Camine hacia el espejo de cuerpo completo ya vestida ¿me veré bien?

<<¿Desde cuándo te importa?>> Lo sé. Pero esta vez quiero verme bien. Quiero sentirme sexy.

<<Sí dale ánimos para que te busque cada vez que se sienta caliente, cada vez que necesite alguien... a una tonta como tú para que le caliente la cama>> ¡Mierda! Y .. ¿si eso era verdad? ¿Y si sólo me buscó para pasar el rato?  Para calentar su cama

<<Eso tú te lo buscaste>>  Sí está bien yo lo incité, pero tampoco fue que lo obligará “Déjalo Katrina somos adultos”. Eso dijo él ¿qué habrá querido decir con eso?

Estoy dándole vueltas al asunto tengo más de 15 minutos parada en la puerta de mi recámara con la mano en la perilla sin atreverme siquiera girarla ¿cómo lo veré a los ojos? Moriré de la vergüenza

<< o recordarás a sus manos en tu piel, su boca en todo todo tú cuerpo>>  Algo pasa cada vez que recuerdo lo vivido, sus palabras en mi oído seduciendome y volviéndome loca, mi cuerpo se derrite con todos esos recuerdos y no puedo permitirlo, tengo que controlarme, tengo que demostrarme que la que tiene el control aquí soy yo.

Tomé una fuerte respiración para darme el valor y salí de la habitación con un paso tranquilo, relajado, obligando a mi cuerpo a comportarse y a pensar en otras cosas.

Cuando baje, los sonidos de los pequeños gritando y riendo me llevaron directamente al jardín, mis hijos están vestidos ya con traje de baño jugando a la pelota —¡Mamá! -me grito Connor mientras me acercaba ellos, busqué con la mirada a Emanuel, pero no lo encontré

—Hola cariño -me acerqué a él y deposite un beso en su frente húmeda —¿y tu papá? -pregunté como no queriendo la cosa

—No está -Ari contestó por su hermano, trate de no mostrarme ansiosa al preguntar lo siguiente: —¿Dónde está? -sonreí, Ari  se giró con su hermano y después se encogió de hombros

—Sólo dijo que iría a algún lugar - toma de la mano a su hermano y lo conduce al lugar donde dejaron la pelota hace unos momentos. No está a ¿Dónde habrá ido?  Sólo espero que no se le haya ocurrido dejarlos aquí solos.

—Bien ¿y qué vamos a hacer hoy? -pregunte para aliviar la ansiedad que iba en aumento. —Prometiste que iríamos al lago Connor contestó con entusiasmo —Está bien ¡vamos!

El clima era aceptable, el sol brillaba con todo su esplendor y hacía un viento cálido que acariciaba mi nuca húmeda, la canasta descansaba en la manta acomodada estratégicamente debajo de un frondoso árbol que nos daría una excelente sombra para tomar el picnic, ideal para descansar después de tanto nadar. Acostados boca arriba buscábamos formas en las nubes. Tenía la estúpida esperanza de que Emmanuel llegaría a buscarnos, que se uniera a nosotros, pero nada de eso pasó.

Minutos después desperté al sentir el aire frío en mis piernas desnudas, el día soleado y cálido se marchó dando paso a la fría noche, me levanté despacio para localizar a mis hijos que se encontraban dormidos Connor dormía profundamente, la toalla que antes la había utilizado para secarse ahora la usaba para cubrirse del frío. Ari por su parte se encontraba acurrucada entre mis brazos

—Niños -los llamé para despertarlos —Ari despierta - acaricie su lindo rostro, Connor se despertó primero —Vamos cariño que es tarde, ayúdame a recoger las cosas -le pedí a Connor mientras despertaba a la niña

Emmanuel:

Todo está casi listo.  Ahora sólo espero que salga bien, los niños hicieron bien en llevarse a Katrina al lago y dejarme sólo.

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