Capítulo 20

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*Lisa*

No sabía si morirme de risa o de vergüenza cuando me vi la maldita cara en el espejo. Tenía la nariz toda negra e hinchada, y todo el contorno de mis ojos estaba azul. Ni verde ni morado, azul.

Bart amenazó con presentar cargos por golpearme de esa forma, así que eso ayudó a que me bajaran por la droga.

Me acompañó a casa y me preparó algo de comer. Me había dislocado los dedos de la mano izquierda, así que tampoco podía hacer mucho.
Estaba picando verduras sobre la mesa, se veía chistoso de traje y delantal de cocina. Me senté en frente de él, apoyada en mi brazo bueno.

-¿Y qué te dijo James?-me habló. Antes de llegar a casa, habíamos pasado a un centro de llamadas internacionales.
-Que todo va bien, le agradecí por haber llamado a Dave. De suerte estaba en Los Angeles.
-Creí que estaban en Europa, los oí para el recital de Iron Maiden.
-No lo sé, no suelo escuchar a su banda.

Mi miró y sonrió mientras negaba con la cabeza.

-¿Todavía lo quieres?

Hice una mueca con mis labios, y asentí.

-¿Cómo está mamá?
-Igual que siempre.
-Lamento haberme ido así, ya sabes, antes que Joey naciera.
-Papá hizo un escándalo de proporciones, pero no pasó nada. Le dije a mamá que viniera conmigo y Sandra, pero no quiso.

No entendía esa actitud de ella, tenía todo para irse, pero no lo hacía.

De pronto tocan la puerta, Bart se pone de pie y se acerca para abrir.

-¡Maaa!

Joey entró gritando y corriendo como loco, pero justo antes de llegar a mi, se detuvo con miedo, y se puso a llorar.

-Joey, cariño, ¿qué pasa?

Me acerqué para abrazarlo, pero dio un grito y se abrazó a unas piernas que se encontraban detrás de Bart.

Dave me miraba con el seño fruncido. Cuando Joey fue hacia él, se agachó, lo tomó en sus brazos y lo alzó.

-Oye amigo, tranquilo. ¿Qué pasa?

Estaba enterrado en su cuello, y no quería mirarme, ni que me acercara.

-Es por tu nariz, tonta, lo llevare a dar una vuelta.

Bart se quitó el delantal de cocina y se acercó a Dave y Joey.

-Oye, ¿quieres ir por un helado? Hace un poco de calor aquí. -dijo rascando suavemente la espalda del chico.

Joey se volteó y miró a su tío con esa sonrisa picarona suya que pone cuando algo le parece buena idea.
Dave lo dejó y corrió a la puerta.

-¡Te espero afuera!

Bart me miró y me guiñó el ojo, luego salió detrás de Joey y cerró la puerta.

Mierda. ¿En qué momento nos quedamos solos?

Me senté en la silla en la que estaba antes, y me recogí el cabello hacia atrás, la cara me dolía de forma salvaje. El efecto de los calmantes se me estaba pasando, y el dolor venía en oleadas insoportables.

-¿Por qué tienes así la cara?

Dave tomó una silla y se sentó frente a mi, cerca, muy cerca. De hecho, sus piernas largas estaban abiertas al costado de las mías. Pero no tenia cabeza para ponerme nerviosa, me quería arrancar la maldita nariz.  Estiró su brazo y me acarició la espalda.

-¿Estás bien?

Negué con la cabeza.

*Dave*

En una olla metí hielo y un poco de agua de la llave, lo puse en la mesa cerca de nosotros. Sumergí parte de una toalla pequeña en el agua fría y con ella traté de bajar la hinchazón de la nariz de Lisa.

Ashes In Your Mouth Where stories live. Discover now