Reprimí un odioso «púdrete».

La familia ya se hallaba allí. Abrí los ojos como platos cuando noté que Kris era uno de ellos.

Mierda, mierda, mierda.

Mis padres los saludaron con esa asquerosa simpatía falsa y luego me presentaron.

-____________, él es nuestro hijo- dijo la señora mayor de la cual ya había olvidado el nombre.

-Ya nos conocemos- me aclaré la garganta. Kris sonrió.

Esto será tan malditamente incómodo.

-Oh, ¿es enserio? ¿En dónde se han conocido?

Contuve el aliento cuando Kris me guiñó un ojo, divertido.

-En la academia, mamá. Ella es alumna en la academia de tía Rose.

-Oh qué encanto, cariño. Entonces tendrán tiempo para platicar- dijo ella con una sonrisa cálida. 

Bueno… me caía bien. Supongo.

No parecía demasiado plástica ni estirada como el resto de las personas que conocían mis padres. Pero el supuesto padre de Kris daba miedo.

Diablos. Pálido, ojos color castaño, y una mirada penetrante.

***

La cena transcurrió con demasiada lentitud.

Y es porque cuando te aburres, los minutos son eternos.

En el receso que había entre el plato final y el postre, la madre de Kris casi lo obligó a que me sacara a bailar. El aceptó, con una sonrisita y parándose a mi lado, extendió su mano en propuesta.

¿Acaso hay algo más humillante que esto?

Observé a mi madre que me hacía una seña con la cabeza.

«Ve con él» gesticuló.

A regañadientes, tomé la mano del castaño y nos dirigimos hacia la desértica pista. 

Él llevaba un esmoquin negro y lucía realmente bien. 

El cabello hacia atrás, y se había instalado en su rostro una sonrisa de chico malo.

Esto es ridículo.

La melodía de una banda de jazz acompañaba el ambiente. Había dos o tres parejas bailando.

Probablemente todas mayores de cincuenta años. 

Kris posó una mano en mi cadera, y con la otra tomó la mía. Me acercó a él y comenzó a moverse junto a mí.

-Gracias por mentir- le dije mientras miraba por encima de su hombro a la mesa de nuestros padres que nos observaban como si fuéramos el mayor espectáculo que hubieran visto.

¿Mencioné que esto es incómodo?

-No hay problema- respondió él con su pecho cerca del tope de mi cabeza. Me llevaba pasaba por muchos centímetros. Y al parecer, lo notó al mismo tiempo que yo. –Ya estaba acostumbrándome a esos tacones de muerte que usas.

«Y la tenías que cagar, Kris…»

-No quise molestarte- dijo inmediatamente y deduje que fue por mi expresión de fastidio. 

-No lo haces- mentí.

Él sonrió y negó con la cabeza.

Luego de unos minutos de charla sin sentido, me atreví a preguntarle: -¿No harás la pregunta que todo mundo quiere saber en Anacks?- le pregunté con una sonrisita arrogante.

I Don't Careᴇ - EXO - [Luhan y Tu] - [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora