Capítulo 23

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Thomas tenía entrenamiento en las instalaciones del equipo el día siguiente.

Sería sobre todo un día de ejercicios y de trabajar con los entrenadores de acondicionamiento. No habría formaciones, por desgracia.

Había un sentido renovado de fuego en su estómago que no había sentido desde que era un novato. El sol brillaba fuertemente contra el pasto verde, pero él agradeció por el buen clima que estaba haciendo. El campo estaba lleno de jugadores haciendo diferentes tipos de ejercicios según su línea.

Thomas se había dado cuenta de que Shannen y Ethan estaban al margen viendo los ejercicios detrás de las puertas corredizas de cristal, por lo que decidió hacer caso omiso de los dos mientras trabajaba con los entrenadores.

Hoy no habría distracciones, no cuando estaba centrado en el trabajo. Los desconectaría de su sistema hasta tiempo más tarde, cuando estuviera empapado en sudor y cada músculo de su cuerpo gritara de dolor por los ejercicios interminables y por los sprints que le harían pasar.

— ¡Terminaron! —les dijo el entrenador al equipo; cuatro horas más tarde—. A las duchas.

Gracias a Dios.

Él se quitó el casco y se acercó a las líneas laterales para tomar una bebida.

— Estás jadeando y resoplando como un perro viejo —dijo Shannen, apoyando la cadera contra la mesa de bebidas. Las suaves ondas de su nuevo cabello rojizo caían sobre sus hombros y brillaban bajo la luz del sol—. ¿Demasiado duro para ti estar ahí?

Él apuró su bebida en dos tragos, luego arrojó el vaso a la basura y le sonrió.

— No. Esto es sólo el principio del iceberg. —Él desvió la mirada hacia Ethan.

Thomas había sentido la presencia del hombre durante el entrenamiento, incluso antes de girar a mirarlo. Era extraño describir como lo sabía, o más bien como se sentía. Era un cambio en la presión del aire que lo hacía sentirse inmediatamente alerta. Como un tiburón oliendo la sangre en el océano.

— ¿Qué estás haciendo aquí? —Preguntó Thomas, reprendiendo el impulso de acercarse y besar a Ethan, pero debido a que el hombre estaba pulcramente vestido y él se encontraba en un estado lamentable de suciedad, pasto y sudor, decidió no acercarse.

— Observando. —respondió Ethan con una sonrisa.

— Me voy a las duchas.

— Luego te llevaremos a comer —dijo Shannen.

Thomas se encogió de hombros.

— Me parece muy bien.

~***~

Thomas se limpió la tierra y los trozos de césped en las duchas; cuando estaba limpio y reluciente camino por el vestuario sin prestar mucha atención a su alrededor. Algunos de sus compañeros estaban terminándose de vestir, cuando Dalton señalo los pies de Trey.

— ¡Hey hombre, esos calcetines son tan gay! —dijo Dalton.

En el último par de semanas, el hombre había hecho la misión de su vida el aprender chistes sobre homosexuales y asegurarse de que Thomas estuviese cerca cuando los hiciera.

Todos los ojos del vestuario se giraron a mirar los calcetines de Trey. Un par de calcetines azul y violeta.

— Mi abuela los tejió para mi cumpleaños —dijo Trey despreocupado.

— La próxima vez, dile qu-... —Dalton se detuvo, poniendo la mano en su boca en un gesto exagerado. — Vaya, —dijo— Olvide que ya no podemos hacer chistes gais en el vestuario. Porque algunas personas pueden ofenderse.

Mío [Entrégate, Libro 2]Where stories live. Discover now