Capítulo 9.

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Louis

Abrí mis ojos por la mañana, con una gran sonrisa en el rostro. Mi estado de ánimo ese día a las 6 de la mañana no era sólo porque era viernes; era porque era "ese viernes". El día en que iría con mi familia y Zayn a Londres. A empezar de nuevo.

Nueva casa, nuevo empleo, nuevos amigos, nuevos desafíos... No podía negar que estaba realmente nervioso, no sólo por mí, sino también por mi familia. Me preocupaba el hecho de que tal vez no se adapten, pero quería ser optimista y esperar lo mejor. 

En fin, hoy, último día como masajista y última noche en Regarder Et Prayer como bailarín. 

Me detuve un minuto frente al espejo y tuve algo de nostalgia. El centro estético y el club nocturno eran una gran parte de mi vida. En esos lugares conocí gente increíble y además gracias a esos lugares pude mantener a mi familia. ¿En serio sería mi último día? Wow...

Iba a extrañar a Max, mis compañeros de trabajo, mi vecina, el anciano que siempre me saludaba en la calle, la chica de pelo rosa que me sonreía de camino al trabajo... Esos pequeños detalles marcan una diferencia. Marcan una rutina, que de ahora en más no existiría.

Tendría una nueva, no tenía idea de como iba a ser, pero sucedería. 

Luego de haberme arreglado, haber preparado el desayuno para mi madre, mis hermanas y yo y habiéndome despedido de ellas, partí hacia mi trabajo de mañana.

Cuando llegué, la recepcionista del centro estético me dedicó una sonrisa. A ella también la extrañaría.

Entré a la habitación que me correspondía y esperé a mi primer cliente.

Luego de las horas correspondientes de mi primer trabajo, tuve una emotiva despedida con mis compañeros. Gente la cual nunca había tenido tiempo de conocer, me deseó buena suerte. Me conmoví mucho; y hasta solté algunas lágrimas.

Pero como ya había reflexionado, el cambio radical que estaba a unas horas de empezar iba a ser bueno, para mí y para mi familia. Al fin estaríamos bien y podría darles la vida que se merecían.

Suspiré y seguí caminando directo hacia el club nocturno, para vestirme y maquillarme. Hoy era una función especial, el cumpleaños de Max. Ese pensamiento hizo que apretara mi bolso contra mí, inconscientemente, ya que ahí contenía mi regalo. Mi mísero regalo.

Yo nunca pude darme el placer de comprar algo caro a alguien querido, desde hace años (desde que mi padre se fue, mejor dicho) no he comprado un regalo bonito y costoso. Eso me molestaba de sobremanera.

Pero hoy era la excepción. Yo había estado ahorrando para comprarle algo especial a Max, él me había ayudado cuando lo necesitaba. Las cosas que Max había hecho por mí al correr del tiempo, le dieron un lugar privilegiado en mi corta lista de "amigos" o "personas que me agradan".

Llegué a la entrada del lugar y contemplé el cartel luminoso "Regarder Et Prayer", el nombre del lugar estaba en francés. "Mira y ora" Nunca entenderé porque Max eligió ese nombre, pero sonaba bien. 

Louissssssss - Dijo Max, alargando mi nombre, cuando entré al lugar.

Max - Respondí con una sonrisa, pero antes de que pudiera agregar algo más, él me rodeó con sus brazos. Lo extrañaría mucho, joder. Max se había convertido en uno de mis mejores amigos.

Mierda Louis, voy a extrañarte mucho. - Dijo todavía en el abrazo, pero se separó y agregó. - Pero estoy muy feliz por ti, en serio. Te lo mereces.

Gracias, sabes que nada de esto podría ser posible sin ti. - Dijo sonriendóle mostrando todos los dientes. Él suspiró con una sonrisa. - Por cierto, feliz cumpleaños viejo.

No me digas viejo. - Fingió molestarse - Gracias Louis.

Toma, para ti. - Le extendí una pequeña caja negra con cinta plateada.

Oye Louis, no debiste... - Dijo mientras la abría.

Me mordí el labio esperando su reacción. Ese regalo, podía encantarle o deprimirlo, pero creo que sería lo primero.

Es... la... Torre Eiffel - Dijo poniendo el pequeño objeto en la palma de su mano.

¿Por qué le regalé una cadena con el dije de la torre Eiffel? Simple, por Nina. La prometida de Max. Nina murió hace un par de años en un accidente aéreo, y Max me contó que se conocieron en la torre Eiffel. A ella nunca la conocí, pero la describían como una chica hermosa, simpática y cariñosa. Un amigo me contó que Max estaba perdidamente enamorado de Nina, la amaba con locura y aseguraba que era su alma gemela. Él trató de suicidarse muchas veces cuando Nina murió. Por suerte, salió adelante, tardó años pero lo hizo.

Me quedé observando la reacción de mi amigo, algo preocupado por su ahora rostro inexpresivo. Pero me tranquilicé cuando una sonrisa y ojos brillantes aparecieron.

Es uno de los mejores regalos que me han dado Louis... En verdad te extrañaré Lou.

Simplemente lo abracé, y sentí parte de su dolor.

Me parecía fascinante como cada persona tenía su propia historia y sentimientos, y el resto las ignorábamos. Como cada persona ve un mundo totalmente distinto a la que tiene a su lado. 

Pero en fin, decidí dejar de filosofar y quise encaminarme hacia los camerinos para prepararme.

¿Adónde vas? - Preguntó Max.

A cambiarme. - Le respondí confundido.

Claro que no Louis, hoy estarás aquí como un espectador.

¿Yo? ¿Un espectador? 

¿Podrás Rehabilitarme? | Larry StylinsonWhere stories live. Discover now