Simplemente Tú.

Capítulo 19: ¿Embarazada?

Dos meses después...

Maite salió del hospital y se quedó en su casa, de reposo junto a su marido, disfrutando de su embarazo.

Dulce, por su parte, aún no había recibido noticia de Xx.

Christopher: Ya estamos aquí.

Alex fue corriendo y abrazó a su madre.

Dulce: ¿Cómo te fue en clase?

Alex: Muy ben.

Christopher besó a su novia y mandó a Alex a lavarse las manos para que merendara algo.

Christopher: ¿Cómo estas?

Dulce: Bien, me vino bien dormir.

Christopher: Mi amor...

Dulce: Ucker, voy a ir a trabajar ¿okey? Me siento mucho mejor, solo quería dormir, enserio.

Christopher: A veces eres tan terca... Pero así te amo.

Se volvieron a unir en un beso.

Alex: No la beses tanto.

Corrió a abrazar a su madre y separarla de Christopher.

Christopher le cogió y le cargó en sus brazos.

Christopher: ¿No puedo darle mimos a tu mamá?

Alex: No, polque es mía.

Y miró desafiante a su padre.

Christopher empezó a hacerle cosquillas a su pequeño.

Alex: Pala pala, mami ayuda.

Dulce separó a Alex y le dio de merendar.

Dulce: Nos vemos luego hermosos, portate bien.

Alex: ¿Escuchaste papi? Te poltas ben.

Ambos se rieron.

Dulce: Y tu pequeño también eh, te amo.

Se despidió de su hijo con un tierno beso en la frente y de su novio con un pico.

Dulce: Os amo, adiós.

Salió directa a su trabajo, a pesar de que estaba con Christopher y no le faltaba de nada, quería seguir trabajando.

Llegó a la empresa y se cambió, después se reunió con Paola, su amiga.

Paola: ¿Te sientes bien?

Dulce: Sí, estoy un poco cansada, pero bueno...

No pudo acabar la frase porque salió corriendo a vomitar.

Llevaba un par de días sintiéndose mal, le dolía la cabeza, tenía muchas nauseas y había hasta veces que le daba mareos.

Pensaba que era por estrés, por el tema de que alguien del pasado volviera a su presente y pensara formar parte de su futuro, la verdad es que sentía mucho miedo por eso, era cansancio, nada más.

Siguió trabajando, pero sabía que su cuerpo le pedía que parara.

Paola se acercó a ella, la veía demasiado pálida y eso le asustaba.

Paola: ¿Todo bien?

Dulce: Sí sí, solo que... Estoy cansada.

Dulce se mareó y Paola hizo que se sentara en una silla.

Paola: Vete a casa, puedo hacer yo tu parte, enserio.

Dulce: Que no, que estoy bien.

Se levantó de golpe y de repente cayó al suelo, quedándose todo oscuro.