TRATA de no enamorarte [YoonMin]

CAPITULO 27: Reflexiones y heridas ✓

Desde que llegó al palace, Jungkook jamás se había sentido tan solo como en esa noche absurdamente helada, tanto que incluso se echó encima uno de los cobertores de Yoongi, en realidad todo el juego de ropa de cama era del rubio, porque la cama ya le pertenecía al mismo; Kook se refugiaba de la soledad en el aroma y el calor imaginario de Yoongi.

Tenía mucho miedo a la noche, la oscuridad, los ruidos externos, el viento feroz del desierto, los animales que quizás podrían (o no) existir en la zona; ojalá existieran, porque de lo contrario Jungkook se niega a saber el origen de los sonidos que oía y le habían sentir atormentado.

Temblaba bajo todo ese montón de sábanas, tenía escalofríos, se sentía ansioso y sus malditos pies no se calentaban. Él entendía, no era el clima lo que le molestaba sino la soledad, la ausencia de Yoongi en la habitación que se había convertido en una fortaleza para él, Yoongi la había vuelto eso para que él se estuviese seguro, a salvo.

Pero cualquier muralla necesitaba guardias y el suyo no estaba ahí, las habitaciones no solían cerrarse a excepción de ésta, por los "tratos especiales" para el rubio; sin embargo estar con seguro hacía sentir preso a Jungkook, no importa si tenía la llave a si alcance, tenía tantos problemas mentales para estar a solas, como en compañía, desde que fue "capturado". Después de Alexei, ya no quería conocer a nadie cuando antes, encerrado, quería hablar con quién sea..

No sé reconocía a si mismo, mucho menos podía entender sus sentimientos o qué quería; Jungkook nunca tuvo inconvenientes al socializar cuando era libre, podría decirse que era hasta amigable, pero luego fue retenido en una bodega completamente oscura, fría y a solas por mucho tiempo a su parecer. Después de que abusaran de él nació la apatía para conversar con cualquier desconocido, no sabía qué podía encontrarse y sinceramente le daba miedo intentar... ¿Dónde estaba Yoongi?

De cubrió la cabeza mientras apretaba los ojos. Cuánto odiaba la dependencia molesta que generó desde el daño que le hicieron, se sentía horrorosamente inútil y vulnerable, sin Yoongi a su lado a la intemperie, expuesto a calamidades. La peor parte es que no podía cambiar nada de ello y además de inservible sólo podía sentir impotencia.

No tenía control sobre nada.

La calidez del corazón rubio le habían ayudado a sacar gran parte de esos sentimientos de abandono, angustia y desahucio, incluso podía estar bien en el día por su cuenta, no hacía falta sofocar a su Hyung. El verdadero problema se presentaba en la noche.

No podía tolerarlo, se había vuelto inevitablemente nictofóbico, estar solo lo ponía inquieto y alerta, la oscuridad ansioso, pero sumando el frío le causaba terror; no había manera que no recordara o su piel volviera a estar encerrado de nuevo dentro de aquella bodega, esperando en vano que alguien venga, que si mamá lo encuentre.

Jungkook veía la noche amenazante y helada, cuando quizás no estaba tan frío ni tan en peligro, pero de nuevo estaba claramente traumatizado, y aunque pudiese ser racional para darse alivio y descanso mental, no podía evitar las reacciones de su cuerpo, que tenía memoria propia, y el temor nuevamente ascendía sádico y verdugo hasta calar en sus terminaciones nerviosas.

¿Y cómo no temer?

Estaba completamente solo en las instalaciones, muy pocos guardas quedaron y, por suerte y desgracia, lo habían dejado encerrado en la zona de "prostitutos" porque ellos se tomaban unos días cuando llegaba tiempo de Zahara. Estaba tan desolado el sitio, que si tuviese la valentía de salir del cuarto, todavía existían obstáculos para Jungkook; el silencio tintineante, el silbido del viento, las tinieblas de la oscuridad de los corredores, él sin compañía, nadie que lo socorra si otro guarda intenta algo; el simple pensamiento petrifica sus inexistentes esfuerzos, ni siquiera se mueve cómodo dentro de la misma cama, cubierto hasta la cabeza como un niño que le teme al hombre de la bolsa, no quería sacar ni un pie por miedo a ser jalado.