Capítulo 18

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...¿¡En dónde está!? — Es lo único que logro captar.

— Paso algo — Le digo poniéndome de pie. Ya estoy nerviosa y en estas situaciones comienzo a imaginarme cosas horribles. Logan pone su dedo índice a sus labios indicándome que guarde silencio.

— ¡Okey voy para allá!

Cuando cuelga la llamada tiene el semblante molesto.

— Te llevare a tú casa. Paso un problema.

— Quiero ir — Ni siquiera pensé lo que dije. Solo sé que cualquier cosa que haya sucedido quiero estar con él. Maldito amor.

— No creo que sea buena idea.

— Pase lo que pase quiero estar contigo.

De camino a casa me quedo observando los árboles y las casas pasar, a través de la gran velocidad en que transcurrimos.

Logan no quiso que lo acompañara, según dice, al lugar donde él irá es un sitio de mala muerte y con la facha con la que estoy no sería bueno llamar la atención de los hombres. Pero aún me siento mal, quería estar con él darle mi apoyo y ayudarle en lo que más pueda.

Desciendo de la moto y nos quedamos viendo por unos minutos, no sé qué decirle, nunca antes estuve en algo tan sustancial para él. Me siento molesta porque él nunca quiere, que yo esté en algo que tenga que ver con su familia o amigos cercanos, aún no lo conozco del todo y es fuerte darse cuenta de eso. Antes de que pueda girarme, él me sostiene y planta un beso en mis labios.

— No te molestes, se porque lo hago.

Con la cabeza gacha, asiento intentando comprender sus palabras.

— Buenas noches.

— Lindo sueño pequeña.

Y sin más, me aparto de él no volteo a verle en ningún momento, su mirada es mi debilidad. Subo como puedo las escaleras, escuchando como enciende su moto y desaparece por la avenida.

Al día siguiente, un sonido detestable me despierta de golpe.

Estúpida alarma.

Me ducho como puedo y me coloco lo primero que encuentro en el armario. Me despido de mis padres, y subo al bus para pensar y estar un rato sola. Le envió un mensaje a Lind para que no vaya a buscarme. Al llegar a la uni, me dirijo a la primera clase y no le prestó atención, así como entre me fui.

Las horas se fueron extremadamente rápido, en algunas ocasiones vi a las chicas pero no hablamos mucho ya que estamos ocupadas, con proyectos, entregas de trabajo, y los exámenes que empiezan en dos semanas. Al que no vi por ningún lugar fue a Logan y no tuve la intención de llamarlo, pues después de todo fue él quien salió a resolver su "asunto".

Decido irme a un parque cerca de la uni, para estar sola y de paso ver el atardecer. Sentada debajo de un árbol, empiezo a pensar. Pero como siempre soy interrumpida, y es nada más y nada menos que Austin el futuro empresario.

— ¡Mi querida Jessie!

— Austin que sorpresa. — Le digo poniéndome de pie, y dándole un fuerte abrazo — ¿Cómo has estado?

— Muy ocupado, estos últimos días son un martirio. Tengo que entregar un análisis financiero y aun no termino, además tengo que hacer una entrevista a un empresario famoso, sobre como sostiene los activos y los pasivos....

Y en ese momento, no entiendo nada de lo que me dice. Pero como es descortés no prestar atención, finjo en que me interesa, y asiento dándole la razón.

—... Y por eso es, que no se debe tomar un debito sin asegurar la garantía que obtendrás del negocio.

— Interesante.

— Creo que te aburro, con mis cosas.

— Como dices eso. — Si me aburres cállate un momento, que no me importa cómo se hace un plan para las finanzas del estado. — Es...Fantástico, ahora se mas de números.

— Eres increíble. Jess quiero preguntarte algo.

Me invitara a una cita, está mirándome fijamente y mueve sus manos muy rápido demostrando que está nervioso — Puedes escuchar lo que te dirán por una vez en tú vida. — La voz en mi cabeza ya hablo señoras y señores, a escuchar lo que Austin dirá. Pero si es una cita no respondo. — Que te calles, y escuches.

— Jessie, me escuchas. — Parpadeo varias veces, para asegurarme que no estoy discutiendo conmigo misma, sin duda estoy más despistada que Dora la exploradora.

— ¿Amm que decías? — Sonrió con inocencia.

— Si aceptas. — Me está invitando una cita — Ir conmigo a la entrevista que le hare al empresario.

No me imagino la cara que debí poner, pero sé que no fue linda. A una entrevista, que romántico (sarcasmo).

— ¿Y qué dices?

¿Qué digo en serio Austin? Aunque también es mi culpa por hacer deducciones antes de tiempo. Y qué bueno que no es una cita, él es un buen chico, pero no me imagino saliendo con él.

— Pues...

— Sé que, te sorprendiste que yo te dijera algo así. Pero necesito ir con alguien que conozca y sea honesta, no le digas a nadie... Pero estoy nervioso.

— Tranquilo es normal en las personas, sentir nervios. — Le digo para tranquilizarlo.

— Pero no en mí. Él es el empresario más importante de la ciudad. Y es egresado de esta universidad. Y si no le agrado, y si ve que no tengo el coeficiente intelectual elevado, y si no...

— Austin cálmate. — Lo agarro de los hombros y comienzo a mecerlo. Nunca lo he visto fuera de sí, siempre esta con una actitud muy profesional, pero esto hace darnos cuenta que todos tenemos un lado vulnerable y sencillo. — Si iré contigo a la entrevista.

— ¡En serio! eres la mejor. Gracias, Jess.

— No hay de que Aus.

— Te dejo linda, iré a continuar con mi análisis sobre...

Lo interrumpo antes de que siga. — Si, lo sé. Ve tranquilo.

Ya de noche decido ir a mi casa, estos árboles en la oscuridad son muy tenebrosos. Al caminar escucho una rama crujir y no fueron de mis pies, giro rápidamente y no veo a nadie. —En definitiva estoy loca — Continúo mi recorrido y decido tomar un atajo para llegar más rápido. No sé, si algunos de ustedes han tenido la sensación de que alguien los está siguiendo, pero yo la estoy teniendo en estos momentos y es horrible. Al girar la cabeza veo un hombre alto con una capucha parado a poca distancia de donde me encuentro, me quedo paralizada y trato de diferenciar su rostro pero con la oscuridad no logro distinguirlo.

Pensando positivo decido, dejar fuera mi lado paranoico porque quizás esa persona se ira por este lugar. Para estar bien asegurada, doblo por una esquina y él hace lo mismo, giro a la derecha y él de igual forma lo hace. En definitiva, me está siguiendo. Acelero el paso y me doy cuenta que también lo hace. Mi corazón está bombeando a mil por horas estoy muy nerviosa, y no quiero saber lo que ese individuo desea. Comienzo a correr y esta persona lo hace, no sé cómo logró esquivar las ramas, nunca fui atlética pero cuando estas en peligro haces lo que sea para sobrevivir.

Mis pies se enredan con una rama y tropiezo al piso, lo sé muy de película. Visualizo al individuo a pocos metros de mí, y me coloco de pies ágilmente siguiendo con la travesía de esquivar las ramas y alejarme de ese sujeto. De un momento cuando giro la cabeza hacia donde él está, choco con algo o alguien no se bien. Todo comienza a verse borroso.

—Por fin te encontré. — Es lo último que escucho antes de quedarme dormida. Dios ayúdame.

XOXO

Mis queridillas/os aquí hay un nuevo capítulo. Si tienen propuestas para la historia soy toda vista. Los dejo y nos vemos pronto.

Entre Tú y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora