Capítulo 17

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Había amanecido, y los habitantes despertaban encima de las cenizas que habían dejado las hogueras. Hombres y mujeres vomitaban su última comida acompañada con una bebida alcohólica; los buitres aterrizaban en busca de carne desecha, y las nubes daban paso a los rayos del sol.
Hammer y Mai estaban en el jardín de enfrente. Mai miró hacia el cielo.
-Está haciendo un buen día-Comentó Mai.
-Sí, y al parecer somos los únicos que lo estamos disfrutando.
-Todos esos paganos están en sus casas.
-Nunca los entenderé, no suelo juzgar creencias, pero la veneración a imágenes, no solo los hace idólatras que se inclinan al politeísmo, también los hace unos estúpidos aldeanos que están contracorriente a las escrituras de nuestra religión, y se conforman con una simple lucha de cultos sincréticos-Explicó Hammer con un tono alto en su voz, y con un gesto de absurdidad.
- Sé que no te agradan, y conociéndote bien... Sé que no podrías ver a uno de esos protestantes a los ojos sin reaccionar... Para entonces no sé que ocurriría.
-Yo tampoco sé, y no quiero saberlo. No soy de esos tipos violentos, pero me gana el recuerdo; y créeme, soy capaz de hacer lo que sea desde que pueda liberarme.
-No lo recuerdes más Hammer, te estás torturando, ¡¿No te das cuenta!?
-No logro olvidar como esos mal nacidos... Nos sacaron a mi esposa y a mí a patadas de mi propio país- Dijo, mientras apretaba sus dientes, y empuñaba sus manos como si no quisiera desencadenar su fuerza interna para no cometer una locura.
-Eso ya ocurrió, las cosas pasan por algo Hammer, ustedes tuvieron un hijo, no por nada. Apuesto a que tiene más oportunidades en este lugar que... las que pudo tener en Noruega.
- No hablemos más de esto, ¿si?. Más bien, hablando de Cristopher, creo que es hora de despertarlo, nunca suele dormir demás.
- Debe ser raro.
- Claro que lo es, normalmente a las 7am ya está corriendo como un "loco" por toda la casa.
- Iré a despertarlo.

Mai subía las escaleras y se distrajo con las fotos que Hammer había enmarcado recientemente. Mientras tanto, Frank y Clarisse buscaban preocupados a Coralie, por cada rincón de la montaña, preguntándose, si quizá, Coralie había ido a la casa, pero para entonces estarían equivocados.

Una mariposa venía desde lo más lejos, quizá queriendo descubrir nuevos rumbos, o nuevos caminos, el hecho es que aquella mariposa traviesa, aterrizó en la mejilla de Coralie.
- Cristopher... Despierta.
Coralie sacudió el brazo de Cristopher con la intención de despertarlo. Así que él abre los ojos, y lo primero que ve, es el rostro de preocupación de Coralie.
-¿Qué ocurre?-Preguntó Cristopher.
-Mis padres me están buscando- Dijo con voz temblorosa.
-¿Y qué?. Ellos te descuidaron, por lo menos tienen que pagar ese precio.
- No Cristopher, voy a bajar ahora mismo.
-Espera...
- ¿Qué?
- Yo voy contigo, quiero que se enteren que no te encontrabas sola.
-Está bien.

Cristopher bajo primero, y recibió a Coralie.
- Míralos, ahí están... Vamos- Señaló Coralie.
Posiblemente, un nudo se desencadenará a partir de ese momento. Los pasos se hacían cada vez más cortos.
Y ahí estaba Coralie al lado de Cristopher, en la presencia de sus padres.
Al verla... Suspiraron, y sintieron como esos nervios vaciaban sus cuerpos, tranquilizándolos.
-Mira Frank, ahí está nuestra niña.
- La veo, ¿pero que hace con aquél chico?
-¿Él es Cristopher, acaso?
-Sí, no me importa quién sea, es uno de esos malditos católicos.
-¿Qué pretende con nuestra hija?
- Se ven muy juntos, y eso no lo voy a permitir.

Cristopher y Coralie dieron una pequeña pausa cinco metros atrás antes de que Coralie se acercara a sus padres.
-No olvidaré nada en lo absoluto-Dijo Cristopher con toda su sinceridad.
-Ni yo... Seremos aves que escaparemos de este perverso lugar.
- Así será Coralie, hasta una próxima casualidad.
- No, las casualidades nunca ocurren en voluntad de la vida. Cuando estemos juntos, va a ser porque queremos, y no porque nos unirá una inútil casualidad.
-Te veo luego... Gracias.
-¿Gracias porqué...?
Cristopher finalmente, se fue corriendo hacia su casa sin haber respondido a Coralie la pregunta de porqué estaba agradecido.

Juegos Perversos ©Where stories live. Discover now