The Nerds Plan: Madness in Vegas.

II. Geografía.

[continuación del capitulo anterior]

—Da igual.

—No lo sé.

—Pensé que era el único.

Todos observaron a Louis, el cual solo se encogió de hombros. —espero volver a verla.

Niall se acomodó mejor, y observó con detenimiento a Liam. —Pero, ¿Cómo era ella? Me pregunto, quiero decir que, ¿Cómo estaba vestida? ¿Su cabello olía bien?

—Tenía una camisa negra, y una extraña tela apretada desde su cintura hasta sus muslos. Si, era muy extraña pero no podía quitar mis ojos. Es una bruja. ¿Y si viene por mí? —Se lanzó a su cama, —soy muy joven para morir.

—Según tu descripción, es una falda lo que ella usaba. —habló Louis.

— ¿Las faldas no son hasta los pies? Estoy confundido.

—Las faldas hasta las los pies las usan Hippies; siempre quise conocer uno de esos, —exclamó Harry, —y he visto fotos de Marruecos, donde las mujeres usan prendas muy largas para taparse porque sus padres y familiares, y también las personas no importantes que viven allí piensan que el exhibicionismo es una falta de respeto a la persona en sí.

Liam abrió sus ojos, los cuales posiblemente se saldrían. — ¿Estás diciendo que ella es una exhibicionista?

—No lo sé Liam, depende del contexto. Quizás las chicas aquí en América usan ese tipo de prendas de vestir y para ellas es normal.

—Santo Sherlock, necesito ir al baño. —gritó Niall, saltando de donde se encontraba descansando para salir corriendo a una de las puertas color gris que estaban frente a ellos.

—Recuerden llamar a sanidad después de eso.

[++]

El típico sonido del despertador resonó por todo el lugar, lunes, seis y cincuenta de la mañana. Comienzo de su última semana dentro del internado. Harry, como siempre, fue el primero en levantarse, seguido de Niall, luego Louis y de ultimo, Liam.

—Nunca había estado tan feliz un día como hoy, —exclamó este último, estirando debidamente sus extremidades.

—Puedo decir lo mismo. Es totalmente increíble que, luego de estar aquí durante nueve años, once meses y ocho días, por fin seremos libres. Tengo muchos libros que empacar, —habló el morocho de ojos azules, ajustando su corbata gris.

—Extrañaré mucho a Anita, —la voz de Harry se escucho desde donde estaba sentado—. Le compraré un paquete de frutos secos. Le encantan.

— ¿Cuál chaleco? —salió Liam del baño, mostrando tres chalecos de distintos colores.

—Gris.

—Rojo.

—Negro.

El castaño observo las piezas de nuevo, estando más confundido que antes—. Como Harry es el mejor en gustos superficiales, elegiré el negro, —dijo, guardando de nuevo las prendas restantes y colocándose la que por fin pudo elegir—. ¿Me veo guapo?