— Yo tampoco. —le dijo con sinceridad, — Pero debes de parar con esto. No puedes protegerlo de todo, y al final quien decida si esto es un error o no es él, no tú. Pero puedes estar segura que no pienso lastimarlo, he cometido un montón de errores antes, pero Ethan es la mejor decisión que he hecho en mucho tiempo.

Amily lo miro fijamente tratando de medir la sinceridad en las palabras de Thomas, o tal vez la había sorprendido.

Ethan entro tímidamente a la oficina de su amiga. Obviamente, él podía sentir la tensión ente ellos porque miro de uno al otro.

— ¿Todo bien?

Thomas le dedico una sonrisa sincera.

— Claro. —se acercó a él y le beso un lado de la cabeza. — Pero tengo que irme, tengo que buscar un nuevo agente, ¿recuerdas?

Ethan le disparo a su amiga una mirada de advertencia y luego lo miro, asintió.

— De acuerdo. —dijo Ethan dándole una mirada inquisitiva a Amily, y ella agrego.

— Fue un gusto conocerte al fin, Thomas. Y siento lo de antes, espero que puedas entender...

Thomas le dio un movimiento de cabeza y alejo su brazo de alrededor del cuello de Ethan.

— Realmente no me molesta en lo absoluto.

Thomas se inclinó nuevamente y beso la mejilla de Ethan.

— ¿Te llamo esta noche? —Ethan asintió y Thomas salió de la oficina sin mirar siquiera la expresión en el rostro de Amily, y antes que pudiera cerrar la puerta completamente escucho la voz de Ethan decir;

¿Qué demonios le dijiste, Amily?

Thomas había salido de la oficina ese día, sin rumbo fijo a donde partir, el presentarse ante la mejor amiga de Ethan formalmente como él novio del hombre, no había ido realmente bien, y el mal humor se estaba filtrando por sus poros.

No es que le importase mucho si Amily lo aceptaba o no, pero él sabía lo importante que era Amy en la vida de Ethan. Ella pensaba que él no era lo suficientemente bueno para Ethan, que él y Ethan juntos estaban destinados al fracaso.

Y aunque probablemente había algo de verdad en las palabras de la mujer, y ellos realmente eran tan diferentes, el qué pensaran los demás le importaba una mierda, mientras los dos fuesen felices juntos, el resto del mundo podía irse al carajo.

Su relación con Amily había cambiado en sobremanera en el último mes. Habían hecho una especie de tregua civil. Una donde Ethan había participado cómo el catalizador principal. Le había dicho a Amily que debía pedirle disculpas a Thomas por ser grosera con él y la próxima vez podría tomar un poco de su maldito tiempo, para llegar a conocer a las personas antes de juzgarlas.

Ella había hecho un esfuerzo así qué Thomas también. Ella realmente no estaba tan mal, y en el último mes, había comenzado a creer en Thomas aunque fuese un poco. Incluso había admitido que le gustaba que Ethan tuviera a alguien para cuidar de él. Thomas siquiera se molestó en corregirla. No se molestó en decirle que en realidad era él quien era cuidado por Ethan. Thomas necesitaba a alguien para desafiarlo, una igualdad física, mental y emocional. Y Ethan se ajustaba perfectamente a eso. Y Amily sólo estaba empezando a gustarle.

— Opino lo mismo que Amy, —Thomas se sacudió los recuerdos del pasado— ve y trabaja con el jefe de Alicia, ¿Qué podría salir mal?

Ethan resoplo.

— Vamos Ethan, ambos sabemos que Amily no hubiese podido completar el trabajo con Alicia, ¿Cuánto falta para que nazca el bebé? ¿Dos meses? — Thomas pregunto cambiando sutilmente de tema.

Ethan resoplo nuevamente.

— Amily, es realmente terca, la mande a casa cuando cumplió los cinco meses de su embarazo y aún sigue yendo a trabajar.

— No puedes luchar contra ella, lo sabes. —Thomas apretó su agarre en Ethan. — Ella es una mujer, y ellas siempre ganan.

Ethan sonrió.

— Sí es verdad. —murmuro en acuerdo. Guardo silencio por unos minutos antes de volver a hablar. —Hoy no has ido temprano al entrenamiento. Creí que habías dicho que los jugadores de fútbol profesionales se presentaban en el trabajo a las seis y treinta, no como los vagos asesores de imagen que entran hasta las nueve.

Thomas rió tranquilamente recordando las palabras que le había dicho en broma a Ethan semanas antes de que su entrenamiento comenzara.

— Aiden, cambio la hora de ellos, quiere que durmamos más tiempo antes de que la temporada comience. Ahora los jugadores de fútbol somos tan vagos como los asesores de imagen.

Ethan se rió por el comentario del hombre. Estaba seguro que nunca podría acostumbrarse al ingenio rápido de Thomas. El hombre siempre sabía cuándo sacar comentarios listillos y hacerlo reír. No estaba seguro de haber conocido a alguien como el antes, y estaba aterrorizado con la idea de que quizá algún día todo se terminará. Pero por ahora iba a disfrutar de este maravilloso hombre y asegurarse que Thomas supiera la increíble persona que era.

— Nunca he conocido a nadie como tú. —La voz de Ethan era tranquila, pero segura.

Thomas se movió bajando la vista para ver al hombre que tenía acurrucado en su pecho, ojos verdes le devolvieron la mirada. Sonrió.

— ¿Qué? ¿No tienes guapos deportistas como clientes a los que el dueño del equipo los obliga a reformarse o los echaran en su siguiente temporada, viniendo a verte todos los días?

Ethan rió entre dientes divertido y negó con la cabeza, pero Thomas sabía lo que el hombre quería decir. Ellos eran muy diferentes, Él no era el tipo habitual de Ethan. Y realmente no quería que eso fuese un problema entre ellos.

Thomas se movió de su posición quitando sus brazos del cuerpo de Ethan, acomodándose hasta que sus narices casi se tocaron una contra la otra. Thomas se inclinó contra Ethan y su dedo trazo la forma de la ceja del hombre, bajando por su mejilla.

— Pero estamos bien, ¿verdad? — Thomas preguntó, de repente muy nervioso por lo que Ethan respondería.

Ellos ya tenían un mes juntos con una relación formal, Thomas no entendía de dónde venían todas las dudas e inseguridades respecto a su relación justo ahora. Pero también sabía que incluso relaciones de años se desmoronaban como migas de galletas.

Ethan asintió con la cabeza y estuvo de acuerdo con un susurro:

— Sí, estamos bien. —él tomo la mano de Thomas, besando suavemente los nudillos, sonriendo hermosamente. Ethan era el tipo de persona —sin mencionar la única— que Thomas había estado esperando toda su vida, le encantaba su rápido ingenio, su aguda inteligencia y la mezcla de dulzura y agresión que había en él.

Ethan estaba quedándose dormido cuando Thomas hablo nuevamente.

— ¿Ethan? —Él gimió levemente en respuesta— Nunca he conocido a nadie como tú tampoco. —Thomas admitió en voz baja.

Mío [Entrégate, Libro 2]Onde histórias criam vida. Descubra agora