The Nerds Plan: Madness in Vegas.

III. Sensaciones.

Usted no puede ingresar a la página web por motivos de seguridad...

— ¡Oh, vete al purgatorio! —Liam lanzó bruscamente el mouse del computador, sobresaltando a Harry, —no puedo ingresar a la información que necesitamos, en estos momentos estoy ahogándome en la frustración.

—Obviamente lo estaría también, la señorita curvilínea te dijo que esperaba algo grande...—Liam le dio un golpe en su hombro, —Ouch. ¿Recuerdas que no solo existe internet para buscar información? También está la biblioteca, en donde seguramente están Niall y Louis, buscando cosas importantes y ¡no como nosotros que perdemos el tiempo en tus sagradas páginas web!

—Harry, deberías de relajarte. Solo yo puedo estresarme ¿okay?

Harry negó con su cabeza y rodó sus ojos. Su amigo estaba demente.

—Acá llegó su salvador, —la voz del irlandés resonó por todo el salón de informatica. Louis le dio un golpe en su hombro, —y Louis viene conmigo.

—Lo que Niall quiere decir es, que en los estantes de la esquina derecha de la biblioteca encontramos un libro titulado: Las Vegas, infierno en la tierra. Es un nombre terrorífico, pero leí la introducción y creo que será de buena ayuda. Pero, mejor vamos arriba, al parecer no debemos leer esto.

— ¡Dios, que salvajes somos! —chilló Harry, y Liam agarró su mano para chocarla con la de él.

Harry lo observó confundido, —se llama chocar los cinco Harry, lo leí.

— ¡Me gusta!

—Bueno Harry, relájate. —Dijo Louis, —subamos, no debemos perder más tiempo.

Los cuatro chicos salieron de la sala llena de computadores, encaminándose hasta el ascensor, pasando a través de varios chicos que se encontraban por los lados del pasillo. La señorita Olivia se encontraba conversando con algunos profesores, los cuales la observaban como si fuese una barra de chocolate con almendras. Liam los observo y en silencio deseó ser alguno de ellos. Como si lo hubiera escuchado, ella giró un poco y lo saludo con su mano, junto con una pequeña sonrisa que a Liam le pareció encantadora.

Niall soltó una risita, —Las glándulas salivares de Liam se están estimulando más de lo normal.

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—Así que la capital de las segundas oportunidades ¿eh? —exclamó Louis, cerrando el libro que se encontraba en su regazo. Se encontraban en la cama de Liam, a excepción de Niall que estaba en el piso con una almohada bajo su abdomen.

Todos se quedaron reflexionando un poco sobre lo que anteriormente había leído su compañero Louis. Las Vegas, la ciudad prohibida para los cuatro chicos. Pero como dicen por ahí, todos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido. Y ellos, son de carne y hueso, una forma de decirlo. Son seres humanos, pecadores también. Un error que cometieron sus padres fue privarlos de una vida normal. Pensaban que con una educación tan superior como esta, iban a opacar los deseos carnales y tan diarios de una persona común.

—Chicos.

— ¿Qué pasa, Niall? —preguntó Harry, robándole un poco de sabana a Liam, que ahora estaba profundamente dormido, junto con Louis que estaba en la otra punta de la cama. Se engarruñó como una oruga y observó fijamente a su único compañero despierto.