CAPITULO 12: Herido ✓

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Cuatro días después de que Yoongi enviara al diablo a Jimin, junto con todos los pocos avances que habían logrado (que perdió inicialmente para ganarlos más tarde y actualmente volver a perder) en cuanto a la convivencia con su compañero y que ésta sea llevadera, dentro de todos los "pero" en su relación social; Jimin se sintió inevitablemente herido y degradado de tal forma, que fueron noches las cuales no se presentó al cuarto en común compartido, y en cambio se quedó a dormir en la habitación de su nuevo amigo de origen argentino. Sin consentimiento del mismo amigo, claro.

En cualquier otro momento le habría resultado gracioso la sola mención de que él podría echar de menos alguna otra persona que no fuese Chaerin, su madre, o hasta Alexandra, pero para su ingrata sorpresa, fueron noches heladas las que acontecieron sin Jimin cerca, pese a que no tenía nada que ver su presencia con la temperatura del ambiente; solo era él sintiendo el vacío del cuarto.

Entonces el rubio, por fin, se dió cuenta que comenzó un proceso de costumbres nuevas junto a Park, aún cuando se repetía todos los días que no le convenía. Comenzó inconscientemente acostumbrarse a ciertas mañas, tendencias y actitudes de Jimin, que todavía siendo insignificantes detalles, le hacían notar su ausencia a pasos agigantados.

Alguno de tantos ejemplo podía  ser: dormir con la luz del baño encendida porque Jimin era el último en ir y olvidaba apagarla, buen podía Yoongi levantarse para apagarla con todo el pesar de su pereza, pero Jimin se levantaba nuevamente por la madrugada y se chocaba con todo a su paso, semidormido. Esperar a dormirse a medianoche o pasada esa hora, porque su compañero no regresaba temprano a descansar,  siempre despertandole aún en su profundo sueño y cansancio, cuando encendía la luz para cambiarse la muda de ropa a una de cama. Tapar la pasta dental porque el aniñado despistado e idiota de Jimin lo dejaba todo así nada más. Cerrar adecuadamente el grifo  del  baño que impacientaba hasta el desquició a  Yoongi, porque Park, en su apuro por hacer lo que sea, hacía la simple tarea a medias en cualquier hora del jodido día, perturbando la calma, paz o somnolencia del rubio; yendo al baño después de Jimin solo para cumplir con esa pequeña y tonta función. Levantar las prendas que el chico dejaba desperdigadas por doquier, porque pese a ser un mocoso recluso de su vida y prostituido, todavía tenía desórdenes de adolescente quisquilloso y solo por eso Yoongi lo dejaba ser. Tirar la cadena del trono cuando el menor lo olvidaba y solamente orinaba (gracias al cielo, olvodandolo solo en esa ocasión). Oírlo roncar levemente a las dos am, para cerciorarse de que sería una buena noche para él, susurrando un pequeño "buenas noches" que nunca era respondido, sintiéndose secretamente complacido al estar acompañado. Noches en las que le tocaba oír los balbuceos incoherentes que robaban más de una risilla discreta al Yoongi como caballos azules que cambiaban de color sus colas de acuerdo a la comida y él siempre le daba moras; que la luna era tan bonita que si fuese un chico él sin dudas lo besaría, aún si la danza se ponía celosa (especulando que era personificada el arte por igual); que Nutella y cebolla fácilmente podrían ser veneno, Yoongi se cuestionaba en qué momento y qué clases de circunstancias le harían comer tal mezcla; o los jadeos extenuados y caminos  tras "correr" porque la señora de junto  le forzaba a comer sus dulces galletas, y él ya no quería  continuar criando mejillas para que la misma mujer las pellizque.

Pero como los sueños divertidos, también tocaban las pesadillas hórridas y vividas, posiblemente reflejos de lo que le ha tocado pasar en su vida; y solo el simple pensamiento le dañaba a pequeños pinchazos de aguja, el corazón que no era tan de acero como creía: sollozos asustadizos y quéditos, acobachado en sus mantas; toser como si estuviese siendo asfixiado o suplicar pequeños y lastimeros "por favor, por favor" y "no me lastimes más" estremecían hasta el último de sus cabellos poniéndolo de punta, entristeciendo su lúgubre pero cómodo espacio cuando  la habitación quedaba en silencio, obligado por una fuerza involuntaria a ponerse de pie y acariciar la cabellera castaña con delicadeza hasta que el cuerpo moreno perdía tensión y él regresaba a su cama; lanzando zapatos o despertando a Jimin cuando pedía auxilio desesperado y sin aire, despertando a un asustadizo y traumatizado Yoongi cuando le oía, de pronto, aullar de dolor entre sueños y llorar escapatoria. No quería ni siquiera imaginar la mierda que le hicieron en Rusia, y sin embargo lo lamentaba como si fuese él quien lo condenó.

TRATA de no enamorarte [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora