(Cancelada) Insistencia [R+18] Miraculous Ladybug

Niñita

Después de un desayuno rápido y un intento fallido por parte de Adrien de terminar lo que estaban haciendo antes de que Nathalie los interrumpiera, Marinette aceptó que la alcanzaran hasta su casa en el mismo auto que llevaría al rubio hasta el estudio para la nueva sesión de fotos. Le rogó a Adrien que no la dejaran en la puerta porque ya eran demasiadas las explicaciones que tendría que darle a sus padres por llegar tarde como para sumar otra más de por qué se había bajado de un auto desconocido. Él accedió... Pero con la condición de que le contara a sus padres de su relación lo más pronto posible ya que el rubio no tenía intenciones de esconder nada. Adrien hablaría con su padre cuando él regresara de Italia.

- Nos vemos en la noche, mi Lady - Adrien susurró al oído de Marinette antes de que descendiera del vehículo, haciendo que un escalofrío la hiciera sonreír y tiritar al mismo tiempo que apoyaba sus pies en la vereda de la vuelta de la panadería, a unos metros de la puerta de entrada lateral. El auto arrancó y ella se acomodó lo mejor que pudo el vestido azul, buscó las llaves dentro de su bolsito negro e ingresó a su casa intentando no hacer ruido en las escaleras. Abrió la puerta del living y luego de comprobar que sus padres estuvieran en la panadería, subió hasta su habitación. Se sentó sobre su diván rosa, Tikki salió de su enredado cabello negro y quedó flotando frente a ella, observándola en silencio con una sonrisa tímida en su carita. Marinette se echó hacia atrás para caer de espaldas sobre el sofá y se tapó con ambas manos su rostro.

- Tikki... Todo lo que sucedió es real, verdad? -

La pequeña criatura de color rojo se acercó hasta ella y se posó sobre su pecho. - Claro que sí, Marinette... A menos que ambas hayamos estado soñando... Ahora entiendes todo, no es así? -

- No se si entiendo "todo", pero sí bastantes cosas cierran en mi cabeza. Tú ya lo sabías y no me lo dijiste... - La azabache alzó la cabeza para mirar con un poco de decepción a su kwami que se había sentado sobre ella.

- Lo siento, Marinette, no podía contarte nada... De hecho, ni siquiera sé si lo que ha hecho Adrien está bien... -

- Por qué lo dices? - La jovencita frunció el ceño, confundida.

- Por la seguridad de los dos. Ahora que lo saben... Todo será más complicado. Corren muchos más riesgos, y si Hawk Moth se llega a enterar también, y sobre todo que tienen una relación amorosa... Todo este amor que se tienen se puede volver en su contra. Pero intentemos que no suceda nada malo. -

- Entiendo. Por mi parte haré lo posible para que todo salga bien. Además... Sería estúpido que después de tanto tiempo pensando, soñando y sufriendo por la misma persona hiciera algo para arruinar ésto que no sé cómo llamar... Pero que todavía no puedo creer. Es una locura. - Se sonrojó al instante cuando recordó algo. - Tikki... Tú y Plagg... Anoche... Vieron todo?... -

- No te preocupes, estamos acostumbrados a la forma que tienen los humanos de satisfacer su deseo y apaciguar sus frustraciones. Si lo que quieres saber es qué pienso sobre lo que hicieron anoche... Solamente voy a decirte que tendrías que tener un poco más de cuidado. El amor es hermoso, y amar con el cuerpo y el alma al mismo tiempo lo es mucho más... Pero créeme que dejar al azar ciertas cosas, no es lo más conveniente, para ninguno de los dos, y mucho menos ahora. -

- A qué te refieres? - Marinette se sentó, se quitó los zapatos negros, se levantó del diván y caminó hasta el espejo que tenía en la esquina de su habitación a mirarse.

- No puedes embarazarte, Marinette. -

La azabache se puso de color bordó por la vergüenza y clavó una mirada letal a la kwami que ahora flotaba a su lado frente al espejo. - Qué... Qué dices, Tikki! Por supuesto que no voy a hacer eso! -