Simplemente Tú.

Muchos años después...

Dulce: Ya Christopher, no son unas niñas.

Christopher: Sí lo son.

Dijo enfadado.

Dulce: Tienen 18 años Christopher, ya son bastante mayores.

Christopher: ¿Y eso qué?

Dulce suspiró.

Dulce: No tiene sentido seguir discutiendo.

Christopher: ¡Me aterra la idea de que algún día se vayan de aquí!

Dulce le miró enternecida.

Dulce: Pero mi amor.

Dijo cogiéndole la mano y sentándose a su lado.

Dulce: Ellas también tienen el derecho de amar, así como nosotros tenemos nuestra historia, ella también deben tener algo parecido.

Christopher: ¿Por qué crecen tan rápido? Parece que fue ayer cuando la cuidaba de Dani, o cuando le llevaba a los concursos de baile, o cuando se iba de compras con sus amigas.

Dijo triste.

Dulce: Las personas crecen viejito.

Dijo riendo.

Él le sacó una sonrisa y se unieron en un tierno beso.

Niki: Que obsesión tienen por besarse.

Ambos se separaron y vieron a su hija de 9 años, rubia como cuando él era pequeño, pelo rizado y con unos ojos color miel, a los de ella.

Dulce: ¿Y tú hermano?

Niki: No sé, jugando en la piscina creo.

Dijo encogiendo los hombros.

Christopher: Tú no crecerás tan rápido ¿verdad?

Niki se separó de su padre y giró los ojos.

Niki: Ay papá, déjame, ya tengo 9, no soy una princesita.

Dijo riendo.

La niña salió corriendo.

Dulce: Iré a ver a la otra pulga.

Dijo riendo.

Salió al jardín y allí vio a su pequeño hijo, también de 9 años.

Moreno como ella y los ojos de Christopher, al igual que su barbilla.

Tanto Nicole como Enzo, eran los únicos hijos que eran una mezcla de ambos y lo agradece la verdad.

Enzo: Mamá mira.

Dijo riendo y tirándose a la piscina.

Dulce se sentó al borde de la piscina y observó a sus dos hijos, mientras suspiraba.

Christopher se sentó a su lado.

Christopher: Ves como crecen tan rápido, antes eran 7 niños jugando y gritando por aquí, y ahora ya son sólo cuatro.

Dijo apoyando su cabeza en el hombro de su esposa.

Dulce: ¿Y las gemelas qué?

Christopher: Pronto empiezan la Universidad y nos dejaran.

Dulce: Es ley de vida.

Dijo suspirando.

Christopher: ¿Y si tenemos otro?

Dulce se separó de él.

Dulce: Ni loca.

Christopher se empezó a reír y ella le dio un pequeño golpe.