« -¿Y por qué estás aqui?- le pregunté, curiosa.
-Por suspender tres asignaturas - respondió él, desinteresado.
-Qué vergüenza chaval - reí.
Él se giró para fulminarme con la mirada.
- ¿Y tú por qué coño estás aqui? - preguntó, mirándome a los ojos...
Estoy en la ducha cuando oigo el horrible tono de llamada que viene predeterminado en el móvil.
Lo ignoro y dejo que siga sonando. Si es importante, ya llamarán más veces.
Cuando salgo de la ducha, mi teléfono vuelve a sonar.
Me pongo un alvornoz y chasqueo la lengua antes de contestar.
- Qué. - digo de mala gana. Es la quinta vez que me llama este número desconocido.
- ¿Cómo que "qué"? ¿Dónde estás? Hace media hora que he aterrado.
Parpadeo ¿De qué coño está hablando?
- ¿Quién eres?
- Soy Minho joder, tu primo.
Es entonces cuando todo en mi cabeza cobra sentido.
- ¿Dónde estás? - inquiere.
- En camino. - miento antes de colgar.
Voy a mi habitación y me visto con lo primero que encuentro en el armario.
Cojo mi cartera y las llaves del coche y empiezo a dirigirme hacia el aeropuerto.
Se me había olvidado por completo que mi primo vendría a Seúl y se acoplaría en mi pequeña casa hasta que finalizase el curso.
El muy desgraciado quiere saber cómo se siente el mudarse a una ciudad lejos de casa, sin tus padres y sin nadie que conozcas. En resumen, el muy envidioso quiere vivir mi experiencia de hace tres años. Qué infantil.
Tardo unos veinte minutos en llegar al parking del aeropuerto. En cuanto estaciono, me dirijo hacia la entrada donde espero encontrarme con Minho.
Mientras vago la mirada por el lugar para intentar distinguirlo entre la multitud, recuerdo que no he visto desde hace casi cuatro años. Lo que significa que ni me acuerdo de su puto rostro.
Resoplo ante semejante situación. La verdad es que es realmente penoso.
Por un momento pienso en llamarlo, pero veo que algunas personas a mi alrededor llevan un cartelito con el nombre de la persona a quién seguramente estarán esperando. Como soy así de tacaño y no pienso gastar saldo por él, decido escribir su nombre en grande en mí teléfono e imito la postura de los demás, esperando que el miope de mi primo pueda leerlo.
Deze afbeelding leeft onze inhoudsrichtlijnen niet na. Verwijder de afbeelding of upload een andere om verder te gaan met publiceren.
- Pero bueno ¿Qué es esa impuntualidad? - oigo detrás de mí. Seguramente alguien también se ha retrasado como yo. - ¡¿Quieres hacer el favor de escucharme?!
- ¿Quieres dejar de gritar pedazo de mier...? - me detengo en cuanto me volteo y lo veo ahí, tan feliz con las gafas de sol. - Ah, hola. Estás igual que siempre. - me burlo a modo de saludo.
