Mío [Entrégate, Libro 2]

Capítulo 18

Ethan había hecho arreglos para que se encontraran a la noche siguiente alrededor de las siete. Le había dicho a Sebastián que se vistiera decentemente, porque iban a salir a cenar.

Sebastián no tenía ni idea de si iban a reunirse con algunas personas de PR o no, pero se puso un par de pantalones negros y una camisa con botones, pensando que debía estar listo para cualquier cosa.

Se encontró con Ethan en la entrada de un restaurante del centro. El hombre estaba vestido impecable, como siempre, pero esta vez su atuendo era un poco, más informal. Lo que hizo a Sebastián pensar en que esa iba a ser una noche larga.

Él le sonrió.

— Hola. Te ves bien. —dijo Sebastián.

— Gracias. Tú también.

Sebastián miro arriba, al nombre del restaurante y luego silbo.

— Elegante, ¿eh?

— Sí —fue la única respuesta de Ethan.

— ¿Nos encontraremos con alguien aquí?

— No. Sólo seremos nosotros dos.

Sebastián frunció el ceño.

— ¿Hay algo que deba saber?

— Estoy improvisando, ¿recuerdas?

— Está bien. Improvisa entonces.

Cuando entraron al restaurante, Sebastián estaba casi seguro que iba a estar a punto de ser cegado por parte de algunos gurúes de la publicidad o PR, o peor aún, los medios, se sorprendió cuando fueron llevados a una mesa tranquila en la esquina del restaurante. Cerca de las ventanas, el restaurante tenía una gran vista del puente Golden Gate y el agua debajo de él que reflejaba las luces de la ciudad.

— Un bonito lugar para turistas —dijo Ethan. — Lo elegí porque la comida es genial, igual que la lista de vinos. Te gusta el filete, supongo.

— Asumes bien.

Cuando el camarero les trajo la lista de vinos y la puso sobre la mesa, Ethan la recogió.

— ¿Te gustaría repasar la lista de vinos conmigo? Podríamos hacer una selección entre los dos.

Sebastián arqueó una ceja sobre la montura de sus lentes.

— No soy un hombre de vinos.

Ethan asintió.

— Te puedo enseñar. Los vinos son fascinantes.

Sebastián se encogió de hombros.

— ¿Qué pasa si no estoy interesado en absoluto?

— Probablemente sería útil que aprendieras por lo menos un poco sobre vinos. De esa forma, si invitas a un hombre al que le guste el vino, podrás hacerle sugerencias, o incluso pedir por él.

— ¿Esta es una cita?

Ethan lo miro desde el otro lado de la mesa, bajando la carta de vinos.

— No. No lo es, es solo un ejercicio necesario que necesito para descubrir quién es el verdadero Sebastián Campbell.

— Si esto no es una cita real, entonces, ¿Porque te esmeras tanto?

Ethan suspiro.

— Porqué si lo fuera, y yo fuera tu cita, es posible que estuviéramos seleccionando vinos de la lista.

— ¿Eso es lo que haces con Thomas en sus citas? Porque no te ofendas, pero suena terriblemente aburrido.

— No estamos hablando acerca de mis citas o mi relación, Sebastián. —Ethan golpeo con un dedo la carta de vinos—. Hablamos de lo que tú haces en tus citas.