Mío [Entrégate, Libro 2]

Capítulo 16

Ethan se encontraba acurrucado en una manta caliente sobre el sofá de su sala de estar frente a la grande pantalla de plasma.

A pesar de ser apenas Septiembre el clima en San Francisco era gélido. La gente podría creer que el clima en California era cálido todos los días del año. Probablemente lo era en algunas ciudades del estado, más no en San Francisco. Ethan había vivido toda su vida en esa ciudad y cualquiera podría asegurar que estaba acostumbrado a los cambios bruscos de temperatura. Pero no lo estaba. Podrían amanecer con la neblina más densa de la historia y a mitad del día estaba el sol en lo alto, pero no hacía realmente calor. Solo para que por la tarde, después de la puesta del sol, la neblina saliera de sus recónditos escondites a cubrir a la ciudad como una manta nocturna.

El primer juego de la temporada estaba a punto de dar inicio y los Giants, como equipo vencedor de la Super Bowl del año anterior, serían el equipo que diera apertura a la temporada.

Thomas había partido a New York el sábado por la noche, después de la fiesta que había dado en su mansión. Ethan se había sorprendido por la cantidad de jugadores que se habían presentado a ella. Algunos incluso habían llevado a sus esposas e hijos. El ochenta por ciento del equipo había estado reunido con Thomas en su mansión. Lo que significaba que a un ochenta por ciento de ellos no les importaba que su quarterback estuviese saliendo con otro hombre. Lo cual era una sorpresa.

Ethan sabía que la homosexualidad no estaba bien vista en el mundo del deporte. Los héroes deportivos la mayoría de las veces, sus mayores seguidores eran los niños, y los padres no verían como un "buen ejemplo" que su jugador favorito estuviera sosteniendo una relación con otro hombre. La liga era normalmente un conjunto de hombres ideológicos, así como el ambiente de macho y la masculinidad que promueven los medios de comunicación y el marketing en torno al deporte. El fútbol americano es, de lejos, el deporte más popular en EE.UU. y sus seguidores son muy diversos, con opiniones y puntos de vista variados. Especialmente en el fútbol americano, en el que la masculinidad es tan importante y se hace tanto hincapié en ser "un hombre, un verdadero hombre" Dentro de un vestuario, al igual que la calle misma, cada individuo mantiene su propia opinión sobre la homosexualidad que responde a convicciones políticas, religiosas, sociales o, a veces, un nivel alto de estupidez.

Pero sorpresivamente la NFL no había creado un gran alboroto de ello, la liga se había declarado como «Una zona libre de juicios» y los fans de Thomas tampoco habían creado un revuelo. La mayoría de ellos sabia discernir que lo que pasaba en la campo de juego y en el dormitorio, eran dos malditas cosas muy jodidamente diferentes.

A Ethan le había alegrado que el equipo de Thomas lo apoyara en esta nueva etapa. Y aunque Thomas lo negara constantemente, Ethan sabía que en el fondo, le importaba la aceptación de sus compañeros. Ellos habían sido parte de su vida durante casi cinco años. Los veía a diario durante ocho meses al año, se habían convertido en una familia para él, el equipo era una gran familia. Y lo habían demostrado apoyándolo de una manera sutil pero firme.

Todos y cada uno de ellos habían sido amables con Ethan, preguntando cosas acerca de su vida y su nuevo trabajo para la NFL, no solo estaban siendo educados o corteses, Ethan sabía bien cuando una persona solo hacía preguntas por compromiso. Había pasado la mayor parte de su vida en los eventos de caridad de sus padres para saber discernir cuando alguien mentía o mostraba interés ficticio. Sorprendentemente estos hombres y mujeres no lo hicieron. Y Ethan los aprecio por ello.

La tarde durante la fiesta, Thomas parecía un poco distraído. Pero Ethan había dado por hecho que era porqué se encontraba nervioso por el evento. Él había hecho un sinfín de fiestas antes en su mansión, Ethan lo sabía. Pero también sabía que Thomas jamás había dado una parecida antes. Sus hombros estabas más tensos que de costumbre y sus sonrisas podrían parecer reales para cualquiera, pero no para él, lo conocía mejor que eso. Podía ver que el comportamiento de Thomas era diferente. Podía verlo tan claro como el agua. Sin embargo nadie parecía haberlo notado. Y a Ethan le hubiese gustado tener un poco más de tiempo para hablar con Thomas acerca de ello. Decirle que todo iba a estar bien. Que no importaba el mundo mientras ambos estuviesen juntos.