Capítulo 9

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*Dave*

Todo lo que Diana me hizo me dolió mucho, pero nada me dejó más tocado que eso que Lisa me dijo antes de irse. Definitivamente tengo que averiguar qué fue lo que le dije, no puedo imaginar qué pude haber dicho que la hirió tanto como para volver al lugar del que había salido corriendo.

Tampoco quería volver al hotel, no después de lo que vi en la maldita fiesta. Mi orgullo estaba acribillado por la traición, no podía soportar otra puñalada por la espalda.

Pero finalmente volví, armé un escándalo tan grande que llegó la policía, corrí a Chris de la banda y a Diana le dije que se fuera con él a la mierda.

-Dave, lamento esto, pero no podemos quedarnos en media formación, necesitamos dinero.
-Me importa una mierda.
-Dave, -me siguió por todo el departamento, no podría librarme de él- me tienes que oir, no seas imbécil, no podemos dejar botada la banda.
-Me vale la banda.
-Ah, ¿o sea que todo lo que hemos hecho te vale mierda? ¿vas a dejar que los hijos de perra que te botaron sigan ganando los primeros lugares de todo?

No le contesté nada. Me quedé echado y solo le di una mirada.

-Bien, pues te vas a la mierda.

*David*

Odiaba que el estúpido de Dave se pusiera así de idiota, parecía que su talento más grande fuese ponerse en modo berrinche infantil y dejar cagadas por donde fuera.

A pesar de todo, siento que le ha hecho bien venir aquí, presiento que el cambio de aires y el reencuentro con su antigua novia podría hacer que deje de comportarse como un estupido. su manera de actuar se modifica cuando se siente frustrado o emputecido, pero lo que más cambia su carácter, es una chica.
Cuando comenzó su noviazgo con Diana, todo era un poco menos violento, se veía menos obsesionado con la competencia que él mismo se había inventado con Metallica, e incluso su vida cotidiana varió un poco del espectro de 'drogas a las 24 horas'. Pero ahora que habían terminado...solo espero que esa Lisa logre sacarlo del agujero de mierda en que se encuentra.

Después de nuestra discusión por el futuro de la banda, me fui a despejar a ver si podía olvidarme un rato de esa cagada, odiaba tener que bancarme el carácter idiota de Dave.

Pasé casi toda la noche fuera, sin preocuparme por lo que él pudiese estar haciendo. Al llegar al hotel tipo 9 de la mañana, un tipo de la recepción me detiene y me dice que tengo un recado urgente.
Yo no tenía nada donde recibir llamadas, así que pensé que si alguien se había dado el trabajo de buscarme para darme contacto tan tarde, debía ser algo importante.

En principio lo único que se me ocurrió fue que mis padres habían sufrido algún tipo de problema, pero no era eso.
Era un mensaje de Diana, en el recado escrito que dejó en la recepción decía que Dave se puso a conducir con drogas, y había tenido un accidente.

*James*

-No sé si decirle a Lisa.
-Yo creo que deberías decírselo, si quieres lo digo yo.
-No jodas Lars, yo se lo diré...si es que lo digo.
-No entiendo por qué no quieres que sepa que Dave está en el hospital.

Estábamos Lars y yo ordenando nuestra sala de instrumentos, ahora que Cliff nos había dejado, la banda se estancó y de pronto nos vimos abrumados con tanto tiempo libre.

-Se va a poner como bestia si se entera que tu sabías y no le contaste.
-Es verdad...
-Mejor le cuentas, no le veo atado.
-Siento que es hacerle más problemas, han pasado muchos años, pero no sé si ha podido olvidarlo.
-Cómo lo va a olvidar, si tiene a su miniatura revoloteando todo el día con ella.

Me llené de valentía las bolas y me fui a casa de Lisa.

Al entrar, lo primero que vi fue a Joey corriendo hacia mi, yo lo quería mucho, y siempre lo mimaba.

-¡Hola pendejo! -me gritó mientras chocábamos las palmas.

Quedé mirando a Lisa con extrañeza, pero ella sólo se rió y le dijo que se fuera a jugar.

-¿No te parece extraño que hable más español que ingles?
-No, me parece que somos los únicos 'gringos' en toda la manzana, y me vale madre mientras me entienda lo que le digo.

Al recordar lo chiflado que es ese niño, no pude evitar recordar a Dave, y que tenía que hablarle de él a Lisa.

-Liz, oye...necesito hablarte de algo.
-¿Qué?

Estaba demasiado nervioso, no quería preocuparla, pero sentía que tenía que decirselo.

-Me enteré que...Dave...

Me miraba fijamente, apenas mencioné a Dave se acercó a mi lado y me agarró de la camiseta.

-Dave qué.
-Está en el...
-¡En el qué!
-¡En el hospital!

Se puso de pie con una mueca terrible, luego se sentó otra vez y comenzó a rascarse la cabeza, había logrado lo que menos quería: ponerla mal.

-Si quieres te acompaño
-¿Estás loco? No me importa.
-Lisa.
-Que se pudra.
-Lisa...

Me acerqué a ella y la abracé, al principio trató de resistirse, pero lentamente cedió y me apretó fuerte.

-Sé que aún lo quieres...
-No...
-Ya, tranquila.

*Lisa*

Aunque no podía engañar a James, me negué todo el tiempo que estuvo conmigo a visitar a Dave en el hospital. No podía dejar de estar enfadada con él, aunque tampoco puedo engañarme y pensar que ya no me importa.
Para cuando decidí ir, ya era muy tarde, Paula no había llegado, y no quería que Joey se quedara con otra persona a esa hora. Si bien teníamos una vecina con un nieto de su misma edad, los Machuca eran una familia que tenía problemas en el barrio, y no quería encontrarme a mi hijo tapizado en balas.

Así que lo agarré y nos fuimos.

-Te prometo que para fines de año voy a tener un auto precioso, del color que a ti te guste. Y no vamos a tener que cagarnos esperando el maldito bus.

James me había comentado del hospital antes de irse. Según él, se enteró por un conocido del accidente cuando hablaban de la cagada que había quedado en la fiesta de Lemmy.

Cuando llegamos a la habitación, el corazón me latía tan fuerte que sentía los pensamientos nublados, como que todo daba vueltas, y apenas respiraba.
Me quedé en silencio, estaba en la tercera camilla en una habitación común, mirando hacia la ventana. No sabía como entrar. ¿qué iba a decirle?

-¡Dave!

No sé como, pero Joey recordó perfectamente su nombre y corrió hacia donde estaba.
Desde la entrada lo vi todo, vi su expresión cuando vio al pequeño corriendo hacia él. Vi su sonrisa, y quise llorar no sé por qué, cuando se estiró para subirlo a su lado.

Ashes In Your Mouth Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz