XXVIII. Snacks.

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La delgada y estilizada figura de Zayn Malik se acercó rápidamente hacia la pareja de jóvenes que compartían por primera vez fluidos en un costado de la entrada de la universidad. Niall inmediatamente saltó y se colocó junto a su amigo, quien con mucho esfuerzo se había separado de su amada por culpa de su hermano el cascarrabias.

— ¿Como te atreves a dar este tipo de espectáculos aquí? ¡Delante de todos! —el moreno, con barba espesa y ahora cabello largo gruñó hacia ella—. Y con este... mariquita.

Louis le observó, no le dolían absolutamente nada sus comentarios, ya que no era alguien importante para él. Pero temía que lastimara a su chica. Si, su chica.

—Mariquita tu, que dejas escapar de tus manos a una chica co-como Hillary, —le escupió Niall, quien si se había sentido ofendido. Louis es su hermano, y a pesar de poseer poca fuerza bruta, defendería a su amigo como sea.

Y en definitiva, ese comentario fue de lo más hiriente, y mucho más para un macho alfa como lo es el moreno presente.

Los ojos del mencionado se prendieron fuego—. Repite lo que dijiste.

Niall y Louis se miraron, y dijeron al unísono—: Lo que dijiste.

Reprimieron una carcajada y colocaron su más serio rostro posible. El moreno estaba que ardía, posiblemente saliera humo de sus orejas.

Se acercó como bala hacia ellos y Zoe quiso colocarse frente a él, pero Louis la empujó hacia atrás—. Vamos, golpéame. Hazlo y demuéstrale a tu chica que sigues siendo el mismo neanderthal tonto de siempre, —Louis observó como Hillary observaba la escena a pocos metros de distancia—. Estas a milímetros de perderla, y no me gusta mentir al respecto.

Zayn giró y observó el estado de la chica. Pudo echar un vistazo a la venda, que ahora era más pequeña, en su cabeza y algunos rasguños que aún se notaban.

Ella notó que la miraba y salió casi huyendo al instante. Zayn se desesperó y observó a su hermana—. Si no le cuentas a papá todo esto, lo haré yo. Y sabes que es así.

Enseguida, se dispuso a encontrar a la rubia que había salido despavorida hacia el edificio donde estudiaba, dejando a una Zoe nerviosa.

—Louis, vamos tarde. Le tendré que dar mi manzana al profesor, —lloriqueó Niall, buscando su fruta en el bolso.

—Haré lo que sea necesario, si tengo que ir a tu casa y hablar con tu padre, lo haré, no me importa si me hacen papilla él y tu hermano, —Louis le habló a Zoe, sujetando sus mejillas entre sus manos—. Me pones nervioso y no me desagrada en lo absoluto.

Esta vez fue él quien se atrevió a darle un pequeñísimo beso, y sintió que su corazón practicaba piruetas mientras se equilibraba en una cuerda floja.

—Llego tarde, nos vemos a las doce, —le guiñó un ojo, cosa que siempre quiso hacerle a una chica en toda su vida y se sintió un total seductor al ataque.

—Rayos, eso estuvo intenso, —exclamó Niall, negando con su cabeza—. Quiero ser tu.

— ¿Para poder besar a Zoe? —Louis lo observó.

— ¡No, por amor a Sherlock! Me explico, quiero tener tu valentía, —Niall aclaró su comentario, moviendo sus manos.

—Tan valiente y nuestro primer beso lo empezó ella, —Louis rodó sus ojos, pero con una sonrisa en sus labios y mejillas coloradas—. Guardaré mi valentía para presentarme en su casa.

—Santo Sherlock, esto es serio, —Niall exclamó—. ¿Como piensas que sea su papá?

—No se, es mecánico, así que debe tener estomago hinchado. Los mecánicos que aparecen en la televisión son así, ah, y con barba, muy importante la barba.

Niall se encogió de hombros y juntos caminaron hasta el salón, primera vez en sus vidas que llegaban tarde a algo.

—Horan, Tomlinson, ¿que horas son estas de llegar? —gruñó el profesor, saliendo de su escritorio.

—Estábamos eligiendo la manzana más bonita para usted, —Niall le sonrió y le tendió la fruta. El profesor lo miró con recelo y colocó la manzana en su escritorio. Niall observó a Louis—. Me la debes.




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Cynthia y Harry, luego de salir del primer periodo de clases, se sentaron a esperar que pasaran los veinte minutos para volver a entrar a clase, les tocaba anatomía y era una clase larga, así que estaban llenando sus estómagos con algunas cosas que habían traído los dos para este tipo de momentos.

—Sip, si lo está, —le dijo Harry, robándole una goma de osito—. A él verdaderamente le agradas, no digo enamorado porque es muy poco tiempo el que lleva conociéndote, pero no va a tardar mucho, lo presiento porque lo conozco demasiado bien.

—Yo pienso que exageras un poco, —dijo ella, pasando sus dedos por su cabello cobrizo brillante—. Él es demasiado lindo para mí.

—Él es demasiado lindo para cualquiera que habite en este planeta, —Harry exclamó—. Pero llegará el momento en el que se fije en un simple mortal, y esa eres tú.

— ¿Tu estás seguro? —ella volvió a preguntar—. Mira que si yo me le insinúo y no me presta atención, me harás la tarea por un mes entero.

—Quiere tomar clases de cocina para invitarte a casa e impresionarte, —dijo el ruloso—. Estoy muy confiado al respecto.

A la pelirroja se le trancó la respiración—. ¿¡Me va a invitar a su casa!? Ay por favor, esto me pone nerviosa.

Harry negó—. Todavía no creo que de ese paso, apenas y sabemos hacer pan con jamón sin que nos quede tan terrible.

—Nunca he tenido novio y no sé cómo sentirme al respecto, —ella mencionó—. Siempre fui la menuda de mi clase y nadie me prestaba mucha atención que digamos.

Harry la observó—. Por dios, si tú eras la fea, ¿cómo sería la bonita? Me iré a tu país ahora mismo.

—Tiene dos hijos y cuando me vine a Estados Unidos, estaba embarazada de nuevo, —se encogió de hombros.

—Rayos, no creo estar listo para un bebe, oh por dios, ¿me imaginas como papá? —Harry soltó una carcajada—. Apenas puedo bañar a perro sin ahogarlo.

— ¿Tienes un perro?

—Oh no, es nuestro gato.

La muchacha divagó—. Entonces tienes un gato que se llama perro.

Harry asintió.

— ¿Por qué siento que no me sorprende?

—Porque eres genial.

The Nerds Plan: Madness in Vegas.Kde žijí příběhy. Začni objevovat