Capítulo 7: Eres una mentirosa .

664 78 13
                                    

Dulce seguía trabajando, pero volvió a entrar Iñaki.

Iñaki: Dulce, Paco me llamó y tengo que viajar hoy mismo a Londres.

Dulce: ¿Por qué?

Iñaki: Necesita mi ayuda… ¿Podrás hacerte cargo de la empresa durante estos días?

Dulce suspiró.

Dulce: Está bien.

Iñaki: Si es que mi mejor amigo tiene a la mejor esposa.

Dulce: Ya bueno, me tienen estresada.

Dijo entre risas.

Iñaki: Piensa que mañana firmas con los Uckermann, así podrás tener algo de ayuda, pero tú eres la presidenta eh.

Dulce asintió.

Iñaki: Bueno, nos vemos, cualquier cosa nos llamas, adiós Dul.

Dulce lo abrazó y él hizo lo mismo, después, se fue.

Iñaki Le daba paz, era de los únicos amigos de Paco que le daba confianza.

Dulce se encendió un cigarro mientras miraba por el ventanal de su despacho.

Carmen entró con una carpeta en el mano.

Carmen: Señora, aquí tiene toda la información que me pidió.

Dulce: Gracias, ¿tengo algún llamado?

Carmen: Pues le llamaron de su casa diciendo que sus hijos ya estaban allí.

Dulce: Gracias, te puedes retirar.

Carmen asintió y ella apagó su cigarro, se sentó de nuevo y abrió la carpeta.

Una foto de Ana estaba ahí, juntos su nombre completo, su fecha de nacimiento, dónde vivía, estado civil.. Todo.

Empezó a pasar las hojas y se quedó atenta al leer algo que le llamó la atención.

Dulce empezó a leerlo con atención.

Dulce: Vaya… Esto no me lo esperaba yo de ti.

Un año, hacía un año que Ana había abortado y según unos datos, Christopher y ella llevaban 2 años juntos.

Suspiró, ¿él sabría algo?

Dulce: ¿Y eso a ti qué Dulce María?

Giró la cabeza y siguió pasando páginas.

Seguía leyendo, todo estaba normal, observó una hoja en la que salían los informes de los análisis que se había hecho, hace una semana exactamente.

La señorita Ana Serradilla falsificó unos documentos en los que decía que ella estaba delicada de salud, cuando en realidad está mejor que nunca.

Leía lo que el investigador había puesto de ella.

Dulce: Eres una mentirosa.

Dejó los papeles y encendió un cigarrillo.

Se había reído de ella, ni su madre estaba mal y ella menos.

Pero esto no se iba a quedar así, nadie, pero nadie se mete con Dulce María.

Guardó todo en la carpeta de nuevo y la guardó en un cajón de su escritorio.

Terminó de hacer el contrato para los Uckermann y salió de allí.

Dulce: Ya me voy Carmen, mañana nos vemos.

Dijo tranquila.

Carmen: Claro señora Álvarez, que tenga buena noche.

Simplemente Tú.Where stories live. Discover now