Capítulo 26- 태국

Magsimula sa umpisa
                                    

JungKook se desconectó sin abrir la conversación, había leído el mensaje por la barra de notificaciones.

Nunca había sido un chico que resaltase en la escuela, había tenido amigos, sí, pero siempre eran 2 o máximo 3, y el hecho de que alguien gustara de él era algo a lo que no estaba acostumbrado.

Por lo consiguiente, no sabía como rechazar a alguien.
Se sentiría mal si le hacía daño a BamBam, pero no le quería.

Contestó los mensajes de sus hyungs aún sin abrir la conversación del chico y se fue a dormir.

...

JungKook despertó al mismo tiempo que el mayor, ese día era por fin Viernes, el día en el que se reuniría todo el grupo al fin. Los menores tenían muchas ganas de ver a sus mayores.

Habían decidido que se verían en la casa de JiMin a las 6:30 p.m, por otro lado, Min YoonGi pasaría por el de cabello rosado a la salida de la preparatoria aprovechando que tenía esas horas libres.

Se sentaron a desayunar y después de arreglarse pasaron por el mayor de los tres.

––¿Me veo bien? ¿No es demasiado? ¿Huelo bien? Oh dios ¿Y si para el final del día huelo mal? Por suerte llevo perfume y desodorante en la mochila. — JiMin era una mezcla entre una chica de quince años totalmente emocionada y un manojo de nervios.

––Calmate, le encantas a YoonGi. — dijo TaeHyung tocando el hombro de su amigo en un intento por tranquilizarlo.

––Además, te ves genial, no tienes porqué preocuparte. — corroboró JungKook sonriéndole.

––Lo siento... Quiero que todo salga bien. — se disculpó mordiéndose el labio.

––Está bien estar nervioso, pero calmate hombre, estoy seguro de que todo irá genial. — JiMin les sonrió, agradecido por tener amigos tan geniales.

Entraron a la preparatoria y el menor hizo todo lo posible por evitar el contacto visual con BamBam.
Se sentía incómodo después de lo que había pasado la noche anterior, no quería lastimar al chico, pero tampoco iba a mentirle.

Entraron a sus aulas cuando el tiembre sonó y el día transcurrió de manera normal.
Los profesores estaban cumpliendo con lo que el prefecto había prometido que harían, no recibía notas gracias a la constante vigilancia de los maestros y maestras, y la verdad, no podía estar más agradecido.

Sin embargo, aún estaba la posibilidad de que lo molestaran por mensajes.
Tal vez tú me entenderás, cuando te digo que ser una persona con baja autoestima no es fácil, y es aún peor cuando un grupo de niñatos estúpidos te molestan y recuerdan todos los pequeños fallos que haz tenido.

Básicamente eso es lo que le estaba pasando al pelinegro, se estaba ahogando en los comentarios de la gente.
TaeHyung y sus amigos eran como... Como una bocanada de aire.

Como si llevara horas ahogándose y ellos le permitiesen llenar sus pulmones de aire para después ser obligado a ahogarse de nuevo, pero aún así, esas bocanadas lo mantenían vivo, y feliz incluso.

No importaba cuánto tiempo pasara, esos 6 muchachos siempre serían sus salvadores, y él estaba infinitamente agradecido por ello.

La hora de la salida llegó y JiMin comenzó a apretar con sus puños el suéter de lana que llevaba.

––¡Está ahí! Oh Dios... — chilló el pelirosado cuando vio a YoonGi con los audífonos puestos y recargado en la entrada.

––Pues será mejor que te apresures. — dijo TaeHyung señalando con la cabeza a un grupo de chicas que no paraban de ver al pelinegro y reír como tontas.

––Tienes razón. — respondió riendo el más enano. —Bueno, me voy.

––Suerte. — dijo la pareja al unísono con una sonrisa mientras veían al más enano alejarse para reunirse con Min YoonGi.

Ambos chicos se saludaron y salieron de la preparatoria conversando mientras sus menores los veían con orgullo y cariño.

JungKook notó una mirada clavada en su nuca. No quería ver quién era la persona que lo estaba viendo, no estaba dispuesto a arriesgarse a hacer contacto visual con BamBam.
Le había costado demasiado no toparse con el chico durante todo el día, estaban en el mismo salón, por lo que se había refugiado en los libros todo el tiempo.

––¿Nos vamos? — preguntó un poco nervioso.

––Claro. — TaeHyung tomó su mano y le sonrió mientras comenzaban a caminar.

Salieron de la preparatoria por fin y caminaron hasta la parada del autobús.

...

La tarde pasó rápidamente para ambos. Tenían muchas cosas que hacer en sus trabajos y JungKook en su grupo de baile, por lo que en un parpadeó se les fueron las horas.

Estaban cansados, pero aún así fueron a la casa de JiMin, necesitaban estar con sus amigos, les hacía falta.

TaeHyung había pasado a ver a su familia como era habitual y les había contado alegremente lo que había pasado con el menor.
Ellas decían que eran demasiado tiernos y que esperaban que su relación durara mucho tiempo.
El castaño quería lo mismo.

Cuando llegaron a la casa de JiMin, los gritos se escuchaban desde afuera.

—¡Park JiMin bajate de la espalda de HoSeok! ¡YoonGi, despierta! ¡NamJoon no toques ese jarrón! ¡¿Por qué son así conmigo?! — Los gritos de SeokJin hicieron explotar en carcajadas a los menores, y cuando por fin abrieron la puerta, se sintieron en casa.

In the rain. (Vkook/Taekook)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon