Capítulo 22: Dame un tiempo.

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Se levantó con un antojo muy peculiar.
Miró a su lado y se encontró con su novio, dormido.
Dulce: Mi amor...
Susurró en su oído y se subió encima de él.
Christopher abrió los ojos poco a poco y se quedó paralizado al verla.
Estaba desnuda, sobre él y sus pechos estaban en punta.
Christopher: Mi amor, no me hagas esto.
Dulce empezó a besarle poco a poco.
Dulce: No me digas que no quieres.
Christopher continuó con los besos y empezó a masajear sus tetas.
Dulce apartó sus manos y le miró un poco enfadada.
Dulce: No hagas eso, me duelen las tetas.
Christopher sonrió, para después bajar sus manos sobre su cadera.
Su pene empezaba a ponerse duro y se iba subiendo poco a poco.
Dulce le miró y en un segundo, se metió dentro de él, haciéndole que soltará un pequeño gruñido.
Dulce: Te necesito más dentro.
Apretó fuerte, pero Christopher la separó un poco.
Christopher: No quiero lastimarte.
Dulce se quedó quieta.
Dulce: Entonces para eso no hacemos el amor.
Salió de él y se levantó de la cama, para meterse al baño.
Dulce: Para eso puedo darme yo misma placer.
Cerró la puerta y de metió a la ducha.
Christopher estaba excitado y no pensaba perder la oportunidad de volverla a tenerla entre sus brazos.
Dulce estaba de cuatro meses y sus antojos por el sexo iban en aumento.
Abrió despacio la puerta y se metió a la ducha.
Se quedó mirando como ella metía sud dedos para darse placer, mientras masajeaba su clitoris.
Christopher: Yo puedo hacerlo mucho mejor.
Metió de golpe dos dedos, a lo que ella jadeo y se arqueo.
Dulce: Oh...
Sentía que estaba a punto de llegar al orgasmo, pero al final no llegó.
Christopher sacó sus dedos y la levantó, haciendo que ella rodeara sus piernas entre su cintura.
Y la embistió, con fuerza, con pasión, con deseo, como si no hubiera un mañana.
Ella gritaba de placer y él se excitaba al oírla.
Dulce: Más dentro.
Se separó de ella y salió, pero la embestida que le dio fue suficiente para correrse y él al segundo, también se corrió.
Dejó caer su cabeza sobre su hombro, mientras él seguía cogiéndole con fuerza para que no se cayera.
Dulce: Te amo.
Depositó un beso en su hombro.
Christopher: Te amo más.
E hizo que la mirara a la cara para darse un beso.
Terminaron de ducharse y fueron a desayunar.
Alex había dormido en casa de Poncho a petición de él.
Christopher iba preparando todo, llevaba solo unos calzoncillos.
Cuando la vio entrará se quedó paralizado.
Ella estaba desnuda, dejando al aire su enorme barriga y sus pezones en punta.
Dulce: Podríamos volver a hacerlo aquí, como ayer... Pero esta vez sobre la mesa.
Christopher se acordó que la noche anterior habían echo el amor sobre la encimera.
Christopher negó.
Christopher: Tenéis que alimentaros bien, así que señorita, siéntese.
Dulce se sentó mientras miraba el perfecto culo que tenía su novio.
Christopher: Deja de mirarme tanto, ya sé que soy irresistible, pero tranquila.
Dulce sacó una sonrisa y después, empezó a comer todo lo que había en la mesa.

Dulce: ¿Pero por qué?
Christopher: Tengo una reunión importante.
Dulce: Entonces no llegarás a tiempo, ¿no?
Christopher: No creo, pero te aseguro que tengo unas ganas enormes de ir contigo, enserio.
Dulce: Ajá.
Colgó el teléfono, enfurecida.
La había dejado plantada y ahora tendría que ir al médico sola.
Alex estaba en clase, entonces tampoco la podría acompañar.
Se puso un vestido negro que se ajustaba a su barriga y después, se puso unas zapatillas, se arregló el pelo con una coleta y cogió su bolso y se fue.
Tenía tiempo de sobra y fue directa al centro comercial, se le habían antojado unos pepinillos y chocolate.
Christopher caminaba por el centro comercial, buscando la mejor joyería de todas.
Alguien hizo que se parara, se dio la vuelta y se sorprendió.
Paula: Hola guapo, que sorpresa.
Christopher: Hola Paula, ¿Cómo estás?
Paula llevaba un vestido pegado al cuerpo, que hacía que sus caderas quedarán bien vistas y sus pezones resaltaban.
Se acordaba de Dulce, antes del embarazo tenía un cuerpo increíble y ahora embarazada, era una diosa.
Paula: ¿Qué haces aquí?
Christopher: Vine a buscar un anillo, quiero pedirle matrimonio a Dulce.
Paula lo miró,  estaba enfada, no podía casarse con ella, Christopher iba a ser para ella.
Paula: ¿Estás seguro?
Christopher: Sí, la amo mucho.
Paula: Te puedo ayudar si quieres.
Dulce sacaba de la bolsa un trozo de chocolate y se quedó quieta al verles.
Era Christopher, su Christopher, estaba con Paula, al parecer estaban muy contentos.
Caminaron juntos, decidió seguirles.
Entraron a una joyería y de repente se sintió muy estúpida.
Ella se probaba un anillo que él había escogido para ella, acto seguido ella lo besó.
Entró echa en furia y los separó.
Estaba enfadada y a la vez con los ojos llorosos.
Dulce: Menos mal tenías una reunión.
Christopher: Mi amor, no...
Dulce le dio un golpe.
Dulce: No quiero oír nada de ti.
Salió lo más rápido que pudo de ahí.
Él la cogió antes de que se fuera.
Christopher: Vine a comprarte un anillo a ti mi amor, díselo Paula.
Era su momento.
Paula: Christopher, ya se dio cuenta, no le vamos a mentir.
Dulce se quedó paralizada, le habían estado viendo la cara.
Christopher: No mientas Paula.
Dulce se separó de él y le volvió a pegar.
Dulce: Aquí el único que miente eres tú.
Y salió de ahí, corriendo, con el corazón partido.
Llegó a la consulta y la vio ahí sentada.
Se acercó a ella poco a poco.
Christopher: Dul...
Ella lo miró, se limpió las lágrimas y se apartó de él.
Dulce: Vete, no quiero verte.
Christopher: Dul, son mis bebés también.
Dulce: Me da igual, ¡vete!
Christopher: Escúchame Dulce, yo...
Dulce: Te dejo que estés aquí, pero si te callas la boca.
Christopher entendió que Dulce estaba muy enfadada y no quería que nada le pasara a ella ni a sus bebés.
Se sentó a su lado y se quedó pensando.
Doctor: Señorita Espinosa, pase.
Dulce se levantó, él hizo que ella pasara primero.
Doctor: ¿Todo bien Dulce?
Ella asintió.
Doctor: ¿Deseas algo? Tienes mala cara.
Dulce: Sólo quiero saber como están mis bebés.
El doctor los hizo pasar para hacerle una ecografia, le puso el gel y espero unos minutos.
Christopher hizo el intento de cogerle de la mano, pero ella la quitó.
El doctor notaba que ellos dos estaban enfadados.
Doctor: Mira Dul, tus bebés están aquí.
Señaló dos bultitos.
Christopher: ¿Sabe ya lo que son?
El doctor movió un poco más el aparato.
Doctor: Sí, enhorabuena, son dos niñas.
Christopher sacó una enorme sonrisa y la besó.
Christopher: Ya ves amor, dije que serían dos niñas.
Dulce apartó su cara y miró la pantalla. Estaba enfadada, pero emocionada al saber que eran dos niñas.
Dulce: ¿Y todo está bien?
Dijo con una voz quebrada.
A lo que él la escuchó y se puso triste.
Doctor: Sí Dul, ellas están muy bien.
Se limpió el gel y después, se sentaron para hablar.
Doctor: ¿Has tenido algún síntoma estos días?
Dulce: Las ganas de dormir aumentan y hay veces que me mareo, pero muy pocas.
Doctor: ¿Náuseas?
Dulce negó.
Doctor: Dul, ¿cuántas veces comes al día?
Christopher: Demasiadas.
Y soltó una pequeña risa, Dulce se aclaró la garganta.
Doctor: Necesitas comer más, te voy a dar una dieta. Estás aún muy delgada, y tienes dos bebés que tienen que alimentarse bien.
Dulce: ¿Algo más?
Doctor: Nada más, te espero el próximo mes.
Se despidió de ellos y se fueron.
Christopher: ¿Vas a ir a casa?
Dulce no contestó.
Se abrieron las puertas del ascensor y salió de ahí.
Él la siguió.
Christopher: ¿A dónde vas?
Dulce: No te importa.
Y siguió caminando.
Christopher: Tengo el coche aquí, por favor, dime a donde vas y te llevo.
Dulce: ¿No te quedó claro? No quiero nada de ti, no me busques, no me llames, no me mires, no vengas a mi casa, se acabó, no te quiero más en mi vida.
Christopher la miró, estaba dolida.
Christopher: No Dulce, esto no se puede acabar así.
Dulce: ¿Y qué pensabas? ¿Ibas a seguir conmigo y con Paula?
Christopher: ¡No estoy con ella!
Dulce: A mi no me grites.
Se dio la vuelta y se fue.
Christopher volvió a perseguirla.
Christopher: Déjame explicarte las cosas.
Dulce: Déjame tranquila, lo único que quiero ahora es estar mal, por el bien de las nenas.
Christopher la miró.
Christopher: ¿Me llamarás?
Dulce suspiró.
Dulce: Dame un tiempo.
Giró y se fue, lo más triste que pudo.
Él miró como se alejaba, no iba a perderla, la amaba y quería que se casara con ella.

¡Hola hola!

¿Cómo amanecieron?

¿Y ahora qué pasó con Christopher?  ¿Dulce le perdonará? Definitivamente odio a Paula😂

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Os ama,
SaraOjeda 👑 💄 💖

Simplemente Tú.Where stories live. Discover now