Eradan, Trancos y el Bosque Negro

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Habían viajado casi todo el día, y ambos jinetes morían de hambre. Uno de ellos fue deteniendo la marcha y el otro lo imitó.

-Celebrían, es mejor comer algo- dijo Lólindir cuando su amiga se acercó a él.

-Tienes razón, por mucho que lo intentemos no llegaremos a la siguiente aldea hoy- suspiró resignada la elfa- busquemos un lugar donde pasar la noche- y ambos comenzaron a recorrer el lugar, encontraron un sitio perfecto entre un grupo de árboles, los escondía de la vista del camino y las corrientes de aire no entraban muy fuertes. Ambos ataron las riendas de sus caballos a uno de los árboles y se dispusieron a preparar algo para cenar.

-Lólindir, prende el fuego- dijo la chica llamando a su amigo

-Claro, la princesa no puede hacerlo- dijo sarcástico

-Sigue y esta princesa te dejara sin cenar- dijo amenazadoramente Celebrian y una risa de parte del elfo se escuchó

Cenaron en silencio y esto para Celebrian era sospechoso, su amistad iba decayendo desde que su padre le dijo que tenía que marcharse y eso le causaba mucho dolor.

-Ya dime que ocurre- dijo la princesa y Lólindir la vio confundido-No te hagas, ¿qué me ocultas?, ¿qué pasa que parece que me evitas?- Esto pareció disipar la confusión de Lólindir pues bajo la mirada apenado

-No pasa nada, sol...-dejó de hablar al ver la mira que le daba Celebrían- Esta bien, tengo que decirte algo, pero tendrás que calmarte y dejarme hablar hasta el final, ¿está claro?- el elfo había hablado tan fuerte que Celebrían se tensó y solo afirmó con la cabeza.

-Escucha, después de todo lo que paso con el montaraz-comenzó Lólindir.

-Aragorn- lo interrumpió Celebrían pero se calló al ver la mirada fulminante que le daba su amigo.

-Después de eso estuviste muy mal y no solo tú, también tu hermana, por tu cambio de actitud con ella, sé que dirás que se lo merece, pero no es así... ella está en verdad arrepentida por todo- Lólindir hablaba calmadamente, pero aún se escuchaba la inseguridad en su voz- Pero no es eso lo que quería aclarar, Celebrían siempre estaré contigo y lo que diré no cambia mi amistad, no me alejare ¿está claro?- Celebrían volvió a asentir confundida- Estoy enamorado, muy enamorado de..- Un sonido fuerte los distrajo, alguien iba hacía ellos y ambos se apresuraron a tomar sus armas.

Un hombre encapuchado se apareció de entre los árboles y quedó frente a ellos, el desconocido se quitó la capucha y reveló a un joven montaraz.

-Identifícate- ordenó Lólindir apuntándolo con su espada

-Tranquilo-respondió el hombre- mi nombre es Eradan, un Dúnedain- se presentó -Me separe de mi compañero y no logró encontrarlo-

-¿Tu compañero?- dijo Celebrían- OH, que groseros, él es...- comenzó a presentar a su amigo, pero el elfo la interrumpió

-Taurnil- completó el elfo y le dirigió una mirada intensa a la chica, la cual captó el mensaje- y ella es mi hermana Nindë

-Un gusto-respondió el montaraz- Es extraño ver a elfos por aquí

-Sí, extraño- fue lo único que respondió Celebrían- Pero ya que te has perdido, ¿Te gustaría quedarte con nosotros?, dudo que puedas ver algo con esta oscuridad- invitó la elfa recibiendo una mirada de reprobación de su protector, pero que ella ignoro olímpicamente.

-Sera un placer mi señora, si a su hermano no le molesta- dijo el montaraz al notar la mirada del elfo

-Claro que no, a Lól... - comenzó a decir, pero se calló al recibir un codazo- digo a Taurnil no le importa, ven- dijo mientras ayudaba al joven a acomodar sus cosas.

El Señor De Los AnillosWhere stories live. Discover now