CAPITULO 50 Desprotegido

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- Tomará represalias muy serias contigo. Las bromas son entre ustedes, en el gimnasio estaba Emmanuel, Lipnicki, Lachowski y Knefz. Pero te va a arrancar el bello anal, pelo por pelo, solamente porque el cubano estaba allí.

- Sí, también me jodió que ese imbécil esté ahí. Pero era una valiosa oportunidad, y no habría terminado bien si lo echaba del sitio. Francisco no es muy violento, así como el negro - se refirió al nigeriano - Ya lo escucho en mi cabeza, taladrando el coco "El puño no hará entender lo que no sabes decir con palabras"...

- Y tiene la razón.

- Callate, no te hagas el testigo de jehová ahora, que el otro no va a fajar igual.

Jimin no estaba sobre la puerta para cuando Calleri se movió de ella, y entonces sucedió; el huracán Antonio había ingresado al cuarto del argentino con los ojos inyectados de furia y vergüenza.

Parecía mentira que justo cuando él se movió, éste ingresara de lo más tranquilo, como si hubiese estado al acecho, esperando su momento.

- Antonio - abrió los brazos el argentino, y el primer puño lo tiró en la cama de Jimin.

Con el ante brazo, el moreno mayor se limió la inexistente sangre de su labio, y miró con una sonrisa ladina a su amigo, lleno de superioridad.

- ¿De verdad queres que sea así?

- Te voy a ponchar - sinceró rojo, el pelinegro - Reza a la virgen de Guadalupe... Y ojalá se apiade de tu alma.

El ligeramente más bajo se arrojó contra el de tés morena, y éste levantó el pie a la altura del pecho del blanco, empujándolo lejos y poniéndose en guardia a tiempo para defender su rostro de otro ataque directo del mexicano.

Los golpes iban y venían con una brutalidad digna de enemigos, Jimin abrió los ojos, nervioso y confundido trató de salir para buscar ayuda a los otros, pero una mano se posó en su frente, deteniéndolo antes de que huyera de la escena.

- ¿A dónde, tan acobardado? - sonrió malicioso Phillipp Knefz.

- ¡A buscar ayuda! - rebeló desesperado - Yo solo no podía parar esto, por favor phil...

- Ellos no van en serio - colocó ambas manos en sus hombros, sonriendo abiertamente, girando el cuerpo más bajo de Jimin - De lo contrario el argentino no se estaría riendo.

Park miró la riña una vez más, y efectivamente quedó anonadado cuando notó la amplia y furtiva sonrisa de su moreno y alto amigo, sin comprender por qué le divertía una situación así, cuando el mexicano estaba tan enfurruñado que no medía lugares ni fuerzas.

- Son como dos críos - susurró Knefz, con un tono gracioso - No sé cómo será en tu país, pero al parecer, en América, los hermanos se llevan así.

Y era cierto, él no lo entendía del todo porque Jibin y él no eran de éste modo, tampoco Taehyung y Seokjin, quizás ninguno de sus allegados lo eran, más no parecía una relación del todo despreciable, porque ellos, aparentemente, se divertían de ésta retorcida e insana manera.

La pelea terminó con un Calleri tendido en su cama, buscando respirar con claridad, cansado y con el cuerpo malogrado, quizás mucho; Jimin sinceramente esperó que estuviese contento con lo que había conseguido, y para cuando trató de acercarse a valorar el estado de su compañero, fue jalado del cabello.

Y la adrenalina se disparó de nuevo por su sistema.

- ¿Qué?...

- A poco te creíste que te me habías pasado, wey - contó con los ojos llenos de malicia, el mexicano.

TRATA de no enamorarte [YoonMin]Where stories live. Discover now