Capítulo 5: ¿Qué quieres?

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Se acostó en su cama mientras las lágrimas caían por sus mejillas.

Sí, se merecía que la pegaran, pero… Le dolía muchísimo.

Le dolía que su mejor amiga pensara eso de ella.

La puerta sonó.

Hilda: Disculpe señorita, pero hay un joven que desea verla.

Dulce: ¿Un joven?

Dulce pensó que sería Christopher, no, no quería verlo en ese momento ni nunca.

Hilda: Me dijo que se llamaba… Ah sí, Christian Chávez.

Dulce se secó las lágrimas.

Dulce: Dile que ya bajo, hasta mientras ofrécele algo de tomar.

Hilda asintió y se fue.

Se metió al baño, se lavó la cara y se maquilló un poco.

Se miró al espejo, tenía que poner su coraza, como siempre.

Suspiró y bajó.

Dulce: Vaya vaya, mira a quién tenemos aquí.

Christian se dio la vuelta y corrió a abrazarla.

Dulce quería corresponder el abrazo pero no podía.

Dulce: Hey sueltame, si vienes aquí a pedirme que retiremos la denuncia contra tu esposa ya te…

Christian: Ella ya no es mi esposa.

Dulce: ¿Cómo?

Christian: Nos divorciamos, porque ella ya no me quería y porque ya no había nada que nos una.

Dulce: ¿Tengo pinta de psicóloga o algo? Ami que me importan tus problemas.

Christian: ¿Qué te pasa Dulce?

Dulce: Me pasa que estaba muy feliz sin veros, ya dejad de buscarme, de venir a mi casa y tratar que todo sea como antes, porque ya no lo es.

Christian: Tú no eres Dulce.

Dulce: Ay, mira, todo el mundo me dice eso, pero sí, si soy la misma Dulce, ah bueno no, he madurado.

Christian: Te comportas como…

Dulce: Bueno, vas a venir tú a darme clases de buenos modales, ¿o cómo?

Christian: Vine a hablar contigo porque me enteré que estás aquí, Dulce yo sé que tú no la mataste.

Dulce: Ay mira, creo que de eso pasó años, superalo y olvidame.

Christian le agarró del brazo antes que se fuera.

Dulce: Suéltame Christian, no te conviene hacerme daño.

Christian: ¡Basta! Has cambiado tanto, ahora eres una hipócrita.

Dulce: Pues ese es mi problema ¿no? No trato de agradarte, ya sabes donde está la puerta.

Christian: Dulce, por favor… Yo quiero volver a ser tu amigo, como antes, como los mejores amigos que éramos.

Dulce suspiró.

Dulce: Por favor Christian, no hagas esto más difícil.

Christian: Tú lo haces difícil, por favor, quiero hablar contigo.

Dulce: Está bien, podemos ir a comer juntos.

Christian: ¿Puede venir… Zory?

Dulce suspiró.

Simplemente Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora