One Shots (Anime)

L (Ryuzaki)

Todos sabían lo raro que era L. Desde su extraña forma de sentarse, hasta la manera en que sujetaba los objetos con solo dos de sus dedos. El es lo que muchos llaman, un espécimen raro.

Un día, frente a su departamento, apareció una chica con una caja de galletas. Esta insistía mucho en que conocía mucho a Ryuzaki, que eran muy cercanos y que por favor, le dejaran verlo.

Al final... descubrieron que era su novia. Si, incluso el mejor detective del mundo cayó en las garras de cupido.

A menudo esta solía venir al apartamento de L, pero casi siempre, este estaba ocupado junto con todos, intentando resolver el caso de Kira, que había vuelto al mundo un infierno.

Su novia era un poco... ¿Como decirlo? Atrevida.

Para L que era un chico muy inocente y raro, ella era la mujer perfecta. Aunque esta perdía los estribos casi siempre cuando este no entendía sus indirectas. Para ella era un dolor de cabeza estar con alguien, y no saber que pasa por su cabeza.

─Oye L, ¿puedo dormir aquí esta noche? ─Pregunto la joven recostada de cabeza en el sofá.

─Yagami-san y Matsuda se quedaran esta noche, así que el único espacio en el que podrías dormir es mi habitación, y ya esta ocupada y reservada por mi. ─Respondió aun con los ojos en la pantalla del computador.

─Podría dormir contigo...

─No, gracias. Me gusta dormir solo.

Esas respuestas eran las que hacia que la chica se enfadara y no volviera a hablarle hasta dentro de tres o cuatro días.

Todos se quedaban mirándolo cada vez que hacia esto, ya que en definitiva, no era normal que un chico de su edad no supiera captar esas indirectas. Incluso Light intentaba explicarle de una manera no muy explicita, pero L es un tonto para aquello que no tiene que ver con la investigación.

─¿Por que estará tan enojada? ─Dijo L en voz alta delante de todo el grupo mientras comía un pastel.

Una vez mas los chicos intentaron explicarle, pero no funciono, y Light termino perdiendo la paciencia.

─¡Cuando (T/N) termine contigo, no quiero que te quejes!

«¿Por qué estará tan molesto él también?» «¿Acaso todos coincidieron hoy?» ─Pensaba el chico mientras su amigo lo regañaba.

Su teléfono celular sonó interrumpiendo su «conversación».

─Esto será rápido así que simplemente lo diré claramente. Terminamos.

Sin haberlo dejado hablar siquiera corto la llamada dejando al pobre L confundido y preocupado.

Aunque no solía expresarlo muy a menudo, él realmente la amaba y le importaba todo lo que le pasase a ella y a su alrededor.

─Iré a dar un paseo vuelvo en dos o tres horas. ─Dijo el joven antes de salir por la puerta dando un portazo.

Estaba enojado por que ella había roto con el sin explicarle la razón.

Estaba frente a la puerta de la casa de (T/N) tocando el timbre como un maniático.

─¡Ya escuché, maldita sea! ─Dijo abriendo la puerta de golpe sin sorprenderse por verlo, ya que en todo el mundo, no había otra persona que fuese capaz de tocar el timbre de esa manera.

Después de discutir ahí parados por media hora, decidieron entrar y sentarse en el sofá para hablar mas calmadamente.

─¿Entonces...? ─Dijo el chico cruzándose de brazos sentado junto a ella.

─Oye Ryu, ¿te gusto? ─Pregunto la chica con las mejillas rojas mientras lo miraba a los ojos y entrelazaba sus dedos.

─Claro. Por eso estoy contigo. ─Dijo secamente.

─No me refiero a eso... lo que quiero decir es... ¿tienes algún interés mas alla de lo amoroso en mi? ─Dijiste acercándote.

«Así que de eso se trataba». ─Pensó el chico.

El chico la beso y la tumbó en el sofá quedando debajo de el.

─Espera... Esto es tan repentino. ─Dijiste con las mejillas sonrojadas mirando hacia otro lado.

─Ustedes las mujeres... En definitiva no las entiendo. Primero se quejan y luego que les dan lo que quieren, se arrepienten.

Se puso de pie y fue a la cocina. Se sentó de nuevo a tu lado comiendo un pastel un poco molesto.

─Oye Ryu...

─¿Hhm? ─Dijo el chico con la boca llena de pastel.

─¿Quieres que hornee un pastel para ti? ─Dijiste abrazándolo.

─Eso estaría muy bien...

Era siempre el mismo circulo vicioso. Siempre lo sobornabas con dulces para quitar su enojo.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Me quedo muy corto, pero espero les haya gustado.

Si tienen alguna petición, díganmelo en los comentarios o en privado.

Nos leemos luego.