La historia del helado

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    Hice una pausa y sonreí recordando lo feliz que era entonces. SEUNGRI me escuchaba atento sin decir una palabra. Suspiré y proseguí...

    "Un día, PAPÁ llegó del trabajo y yo estaba muy triste, pues nuestra mascota había sufrido un accidente y casi muere, y todo había sido mi culpa. Yo no cerré la puerta cuando salí y el pequeño GAHO me siguió, era un cachorro de Sharpei hermoso. Cuando noté qué me seguía quise tomarlo para llevarlo adentro, pero él corrió a la calle y una bicicleta lo arrolló. Yo me asusté mucho, aunque solo se lastimó una pata."

    "PAPÁ al verme tan triste me ofreció salir por un helado, yo no tenía muchas ganas, pero él me dijo que me llevaría a un lugar especial donde hacían el mejor helado del mundo. Al principió lo dudé, pero él sonaba tan seguro qué me convenció."

    "Al llegar, PAPÁ le dijo a la señora que yo había tenido un mal día y que necesitaba un helado especial, uno que se llevara mi tristeza y me trajera felicidad. La señora sonrió y luego me miró con ternura y dijo: -¿Lo quieres de vainilla o chocolate? - yo no estaba seguro de qué era lo que hablaban, así que pedí de vainilla."

    "Cuando regresó , la señora sirvió dos copas, una para mí y otra para PAPÁ, él lo tomó primero y lo saboreó como si fuera el postre más delicioso que hubiera probado en años, luego yo lo probé y no sé que tenía qué me supo diferente, fué como si algo mágico le hubiera sucedido a mi boca. De pronto no sentía más tristeza, me sentía feliz de qué PAPÁ y yo estubieramos comiendo el mejor helado del mundo. Desde entonces se volvió nuestro secreto. Cada vez qué alguno de los dos se sentía mal, ibamos a ese lugar a comer el mejor helado del mundo que cambiaba la tristeza por felicidad. Fué la época más feliz de mi vida, luego todo se derrumbó."

    "Cuando empezaron los desmayos, PAPÁ se preocupaba más por mí, me cuidaba mucho y me demostraba más su amor, hasta qué llegué a la adolescencia, ahí todo cambió. En el momento qué descubrieron que me pasaba, PAPÁ comenzó a verme diferente."

    "Al principio no me lo dijeron, pero yo sabía qué algo pasaba. No me dejaban salir más que a la escuela y todos los días debía tomar vitaminas, incluso hubo un tiempo en el que me prohibieron ver a BAE, aunque igual ibamos a la misma escuela. Después vino la peor parte, pasó lo de DONG WOOK y tuve otra crisis, la primera realmente importante. Dormí por dos días y luego de eso tuve que confesarles a mis padres qué fue lo que pasó."

    "PAPÁ no podía creerlo, negaba y maldecía, se fué de la casa por una semana. MAMÁ no dejaba de llorar, me abarazaba y me decía que todo estaría bien, que él lo aceptaría, que solo necesitaba tiempo, y fué cuando me lo explicó todo."

    "Yo quise morir, sentía qué nadie me aceptaría siendo así, pero MAMÁ me dijo algo qué me hiso cambiar de idea. Me dijo que una persona tiene un destino por una razón, qué si Dios me había hecho así, era por qué había alguién que así me necesitaba, qué un día encontraría una persona qué sabría valorar todo lo que yo era y qué esa persona me amaría tal y como soy porque yo sería la parte que a él le faltara."

    "Fué ella la qué me apoyó en todo ese proceso de aceptación, y fué ella la qué me ayudó a salir adelante por mi mismo y aunque no siempre estamos juntos, yo sé qué siempre puedo contar con ella para todo."

    "Mi padre en cambio, se apartó de mí poco a poco, me veía como a un fenómeno. Fué difícil cuando regresó a casa, las cosas no fueron lo mismo con él, el trato fue diferente, él ya no me veía igual. Mi hermana ahora era el centro de su atención."

En el brillo de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora