas abren las puertas cuando soy escoltado por dos personas por la pista de aviones hasta una camioneta de vidrios tintados que va a llevarme de ahí sin ser visto.

Secretos, como siempre.

-¿Quiere que hagamos alguna parada? -me pregunta uno de mis acompañantes.

El jet lag que vive de la mano conmigo no sabe si elegir ir directo a dormir o prefiere comida, tomo la segunda opción y vamos a uno de mis sitios favoritos en la ciudad para comer hamburguesas, el IN -N - OUT, no puedo bajar del auto para hacer mi pedido así que me limito a esperar en el auto, me entregan una bolsa con comida y ahora vamos al hotel, la ciudad brilla y no duerme, me llevan por el estacionamiento subterraneo al elevador de servicio hasta mi piso, me entregan la llave de mi puerta y los despido ahí, la habitación está silenciosa y fría, enciendo la televisión y la calefacción, no hace tanto frío como en Irlanda, dejo mi mochila en un sofá y voy al mini bar, saco una lata de cerveza y una barra de chocolate y me tiendo en la cama, en la bolsa de comida solo hay un combo normal, nada de cuatro rebanadas de carne y queso.

-Es mejor que nada -me digo antes de darle el primer mordisco.

Veo noticias sobre el atentado que pasó apenas ayer mientras tomo mi cena, si se puede considerar así por ser las dos de la mañana aquí.

Media hora después estoy considerando tomar un baño y acostarme pero el teléfono suena, estiro el brazo para tomarlo y apenas lo hago alguien carraspea del otro lado de la linea.

-Un capítulo más y estoy ahí.

-Ni hablar, si no llegas en cinco minutos estaré roncando.

-Está bien, entonces solo termino este y voy contigo.

Y es así, cinco minutos exactos después tocan la puerta y doy un salto de la cama para apresurarme a abrir, ahí está ella preciosa como siempre con un enorme abrigo marrón, un botellín de cerveza a la mitad y una bola de pelos en otra mano.

-A tí te recuerdo -le digo a minino pequeño y de cara aplastada que lleva en las manos.

-¿Y a mí?

-Me pareces familiar.

Su risa me devuelve al mundo que amo, cierra la puerta detrás de mí, deja el gato en el suelo y me echa los brazos al cuello mientras la sujeto por la cintura para besarla, retrocedemos despacio hasta la cama y le quito el abrigo que cae pesado en la alfombra, lleva un pijama corto con dibujos de murciélagos en el.

-Sabes a hamburguesa -murmura contra mi boca.

-Lo siento, mi cena.

Nos acurrucamos en la cama y echo el cobertor encima, el gato se ha hecho una bola dentro de uno de mis zapatos y duerme plácidamente, Dakota se adueña del control remoto y entra a Netflix a través del televisor, la miro arqueando una ceja y frunce sus labios de esa forma tan sensual.

-Estoy a un capítulo de acabar la serie, por favor.

-Vas a hacerme spoiler de toda la temporada ¿lo sabías?

-Sí y también sé que no te importa.

Era verdad, ella podía hacer lo que quisiera estando con su cabeza descansando sobre mi pecho y sus manos jugando con mi cuerpo; cuando pone el capítulo se olvida un poco de mí, cierro mis ojos y me concentro en los sonidos que vienen de la pantalla para no dormirme, pero es inútil.