Capítulo 27: Romina.

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Llegó y la casa estaba oscura, pero notó como estaba la terraza iluminada.

Caminó hasta ella y miró todo.

La piscina estaba decorada con varios pétalos y algún que otro adorno.

Caminó hasta una mesa que estaba decorada con un par de velas y un par de rosas.

Christopher: Hasta que llegas mi amor.

Se giró y se encontró con la bonita imagen de su prometido, apoyado en un lado de la puerta de la terraza.

Dulce: Lo siento, no me fijé en el tiempo.

Christopher se acercó a ella, con dos copas de vino en cada mano.

Christopher: Toma.

Dulce mira la copa y mira la hermosa mirada de su novio.

Christopher: Sé que no puedes beber alcohol, pero es muy poco, no creo que te haga daño.

Dulce: ¿Qué celebramos?

Se acerca mientras le da un tierno pico.

Christopher: Esto, nuestro amor, nuestra familia, nosotros, tú, yo.

Dulce le vuelve a dar un tierno beso.

Dulce: No puede ser mejor la noche.

Dice mientras deja la copa vacía sobre la mesa e intenta sentarse en el borde de la piscina.

Christopher va tras ella, le quita los zapatos y la ayuda a sentarse.

Él se sienta a su lado y ella apoya su cabeza en su hombro, mientras acaricia su barriga.

Christopher: Estoy echo un caos.

Dulce: ¿Por qué?

Christopher: No sé que nombre ponerle a nuestra hija.

Dulce sonríe.

Dulce: Tienes un par meses por delante, tranquilo.

Y deposita un tierno beso en su pecho.

Christopher mira las estrellas, mientras acaricia el pelo de Dulce.

Christopher: Me gustaría darte una cosa.

Dulce lo mira.

Dulce: ¿Qué cosa?

Christopher se levanta, entra en la casa y coge una pequeña caja de terciopelo azul marino.

Vuelve y se sienta a su lado.

Dulce le mira a los ojos, sabe que está nervioso al notar sus ticks, le sonríe y le da un tierno beso.

Dulce: ¿Y bien?

Christopher: Mi amor... He encontrado la única a quien mi alma ama... El amor es querer sin mirar a quien, amar sin pensar en más y soñar sin poder despertar. Cada día que estoy contigo siento que este amor, nunca acabará, pero sí crecerá. Te amo y lo sabes de sobra, formar una familia contigo es lo mejor que me ha podido pasar. Gracias, gracias por ser tú, por ser mía, por ser ideal, por tus cambios de humor, por tus golpes... Por tus locuras, por tus besos, tus caricias, tus formas de gritar mientras hacemos el amor, tus uñas sobre mi espalda me enloquecen... Por eso, quiero que la luna sea testigo de este día Dulce, yo... ¿aceptarías casarte conmigo?

Dice mientras abre poco a poco la caja y deja a la luz el hermoso anillo que le había comprado.

Era un anillo con un diamante de corazón y al rededor pequeñas piedras color azul.

Era un anillo con un diamante de corazón y al rededor pequeñas piedras color azul

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Simplemente Tú.Where stories live. Discover now