(Cancelada) Insistencia [R+18] Miraculous Ladybug

Juguemos un poco

- Pero Adrien, qué diablos no entiendes de que necesito hablar con mi amiga?? Es urgen...! - Los miró con detenimiento y se puso pálida. Abrió la boca grande y comenzó a gritar. - OH POR DIOS... Acaso están... Están haciéndolo? -  

*-*-*

- Alya... Qué haces aquí abajo? Fui a buscarte al baño como un idiota y no estabas allí... - Nino se apareció detrás de la morena, en calzoncillos y sin camiseta, tal y como había quedado en la habitación antes de que ella "huyera". Ella volteó y lo miró con la boca abierta por la escena que estaba presenciando antes de que él llegara, sentada en el sofá.

- Quería hablar con Marinette, pero está ocupada... - Fue lo único que se le ocurrió responder señalando a los chicos que seguían cubiertos por la manta. Adrien le tapó los ojos a la azabache para que no viera a su amigo en ropa interior, aunque Alya seguía en sostén.

- Amigo... Por qué no te llevas a Alya a la cocina, o a tu habitación, o a donde SEA? - Pidió a la vez que Marinette con mucha vergüenza y las mejillas sonrojadas espiaba a través de los dedos del muchacho.

- Necesito a mi amiga. - Insistió la morena.

- Vamos, Adrien, suelta a Marinette. Alya no se piensa mover de aquí a menos que hable con ella... - Nino cruzó los brazos, impaciente.

- Bueno, tengo varios puntos a destacar, chicos... Uno, Nino, vístete o vete. Dos, Alya, ponte una camiseta o VETE. Tres, VÁYANSE! - Adrien se estaba poniendo nervioso.

- Relájate hermano, tampoco es para que te pongas así... -

- Es que... - Se tomó la frente e inspiró, haciendo silencio durante dos segundos. - No se dan cuenta de que estábamos COGIENDO?! Por favor, váyanse! - Exclamó con intensidad. Alya se cubrió la cara avergonzada y Nino coloreó sus mejillas de rojo furioso al caer en cuenta de la situación.

- De verdad? En mi sofá? - Preguntó el moreno sacudiendo la cabeza. - Por dios, Adrien! -

- Ay, ya... Vayan a la habitación, por favor! - Pidió Marinette desde abajo de la manta, en una voz muy baja.

- Sí! Vayan a hacerlo ustedes y déjennos tranquilos... Ay, esto es muy frustranteeee! - Lloriqueó el rubio inclinando su cabeza hacia atrás para apoyarla sobre el respaldo del sofá y alzar ambas manos hacia arriba, fastidiado.

Alya frunció sus labios y suspiró. - Bueno... Cuando hayas terminado avísame, amiga. - Dio la vuelta y tomando a Nino de la mano se lo llevó en dirección a la cocina, sin antes agacharse y levantar del suelo la botella de vodka que todavía tenía un poco de bebida en su interior. Luego apagaron la luz de la sala para devolverles a sus amigos un poco de la privacidad que les habían quitado.

- Nena, vas a seguir bebiendo? - Nino tiró con un poco de fuerza del brazo de la chica que dirigía la botella a su boca.

- Mmm... Tienes razón. Tampoco me ayudó demasiado... - La apoyó sobre la mesa de la cocina y reposó su cabeza sobre sus antebrazos, sentada.

- Quieres subir a la habitación? Te prometo que no sucederá nada si no quieres. - El moreno acariciaba ese voluminoso cabello ondulado e intentaba mirarla a los ojos, pero ella seguía cabizbaja y con muchas dudas.

- Necesito hablar con Marinette primero, lo siento. -

- No hay problema. Yo te esperaré todo el tiempo que precises. - Le besó la frente justo sobre su lunar favorito y se sirvió un vaso de agua directamente del grifo, convidándole uno a la chica.

- Qué forma más horrible de interrumpirnos... - Desde la sala de estar, se quejó el rubio mientras corría unos mechones de cabello negro de la frente de Marinette. - Quieres continuar o prefieres ir a hablar con Alya? Yo creo que... Me puse un poco nervioso y necesito inspirarme nuevamente. - Alzó una ceja haciendo una mueca de disgusto.