Simplemente Tú.

Capítulo 15: No tendrás novio nunca.

Dulce: Tenemos que hablar.

Dijo dándose la vuelta y mirándolo a los ojos.

Pero de repente su vista fue a otra dirección, allí estaba su hija bostezando.

Romi: ¿Qué hacéis?

Dijo sentándose en las piernas de su padre y empezó a tocarle los rizos.

Dulce: Señorita debería estar en la cama.

Romi: Se me fue el sueño.

Dulce: Romina mañana tienes clases.

Romi: No iré.

Dulce: ¿Y desde cuándo te mandas sola?

Romi suspiró y miró a su madre mientras apoyaba su cabeza en el pecho de su padre.

Romi: Mamá, las niñas se meten conmigo.

Dulce: ¿Y eso por qué?

Romi: Por ser la hija del gobernador, me llaman hija de papi y miles de cosas más.

Dulce: Romi, ignoralas, no les hagas caso.

Christopher: Sí mi amor, pronto se darán cuenta que eres un amor.

Romi: ¿Piensas que soy un amor?

Christopher: Claro.

Romi: Lo sé.

Dijo sonriendo.

Dulce acarició a su hija.

Dulce: Ahora a dormir.

Romi: Oye, yo quiero que seas mi novio, que pena que seas mi padre.

Dijo riendo.

Christopher: No tendrás novio nunca.

Dijo serio, Dulce le miró la cara y empezó a reírse.

Romi: ¿Cómo que nunca?

Christopher: Los niños son malos.

Romi: Yo también lo soy, ¿tú si me dejas tener novio mami?

Dulce: Claro mi vida, pero me lo tienes que presentar primero.

Romi: Vale, pues mañana le invitamos a cenar.

Christopher: ¿Cómo que mañana? No, tienes 5 años y no tendrás novio.

Romi: Eres un celoso papá.

Dijo abrazando a Christopher.

Christopher sacó una sonrisa, le había llamado papá, sí, así le había llamado.

Christopher: No quiero que alguien te robe el corazón.

Romi: Mi corazón es tuyo.

Dijo sonriendole.

Dulce: Oye, ¿y yo qué?

Romi: También tuyo, de los dos.

Dulce: Romi... Paco también existe.

Romi: Lo sé, pero solo quiero que mis papis tengan mi corazón, y Paco no es mi papá.

Dulce: Venga vamos a dormir pequeña.

Romi: No, solo un rato más.

Dulce: Bueno, como mañana no te levantas verás.

Dijo levantándose y dejando las copas en la mesa.

Dulce: Iré a ver a Thiago, ya vengo.

Dulce se fue y Romina volvió a tocar el pelo de su padre.