Ren Kouha

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Disculpen la tardanza. Tuve ciertos problemitas. 

Si tiene algún pedido no duden en hacerlo.

Ojala y les guste.

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Besarte era la mayor adicción que podía tener el más joven de los hermanos Ren. Siempre se encerraban en su habitación por largas horas con ese único objetivo. En un principio pensaste que era algo completamente normal, pues acababan de empezar su relación y el querer estar cerca el uno del otro no es nada del otro mundo, pero cuando el tiempo fue pasando, aquella extraña rutina que tenían no se detenía, de hecho, podías decir que empeoraba con el paso de los días. Ya no le importaba besarte en público. Podía hacerlo en cualquier lugar incluso frente a sus hermanos. Cosa que no es que te desagradaba del todo, pero no lo considerabas correcto.

A veces lo ves mordiéndose el labio en las reuniones. Como si estuviese aguantando las ganas de hacer allí dentro, dedicándote una que otra mirada provocando tu sonrojo. Era su manera de decir que deseaba tus labios más que a nada en este mundo. Por ello has decidido guardar un poco de distancia con él hasta que aprenda a controlarse.

─ ¡Me niego!

Era de las pocas veces que te alzaba la voz, pero no era de menos. Alejarse de ti, era la peor tortura que podía sufrir en esta vida. Sin previo aviso, arremetió contra sus labios. 

A pesar de parecer y comportarse como un niño la mayor parte del tiempo, el chico podía ser alguien bastante dominante. Lo dejarías seguir, si no fuese porque están en medio del pasillo y cualquiera puede verlos allí. A parte gracias a Kouha el tiempo que puedes aguantar la respiración ha ido mejorando día tras día.

Se aparto un momento para dejarte respirar y te miro desafiante mientras pegaba tu espalda a la pared.

─ No quiero sonar como un psicópata o un loco, pero si me engañas, decapitare al idiota que se le ocurrió la gran idea de fijarse en ti.

Kouha no solo es increíblemente extraño, sino que para el colmo también es celoso y cualquier tipo de acción que tengas hacia él, puede significar una ruptura o el hecho de que estas con otra persona a sus espaldas.

─ ¡No voy a engañarte, Kouha! Tranquilo.

─ Entonces... ¿A qué se debe tu repentina negación?

─ Solo pienso que debes controlarte un poco. Eso es todo.

Parecía un poco desconfiando. Aun no creía del todo en tus palabras, pero termino aceptando. Después de todo, eres su novia. Podía confiar en ti aunque realmente sintiera que no debe hacerlo. En todo el mundo sabe que eres la única persona que no lo traicionaría de una manera tan vil, pero suele temer a que un día te marches sin decirle nada. Eso lo pondría muy triste y podría llegar a cometer la peor de las estupideces a causa de ello.

─ Está bien. Tu ganas. ─ Te abrazo tiernamente con su cabeza en tu hombro mientras inhalaba tu aroma. Aquel aroma que tanto le gustaba y se negaba a dejar. ─ Pero antes... Tan solo una vez mas...

Te rompía el corazón verle suplicar de esa forma, así que lo dejaste hacerlo por última vez.

─ ¿Mejor? ─ Preguntaste mientras acariciabas su mejilla intentando calmarlo.

─ Si... ─ Estaba un poco desanimado, pero igual acepto tus términos. Aunque eso no significaba que no podía volver a hacerlo.

Besando tus manos, se marcho hacia la oficina de Kouen quien lo esperaba un tanto impaciente y molesto por hacerlo esperar tanto tiempo.

Como reina de uno de los países vecinos de Kou, a veces sueles venir para tratar los problemas que acechan en colaboración con Kou y algunos otros líderes. En una de tus visitas, conociste a Kouha quien defendió y apoyo una de las proposiciones que tuviste convenciendo a Kouen. Desde ese entonces le tienes mucho aprecio y al cabo de un tiempo, no fue sorpresa para nadie que terminaran saliendo.

Caminabas por los pasillos del palacio recordando las palabras amenazadoras que Kouha te había dicho anteriormente. De vez en cuando puede dar miedo por lo que tendrías cuidado de no hacerlo enojar.

─ Hola, (T/N). ─ Te saludo Koumei amablemente. Eso era algo que te gustaba de la familia de Kouha, todos son increíblemente amables y serviciales.

─ ¡Qué bueno que te encuentro! ¿Me ayudas a redactar el informe?

─ Seguro, pero deberías practicar mas. Eres una reina, ¿sabes?

Lo seguiste hasta la biblioteca. Era un lugar bastante tranquilo. El único que suele visitar ese lugar es Kouen cuando quiere investigar, quiere decir, casi siempre.

Después de un rato, Kouha salió junto a Kouen hacia la biblioteca a revisar algo. Se le notaba muy desganado, pero igual deseaba ayudar a su hermano en todo lo que se pudiera. Al abrir la puerta vio algo muy desagradable que hizo pedazos toda su paciencia.

─ Perdona. Fue sin querer. ─ Se disculpo Koumei al caer accidentalmente encima de ti por tropezarse con su propio kimono.

─ Tu... ─ Su magoi empezó a fluir por todo su cuerpo y de sus manos empezaron a salir trozos de cristales.

Al percatarse de su presencia, ambos intentaron explicarle la situación, pero este no escuchaba tan solo reacciono por lo que sus ojos habían visto.

Espíritu de la fuerza, reside en mi. Dame la el poder para eliminar a mis enemigos y proteger a los míos.

Realmente no podías creer que se equipara con su Djin.

Gracias a Kouen, quien lo sujeto, Koumei pudo irse sin pelear de la habitación. Cuando logro calmarse y deshizo su equipo Djin, te miro un tanto decepcionado y quitando el agarre de su hermano de forma brusca, se marcho dando un portazo.

─ Déjalo solo un rato. Seguro que lo entenderá. ─ Intento reconfortarte el emperador de Kou, pero lo único que sentías era una gran culpa a pesar de no haber hecho nada malo.

Después de eso, fuiste a tu habitación y dormiste hasta la noche.

Poco a poco abriste los ojos encontrándote con una figura familiar. Te sorprendiste tanto al punto de caer al piso. Sentado en un costado de la cama, se rascaba la nuca mirando hacia el suelo.

─ Perdón... Fue muy tonto de mi parte. Incluso ustedes hicieron el esfuerzo en explicarme y al final, solo actué por ira. En serio lo lamento...

Sentándote a su lado, entrelazaste tu mano con la suya llamando su atención.

─ Mientras que no mates a Koumei, no pasa nada.

Ambos se rieron y tomados de la mano, dirigiéndose a la cocina, bromeaban sobre el suceso.



Extra

Realmente siento lo sucedido, Kouha. ─ Se disculpo Koumei mientras cenaban.

─ Está bien. Pero quiero dejar algo muy en claro. ─ Hubo una pequeña pausa en la cual todos los presentes, miembros de la familia, prestaron atención. ─ Si alguno de ustedes, bastardos, intenta verme la cara de idiota, mas les vale correr. Porque si tengo que hacer un pacto con Lucifer para matarlos, lo haré.

La atmósfera se volvió tan sombría que nadie se atrevía a pronunciar una palabra durante todo el transcurso de la cena.



One Shots (Anime)Where stories live. Discover now