Clases de Anatomía

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Para STANOX  gracias por la paciencia nena

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Para STANOX gracias por la paciencia nena. Espero te guste. 💗

  Me acuerdo de como siempre mi abuelita decía sus viejos refranes: "Nunca digas de esta agua no ha de beber" o "El peor castigo del cuerpo es la legua". Y Nataly Summers nunca creyó en estos dichos más viejos que la maña de sacar fiado y no pagar, hasta que vivió en carne propia la satisfacción de tragarse sus propias palabras.

  Ella es una adolescente de tes blanca, tamaño promedio, cabello oscuro y ojos marrones estudiante de secundaria, una de las cosas que más odia es las personas prepotentes, creídas, egocéntricas, petulantes que creen que soy el centro del universo, que con tener un cuerpo perfecto y cara linda pueden hacer y conseguir los que ellos quieren; ejemplo de este Lance Tucker ese presumido niño de papi y mami como lo odiabas.

Todo comenzó un caluroso miércoles donde desde temprano absolutamente todo empezó mal pero al final del día obtuvo su lección.

  -Naty levanta te es tarde. Grito su madre entrando a la habitación de golpe haciendo que despertará exaltada con el cabello revuelto en la cara.

  -¡Mamá! Gruño fastidiada por el susto causado

  -Sin quejas apúrate y te preparas el desayuno que me canse de esperarte y llegaré tarde al trabajo. Salió de la habitación.

Te levantaste de prisa al baño se cepille los dientes, baño y me vestí escogiendo lo primero que encontré en el armario. Bajaste las escaleras yendo directo a la cocina y encontrar todo en silencio tus padres y hermana se habían ido, buscaste unos panes en la nevera y la mantequilla de maní cuando iba a juntarla a la rebanada viste el reloj y saliste corriendo al ver la hora puesto que era demasiado tarde y ya iba a pasar el autobús del colegio.

Por más que corriste  llegaste tarde ya había pasado maldecía y pataleaba; pero que más resignada te tocó caminar. Llego a la escuela cansada, sudada y con los pies doliendo pero todavía faltaba más.

Al entrar al salón a clase de literatura ya había entrado la profesora casi ni prestaste atención a la clase y todo iba bien hasta que pidió el ensayo; al buscar en la mochila afanada no lo encontraste, lo había olvidado. ¿¡Dios porque a mí!?

-Profe es que no lo traje, pero si lo hice créame!! Tratabas de convencerla pero no quiso darte una oportunidad. Tu sangre hervía de la rabia, el estómago te rugía, te dolían los pies, tus ojos ardían casi que me echaba a llorar en el asiento por el pésimo día que llevabas; aún así no te quedo de otra que seguirlo comiste algo en el comedor y descansaste un rato.

Ahora estabas en la clase de anatomía, el profesor hablaba sobre la pubertad y los cambios biológicos que ocurren en la adolescencia.

   -..... "La pubertad se refiere al proceso de cambios físicos en el cual el cuerpo de un niño se convierte en adulto, capaz de la reproducción sexual. El crecimiento se acelera en la primera mitad de la pubertad, y alcanza su desarrollo al final..." -¡Esto es tan vergonzoso! Pensaste mientras hacías los apuntes en tu libreta. -...Y por último harán un trabajo en pareja sobre las diferencias físicas entre el hombre y la mujer y no no escogerán a su compañero.

   -Aaahhhhh. Se escucho el quejido de parte de los alumnos. El Sr. Bates tomo la lista, empezó a emparejar y más quejidos seguían presentes en el aula. -¡Oh ojalá que no me toque la insípida de Amber!. Ella era La típica chica popular del instituto cabeza hueca. Rogabas. -Summers con... Ta ta.. Tucker. Ay no podría ser peor.

   -¿Que? Dijeron al unísono. Se miraron con repudio.

   -¡Hey, hey ya silencio todos o serán 100 páginas!. Sentenció el viejo cascarrabias de lentes. Sonó el timbre y pues no quedo de otra que aceptar la voluntad del maestro como siempre. Lance salió del aula con su mochila en el hombro, su típico chaqueta o chamarra azul que representaba a la escuela y su bien peinando cabellos castaño y sedoso.

  -Hey! Llamaste. -A donde crees que vas. Lo jalaste por el hombro.

  -Niña cuidado me arrugas la chaqueta. Sacudió su hombro en forma de asco hacia ti;  apretaste los puños conteniendo tú  a darle un buen golpe en la nariz.

  -¿Cuando vamos a hacer el ensayo? Preguntaste.

  -Dirás que tú lo vas a hacer. Respondió.

   -¿Como? No Tucker conmigo te equivocas o lo haces o no pongo tu nombre. Lo amenazaste.

   -Bien. Acepto el castaño resoplando.

   -Ok te espero en mi casa a las 3.

   -Nena si querías que fuera a tu casa solo tenías que pedírmelo. Expresó seductor guiñando el ojo. Rodaste los ojos diste la vuelta y saliste de la escuela refunfuñando.

  Llegaste a la casa almorzó, diste un baño y acostaste a esperar al dichoso Lance. Estabas sola tus padres todavía estaban en sus trabajos y tu hermano bueno quién sabe en dónde. Después de esperar, esperar y esperar al fin sonó el timbre fuiste a abrir.

  -Al fin es tarde son las 4:30. Reclamaste. -Es que no te funciona ese reloj grandísimo que tienes en la muñeca.

   -Ya, ya niñita o si no me voy! Le hizo señas que se callará mientras pasaba a la sala como Pedro por su casa, con ese caminar pausado y presumido.

  -Te aguanto nada más por la tarea pasa. Voy por la computadora. Comentaste y subiste las escaleras hacia tu cuarto y bajaste de nuevo.

Lance estaba muy cómodo en el sillón de piernas cruzadas, trataste de aguantarte las ganas de darle unos cuantos lepes. Pero tenían que seguir en su tarea.

   -No necesito esto, ya conozco el cuerpo perfectamente de una mujer. Dijo presumiendo.

   -No me digas entonces haz el informe apuesto que saldremos excelente! Hablaste con cinismo.

   -Claro que si ¿no me crees? Lo pongo en práctica si quieres. Contraatacó Tucker con cara de prepotencia.

   -Entonces hazlo te reto. Lo miraste con picardía, entendías perfectamente sus intenciones y quisiste seguirlas, la verdad ya no aguantabas eso que llevabas por dentro, ese odio hacia Lance; no era más que disimulo por el deseo reprimido, esa atracción sexual  que te pedía tu cuerpo.

  Segundos después estabas justo como siempre lo imaginabas y como él quería desde hace mucho tiempo. En cuatro llenándote toda gimiendo una y otra vez.

   -Ahhh sigue Tucker. Gritaste jadeando de rodillas en el sillón.

  -Y esto se le llama reproducción. Dijo mientras te penetraba duro. -¿Quien es tu papi?

   -Tú Lance tu. Le respondiste y su ego crecía.

  - Y esto se llama clitoris tu hermosa zona erógena. Sus dedos expertos te daban placer. Y dio una nalgada y lo sobó tus nalgas eso te excito aún más. -Oh nena me encanta tu culo.

  -Mmmmm eres un puto Maestro sigue más duro. Pediste embriagándote de esa corriente que sentía tu cuerpo, tus caderas se movían complementando los de Lance y los espasmos aumentaban conforme a los movimientos.

  -Eso eres una perrita traviesa acaba para papi. Sus sonidos guturales provenientes de su garganta reflejaban que estaba a punto de correrse igual que tú. Así fue ese ese glorioso orgasmo los dejo exhaustos en el piso.

   -¡Te lo dije, soy el mejor! El número 1. Comento prepotente recuperando el aliento.

   -Fue maravilloso! Exclamaste respirando profundo. -Me encanto esta clase de biología.

   - A mi también, vaya que te lo tenías guardado. Dijo con una mirada seductora.

   -Sí, así es, soy una golosa y quiero más. Te subiste en el para volver a deleitarte en las profundidades de la lujuria.

Saludos mis lectoras. 😘
Se les quiere. 💜
Emily 🌈

ONESHOTS | Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora