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-Cuando usted quiera- Jack miraba al hombre en posición relajada, con una pierna sobre la otra y pegándole una calada al cigarro.

-Yo no la mate- dijo con voz temblorosa. Stanley Faithfull se llamaba, el padre de Starr, no había sido muy difícil desarmarle y que accediera a soltar el revólver.

<<Nos ha jodido que no la mataste, pedazo de cabrón>>pensó echando el agrio humo a la cara de Faithfull<<pero casi montas una carnicería en la Morgue>>.

-¿Dónde estaba la madrugada de hoy?

- En mi casa, durmiendo, cuando me levanté todo el servicio estaba escuchando la radio, habían encontrado una chica en Long Island. Después confirmaron que se trataba del cadáver de Sty ¡Oh Dios Sty!- el hombre empezó a llorar y se quitó las gruesas gafas para limpiarse las lágrimas.

-Señor Faithfull- Anaïs se encontraba a lado de Jack, se requería una profesional para los interrogatorios- aunque hemos confirmado que su hija no fue forzada. Hemos encontrado rastros de semen en su matriz. ¿Tiene idea de quién fue?

-Peters. El cabrón de Peters.

-¿Peters que más?-Jack copió el apellido en la libreta dejando un hueco para el nombre.

-Andrew Peters.

-Andrew- murmuró Jack mientras lo apuntaba-¿Por qué sospecha de Peters, señor Faithfull?

-Todo el mundo sabía que Sty y el estaban saliendo. Nadie cambia centavos por dólares- dijo como si fuera obvio- Ese tipo le llenó la cabeza de ideas, le dijo que iba a llegar muy lejos, todo Boston lo sabía.

-¿De que conocía al tal Peters?

- Tú también deberías conocerlo Jack- Anaïs le quitó un cigarro de la pitillera y se lo encendió con el mechero de Phoenix- Es el alcalde de Boston.

- Si, y su mujer es prima de la mía. Muchas veces venían a casa a cenar.

-¿Fue allí donde conoció a su hijastra?- Stanley asintió. << Su hijastra, primera noticia>> Pensó Jack mirando a Anaïs de reojo.

-Entonces su hija tenía una relación con el alcalde. ¿Algún otro sospechoso?

-Sty era guapísima, no pasaba desapercibida para nadie.

-Ya lo hemos visto en su diario- Jack sacó el cuaderno de tapa negra y lo abrió sobre la mesa- Igual que había un cheque de 25000 $ cuya tinta aparece difusa. Señor Faithfull tenemos sospechas de que su hija de dedicaba a la prostitución.

- No me extrañaría- para su sorpresa fue la acusación que mejor se tomó, otro padre lo hubiera sacudido cogiéndolo del cuello.- Empezó a llegar a casa con muy buenos vestidos y asistía a muchas fiestas. Ella sabía que mi dinero estaba a su entera disposición pero nunca cargó dinero de mi cuenta bancaria, y tampoco noté que faltara dinero en casa.

-Estas anotaciones solo versan sobre este último año. Sin embargo están muy bien escritas, un tono- Jack pasó las páginas grabadas a tinta entre sus dedos- casi poético. ¿Pudiera ser que Starr tuviera más diarios?

- Desde luego que los tenia- una luz se encendió en la cabeza de Jack, un buen hilo seria seguir su día a día- pero los quemé en el patio de mi casa.

-Cómo que los quemo- la luz se apagó todo lo rápido como se había encendido.

-Sí, cogí gasolina, esparcí los cuadernos y les prendí fuego con un cigarrillo ¿Por cierto me da uno?

Jack cogió uno y lo hizo girar con la punta de los dedos.

-Si se porta bien, quizás. ¿Por qué los quemó?

- El psiquiatra nos dijo que debíamos destruir aquello que la perturbaba.

-Curiosa terapia quemar libros al estilo de la Inquisición de New England.- Anaïs estaba mirando a aquel hombre extraño con un tono escéptico ¿Qué doctor le recomendó esa curiosa terapia?

-El doctor Carr, es psiquiatra.

-Eso ya nos lo ha dicho- Jack agitó el cigarro delante de sus ojos como la varita mágica de un mago- Al final no vas a tener galletita. Que enfermedad aquejaba a su hija para que visitara a un especialista en salud mental, conteste sin rodeos.

- Estaba enferma, tuvo un- meditó la palabra que iba a utilizar- romance con una antigua compañera de estudios.

-No sé si ha leído a Freud señor Faitfull- el escepticismo de la doctora Lynch aumentaba- pero por mucho que unos retrogradas como usted y los políticos conservadores no lo entiendan. La homosexualidad no es ninguna enfermedad.

<< Homosexual y prostituta, dos piezas que encajan con Ray>> a Jack cada vez todo el asunto le parecía más confuso.

-Oiga puedo pensar lo que quiera ¿Me puedo ir ya?

-Solo una pregunta señor Faithfull. Hemos encontrado serias lesiones en el hígado de su hija.

-Sty, sufrió una hepatitis de pequeña. Su afición por la bebida y la medicación no debieron de mejorarle la enfermedad.

-Tablas- dijo Jack mirándola suspicaz- Pues esto es todo, nos pasaremos por su casa y su bella ciudad llegado el momento- Jack se levantó estirando los músculos después del largo interrogatorio- y espero no encontrar más pruebas quemadas con gasolina.

Salió del cuarto de interrogatorios para buscar a Michael que estaba en la cafetería bebiéndose el batido de Georgi.

-Como te ha ido, estaba repasando el caso Ray.

-Dos nuevos sospechosos, y adivina que, uno de ellos es un médico.

-¿Y el otro?

-El alcalde de Boston- Michael casi se atraganta con el batido- Estaba liado con Starr y se la tiraba de vez en cuando. Y una cosa Starr mantuvo relaciones homoeróticas.

-Al igual que Ray-permaneció un momento pensativo- Esto es muy gordo, Andy Peters.

-¿Y esa familiaridad?- Michael cayó en la cuenta de que había llamado al alcalde con un apelativo familiar.

-Es amigo íntimo de mi padre.

-¿También se acostaba contigo?- Jack tenía en mente un tono jocoso pero le salió una pregunta de lo más seria.

-No- dijo con tono rotundo- Que te hace pensar eso.

-Yo que sé. Algo tendré que preguntar ¿no?

-Entonces que hacemos ahora ¿Nos vamos a Boston? O al Lilee Orchidee.

-Preferiría ir allí yo solo.

-¿Por qué? Yo no tengo nada que hacer.

Anaïs Lynch entró en la cafetería y pidió un café. Ella sería su llave maestra.

-Anaïs- la llamó alzando la mano para que pudiera verlo.

-Dime- se acercó con el café sentándose entre los dos- Que tipo más asqueroso. Me ha dicho que mientras zorras como nosotras sigamos defendiendo a las putas y lesbianas nunca se curaran.

- Este país está lleno de gilipollas- dijo Michael.

-El mundo está lleno de gilipollas- reiteró Jack- Escucha, no sé si sabes que Mickey ha llegado de Boston y no conoce la ciudad. Si no tienes nada que hacer...

-Quedamos esta noche, echo- lanzó la proposición directamente a Michael- Prepárate para conocer New York de noche. Me recoges en mi casa, no mejor, quedamos en el Brooklyn Inn a las nueve. Ponte guapo- Lo besó en la mejilla se bebió en café sin respirar y se fue sin decir nada más.

- Ya tienes cosas que hacer esta noche- le dijo Jack- vamos a cambiarnos, te dejare en el Inn de camino. Increible, tu posible primer polvo de New York ¿no es increible?


BrooklynWhere stories live. Discover now