-No me refiero a esa, me refiero a la que no concluimos en el camino, tienes cosas que explicarme- la voz que había usado le había puesto la piel chinita al elfo y tragó nervioso.

Celebrían y Lólindir entraron al comedor y suspiraron aliviados al ver que el rey y su hijo aun no llegaban, se acomodaron en las sillas y segundos después Legolas entro al salón.

-Buenos días- saludó el príncipe

-Buenos días- respondieron al unísono Lólindir y Celebrían

El Rey apareció momento después y todos se pusieron de pie para recibirlo. El desayuno pasó tranquilo, hablaron un poco y parecía que Lólindir tenía muchas cosas en común con Legolas, esto alegró a la princesa pues no quería tener ningún problema.

-Bien- comenzó a decir el rey cuando todos terminaron sus alimentos- Acompáñenme- pidió y los tres elfos lo siguieron

Llegaron a un salón amplio con una mesa al centro, había muchas ventanas en las paredes, por lo que estaba bastante iluminada. Los elfos se acercaron a la mesa.

-Bien, tu padre me explicó la situación- comenzó Thranduil- Debó decirte que no me interesa saber más que lo necesario, solo hay un problema, mis capacidades solo podrán entrenarte con uno de los poderes- los ojos del rey estaban fijos en los de la princesa- Podre ayudarte a desarrollar tu habilidad de telequinesis, pero en cuanto a los otros dos, tu padre ya encontró la solución- Celebrían asintió a las palabras del Rey, pero se sentía incomoda por que Legolas estaba escuchando todo.

-Entrenaremos tres días a la semana- ordenó Thranduil- Los demás días tu decidirás que hacer con ellos, pero no te sobre esfuerces- y dirigiendo su mirada a Lólindir agregó- Espero que nos ayuden también con la vigilancia y la exploración, y si no hay ninguna duda pueden irse- Y al ver que la princesa iba a preguntar algo agregó- Empezaremos la semana que viene, si es lo que ibas a preguntar, reponte bien del viaje, necesitaras mucha energía- La princesa asintió y los tres jóvenes salieron del salón.

*.*.*

-Aquí están- dijo Legolas señalando a dos caballos. Después de haber visto al rey los visitantes le habían preguntado por sus caballos y él los había guiado al establo

-Fouks- dijo Celebrían acariciando a su caballo cariñosamente

-¿Les apetece un recorrido por la ciudad?-Preguntó Legolas después de un rato.

Lólindir vio a Celebrían y al verla sonreír aceptó la oferta. Los tres comenzaron recorriendo las calles del pueblo, los niños se acercaban a los extraños y los demás elfos hacían reverencias al príncipe, Celebrían sonreía a todo mundo y estos le sonreían de vuelta. Conversaban animadamente cuando una voz chillona los interrumpió.

-Legolas- llamó una elfa, Celebrían la recordaba, la había visto la noche anterior, Lúthien si no le fallaba la memoria- Legolas ¿Qué te trae por aquí?- preguntó la elfa

-Les doy un recorrido- dijo cortésmente el príncipe, aunque se notaba fastidiado

-Oh, qué suerte, ¿Puedo acompañarlos?- preguntó la chica esperanzada

-No sé, ¿Qué dicen chicos?- les preguntó el príncipe, pero les hizo una mueca de que dijeran que no

-Perdón, pero...- comenzó a decir Celebrían, pero no sabía que decir

-Ya terminamos de recorrer el pueblo, Legolas nos llevara al bosque- la salvó Lólindir- No creo que sea un buen lugar para una dama- dijo sonriendo

-Pero ella va- cuestionó Lúthien señalando a Celebrían- ¿Qué no es una chica?- preguntó comenzando a enfadarse y la aludida frunció el ceño por el comportamiento de la elfa

El Señor De Los AnillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora