Capítulo 20: ¿Seguro?

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Se quedó llorando por un buen rato, su hermano entró y se sentó a su lado.
Poncho: ¿Qué te pasa?
Dulce se limpió las lágrimas y luego abrazó a su hermano.
Poncho la abrazó y depositó un tierno beso en su cabeza.
Dulce se tranquilizó un poco, y se separó de su hermano.
Dulce: No quiero a estos bebés.
Poncho se quedó mirándola y la abrazó.
Poncho: Voy a ser tío de nuevo.
Dulce: ¿No me estás oyendo Poncho? No quiero tenerlos.
Poncho la miró y se llevó las manos a la cara y suspiró.
Poncho: Dul, ya para, enserio.
Dulce: No los quiero.
Poncho: Te estás comportando como la niña de 16 años que eras antes. ¿Te acuerdas?
FLASHBACK
Dulce: No lo pienso tener.
Dijo entre sollozos.
Poncho: ¿Cómo que no lo vas a tener?
Dulce: Lo voy a odiar.
Poncho: Dul, vale, tienes 16 años pero te puedo asegurar que ese bebé te va a sacar del enorme vacío que sientes, te va a alegrar los días, vas a vivir por y para él, ¿has pensado en papá?
Dulce le miró a los ojos.
Poncho: Papá creció sin saber quiénes son sus padres... Le abandonaron, pero aún así no le mataron, le dejaron vivir.
Dulce: Pero es que no puedo Poncho, me duele... Soy una niña aún.
Poncho: No Dul, eres una mujer hecha y derecha y sé que vas a ser una madre ideal. Eres una guerrera Dul, con nuestro apoyo y poniendo un poquito de tu parte, vas a ver que todo irá genial. No frustres mi deseo de ser tío...
Dulce le miró y le abrazó con fuerza.
Dulce: Gracias.
FIN FLASHBACK
Dulce miró de nuevo a su hermano.
Poncho: No seas una berrinchuda, por favor, mírate, tienes 19 años y has salido adelante con el hermoso de mi sobrino y tienes a Christopher, ese señor te ama con locura a ti y a Alex, piénsalo bien roja.
Dulce suspiró.
Dulce: Necesito irme ya a casa, por favor.
Poncho: No me cambies de tema.
Dulce: Alfonso, estoy cansada por favor, quiero irme.
Poncho entendió que su hermana necesitaba pensar y reflexionar a solas.
Firmó todo para que ese mismo día ella se fuera a su casa.
No intercambiaron ninguna palabra durante el trayecto a casa.
Dulce: Gracias por traerme, te veo pronto. Adiós.
Depositó un beso en la mejilla de su hermano y se bajó del coche.
Entró a casa y vio como su pequeño se lanzaba a sus brazos.
Alex: Mami, te eché de menos.
Abrazó con fuerza a su hijo.
Para luego quedarse inmovilizada al encontrarse con los ojos de su pareja.
Dulce: Pensé que estaba Zory aquí.
Alex: Hace un rato vine a casa con Papi, ¿tas ben mami?
Dulce: Sí, solo un poco cansada.
Christopher se acercó a ellos y depositó un beso en la cabeza de Alex.
Christopher: Yo me tengo que ir ya.
Dulce: No te vayas, puedes quedarte a cenar con nosotros.
Christopher: Tengo cosas muy importantes que hacer.
Caminó hasta el sofá para coger sus cosas.
Alex: ¿Más impoltantes que nosotlos?
Dulce: Alex, por favor...
Christopher: No, pero tengo que trabajar mucho. Adiós pequeño.
Depositó un beso en su cabeza y miró a Dulce, hizo una seña en forma de despedida y se fue.
Dulce se asomó a la ventana para ver como se iba, sin decirle nada.
Christopher, por su lado, estaba dolido ante la situación que estaba viviendo.
Odiaba irse, odiaba no quedarse a cenar con su familia, odiaba no dormir entre sus brazos y despertar con su aliento sobre su pecho... Pero, su orgullo era enorme y no podía hacer nada.
Se subió al coche, observó como Dulce estaba en la ventana y prendió el coche, con el corazón partido, y se fue.
Dulce: ¿Qué te apetece cenar guapo?
Alex: ¿Tan enfadados?
Dulce: Son cosas de mayores.
Alex: Tenes los ojitos tlistes, no quielo velte mal... Hoy duelmo contigo.
Y depositó un beso en su tripa.
Por un momento Dulce observó como su pequeño abrazaba sus piernas, con ternura.
Poncho tenía razón, Alex se había convertido en su máxima felicidad y con Christopher habían formado una bonita familia... ¿Dos más en la familia?
Sonrió al imaginarse a los bebés con los rasgos de Christopher y al contento que se pondría Alex con la llegada de dos hermanos bebés.
Dulce: Alex mi amor, ¿te gustaría tener hermanitos?
Alex se separó de ella y le miró.
Alex: No, bueno... Si son chicas si, yo no quielo chicos que me loban los juguetes.
Sonrió ante el comentario de su hijo.
Dulce: Aún no sé qué son Alex...
Alex: ¿Voy a tenel helmanitos?
Dulce: O hermanitas.
Alex se quedó impactado ante la noticia que le dio su madre y después, sacó una sonrisa y abrazó su barriga.
Alex: ¿Son muchos?
Dulce: Son dos, pero aún no sé si son nenas o nenes.
Alex cruzó los dedos y cerró los ojos, después los abrió y se acercó al oído de su madre.
Alex: He pedido que sean nenas.
Y le sacó una sonrisa.
Cenaron agusto y la verdad es que Alex se había tomado genial la noticia.
Durmieron juntos, mientras Alex acariciaba su barriga e intentaba ver si había alguna señal de vida ahí dentro.
Dejó a su pequeño en el colegio y fue directa al trabajo.
Iba a hablar con él, aunque él no quisiera. Estaba decidida, iba a tener a esos bebés.
Caminó un poco nerviosa, pero a la vez muy feliz.
Llamó al ascensor, pero en ese momento, su mundo se cayó.
Nada más abrirse las puertas vio a Christopher hablando con una chica que era...
Paula: Hola amiga, ¿Cómo estás?
Dulce: Bien gracias.
Se subió al ascensor sin articular palabra alguna.
Estaba dolida, ¿Ya la había cambiado? ¿Tan pronto?
Se bajó en su piso y fue hasta el vestuario para cambiarse, ellos se metieron a su despacho, fue ahí cuando nada más entrará al vestuario se puso a llorar.
Maite la vio y fue detrás de ella.
Maite: ¿Qué tienes?
Dulce la abrazó.
Dulce: Me cambió, me cambió por la espectacular Paula.
Maite: ¿De qué hablas?
Dulce: Yo mismo les vi entrar a su despacho, estaban riéndose, como si nada.
Maite: Dul mi amor, eres su novia...
Dulce: No, ayer terminamos.
Maite: ¿Por qué?
Dulce se secó las lágrimas e hizo que tocara su vientre.
Dulce: Estoy embarazada de dos, pero ayer estaba asustada y le dije que quería matarlos... Pero pensé bien las cosas y hoy venía a decirle que si quiero tener a los bebés con él... Pero ya veo que...
Maite: Que nada Dul, está dolido, es todo.
Dulce: ¿Y yo? A mi me violaron hace tres años, me arruinaron la vida... Tener a Alex me hace feliz, pero hubiese preferido tenerlo en otras condiciones... Como ahora con Christopher, dos bebés Mai, ¿piensas que he podido olvidar aquel día? Estoy asustada...
Maite abrazó a su amiga, la entendía.
Maite: Vete a casa, descansa un poco.
Dulce: No Mai, tengo que trabajar.
Maite: Me da igual, te vas a casa, te duchas, comes mucho, porque esos bebés tienes que crecer y te acuestas a dormir, luego vamos a verte todos, ¿te parece?
Dulce asintió y depositó un beso en su mejilla.
Maite: Cuida a esos hermosos, te quiero mucho amiga.
Se despidieron y Dulce se fue a casa, necesitaba descansar un poco.
Christopher salió para ir a comer con Paula y se encontró con su hermana.
Christopher: Ahora vengo, voy a hablar con mi hermana.
Paula asintió.
Caminó hasta ella y le dio un beso en la mejilla. Ella se apartó y se fue.
Christopher: Ey, ¿Qué tienes?
Maite: Nada, vete a comer con Paula, corre.
Christopher: ¿Dul aún no ha llegado?
Maite: ¿Y a ti qué?
Christopher la miró.
Christopher: Hoy tenía que trabajar y no la he visto.
Maite: Será por lo distraído que estás con Paulita...  Y sí, hoy trabajaba, pero le di el día libre.
Christopher: ¿Le pasó algo?
Maite: Necesita descansar, dos bebés son mucho para su constitución.
Christopher: Sí los va a matar.
Maite se rió.
Maite: ¿Has hablado con ella hoy? No sé si sabrás pero ella quería hablar contigo, va a tener a esos bebés. Solo necesitaba pensar bien las cosas.
Christopher miró a su hermana.
Maite: No la molestes, ya está, ella puede salir adelante con ellos, vete a comer con la guapa de Paula.
Christopher salió corriendo de ahí y dejó a Paula ahí tirada.
Condució lo más rápido que pudo hasta la casa de Dulce.
Llegó y vio como estaba apunto de entrar.
Se bajó y corrió hasta donde ella estaba.
Christopher: espera, por favor.
Dulce le miró.
Dulce: No quiero discutir, por favor, estoy cansada.
Miró las bolsas que cargaba y se las cogió.
Christopher: No es bueno que hagas fuerza en tu estado.
Dulce: Que más te da mi estado.
Christopher dejó las bolsas sobre la mesa.
Christopher: Me preocupo por ti Dulce.
Dulce suspiró.
Dulce: Lo siento...
Christopher se acercó a ella y le abrazó.
Dulce: Los voy a tener.
Christopher se separó y le miró muy asombrado.
Christopher: ¿Seguro?
Dulce: Mi amor, estos bebés que crecen en mi interior son fruto de nuestro amor, un motivo más para amar esta familia que vamos formando.
Christopher la cargó en sus brazos y le empezó a dar vueltas.
Christopher: Pienso cuidarte, mucho más de lo que lo hago.
Dulce se empezó a reír.
Dulce: ¿Ya no estás enfadado conmigo?
Christopher la soltó y la miró.
Christopher: Dul... Yo... ¡oh cielos! No puedo estar enfadado contigo, mi amor, te amo, mucho y solo quiero lo mejor para esta familia. Te amo, os amo.
Se abrazaron mientras se basaban con amor.
Iban a ser padres y su familia iba a agrandarse.

¡HOLA!
¿Cómo estáis?
Ya regresé con todo el tiempo libre👏
¿Qué os ha parecido el capítulo de hoy? ¿Todo estará bien con ellos? ¿Y Paula, que pinta?

No os olvidéis de comentar 💬 y sobre todo dejarme una 🌟.
Os ama con locura,
SaraOjeda 👑

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