cuarenta

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Lacaja tenía dentro una pulsera de género que decía "Gran Pelea Irons vs..." no sé que mierda, la letra era grotesca y me decía lo violenta que serían las peleas.

—Entonces dime, Cielo, te llevo o te vas con Sean. —Se veía tan precioso que por primera vez no me avergonzaba de tener contacto visual con él, u orgasmos visuales.

—Podías llamarme, de igual manera me iba a ir contigo, ni Sky ni Gale están.

—¿o sea que soy tu plan b?

—Algo así.

Reímos y le di un vaso de agua que él mismo me pidió.

—Vine porque sentí que, si no te avisaba, no ibas a ir. —se rasco la nuca de forma nerviosa.

—Te lo prometí, trato de no romper mis promesas. —me encogí de hombros.

Iba a hablar, pero me entro la duda de cómo llegó aquí, que yo supiera jamás le dije ni siquiera el lugar donde se encontraba esta casa.

—¿Cómo llegaste? —me paré frente a él, que estaba sentado en el sofá.

—Digamos que con Sean hicimos un trueque, tú por una entrada.

—Pensé que valía más que una maldita entrada. —fruncí en ceño.

Me miro de pies a cabeza y yo le imité, yo vestía un corto vestido con unos tacos, todavía se me hacía raro vestirme como toda una dama de la realeza, pero tampoco me quejaba, al fin y al cabo, todo queremos esto en nuestras vidas.

—Créeme, vales muchísimo más. —tenía llamas en sus ojos.

Tosí falsamente y caminé hacia otro extremo.

—Me voy contigo, yo creo que Sean saldrá más tarde. —me encogí de hombros.

Fui a buscar una chaqueta que estaba cerca de la silla y tomé mi teléfono con mi billetera.

Iba llegando a la entrada, pero me di cuenta de algo, Justin no me seguía, aún estaba parado en medio de la sala con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

—¿Qué te pasa? Muévete si no quieres llegar atrasado a tu pelea.

—Tú así no vas, olvídalo. —negaba con la cabeza como si de un niño pequeño de tratar.

—Justin no peleare contigo ahora, menos por esa razón, que me parece una estupidez. —rodé los ojos.

—¡Estará lleno de hombre que te miraran! —alzó la voz enojado.

—¿Y qué? Tú estabas igual hace unos segundos. —me encogí de hombros.

—¡Pero es diferente porque yo soy tu ex!

Lo miré como si tuviera tres cabezas, pero por dentro estaba demasiado emocionada para ser verdad.

—Eres chistoso Justin, vamos mis piernas lucen preciosas hoy y quieres espectadores.

Salí de la casa sin esperarlo, se quedó adentro conservando su orgullo por al menos unos cinco minutos luego salió enojado cerrando la puerta con un portazo gigante.

Yo por mi parte, no podía parar de reír por lo inmaduro que era, al fin y al cabo, estaba muy detrás de él para siquiera fijarme por alguien más.

Tengo que parar con mis pensamientos sobre mi lastimosa vida amorosa.

Dentro de mi billetera iba mi entrada.

—¿No entraré contigo? —pregunté confundida.

—No, entraras sola y yo estaré del otro lado esperándote. —no me dirigía ni la mirada, él enserio se había molestado.

—Mírame al hablarme. —dije a punto de soltar una carcajada.

—No me apetece.

—¡Hey! Tan fea no soy y lo sabes. —le guiñe el ojo, sabía que me podía ver por el rabillo del ojo.

No me respondió y yo seguí feliz por cualquier puta razón que no me importaba, pero estaba feliz, después de contar mi secreto me sentía liberada y con un peso menos, paz y tranquilidad era lo que sentía.

Llegamos al edificio, esta vez tenía unos pequeños reflectores rojos, que era de decoración, pero igualmente eran bajos para no llamar la atención de los policías, las peleas ilegales eran un tema en estos lugares.

—Sube las escaleras y me esperas en recepción, no te muevas de ahí. —seguía sin mirarme.

¿Quieres jugar a los celos? Veamos quien gana.

Hoy me sentía particularmente segura y feliz, tranquila y feliz nuevamente, quería ser yo la que tomara el control de esto, siempre soy yo la que esta celosa o la de las inseguridades, ¡basta!

Baje del auto malditamente incomoda por los tacos, sentía que me caería, cuando le agarré el ritmo comencé a caminar con más ritmo en mis caderas, supe que Justin lo noto, porque hizo rechinar los frenos al irse.

Eran al menos unos metros al llegar a recepción, había demasiada gente y eran todos de mi edad, supuse que los de edad más avanzada estaban dentro, vi caras conocidas de la universidad, me puse a la cola y estaba sola, eso me hizo sentir incomoda, pero no baje la guardia.

—¿Es la fila? —me tocaron el hombro.

Al darme vuelta me di cuenta de que era el amigo de Ethan, con quien compartía un departamento.

—¡Emma!, no me había dado cuenta de que eras tú, como haz estado, hace tiempo no te veo en el apartamento. —me besó la mejilla.

—Hola Kyle, sí, es porque estaba terminando los finales y certámenes que debía hace un tiempo atrás.

Kyle era una bomba de sensualidad, era igual que Ethan, pero Kyle tenía esa sonrisa sexy, no como Ethan que causaba ternura, eran como Zayn Malik y Niall Horan, obvio que Kyle era Zayn.

Seguimos conversando mientras la fila avanzaba, al llegar dentro se sentía el ruido mucho más fuerte.

Nos quedamos en recepción un momento conversando, Justin todavía no aparecía así que seguí conversando.

—...Entonces por eso te beso, ese día como había terminado con su ex, él solo estaba despechado, además fue ahí mismo, encontró a la chica así con él tío ese.

Me tomo de la cintura acercándome a él para demostrarme la escena, estábamos cerca, pero la mano de mi muñeca me alejo rápidamente.

—¿Qué crees que haces? —Justin miraba con furia a Kyle.

—Mostrándole algo. —dijo con voz obvia Kyle.

—Esas cosas se las muestro yo, pero tú no. —toco con el dedo índice el pecho de Kyle, fuerte.

—¿Le muestras como es qué mi amigo la besó? —soltó una carcajada— Nos vemos Emm. —besó mi mejilla y se fue.

—¿Con quién mierda te besaste Clayton? —y volvió Justin gruñón.

—¿Qué ya no me llamas más Cielo? —si fuera una caricatura probablemente lanzaría humo de lo enojado.

—Te pregunte algo.

—¿Por qué me reclamas como tuya si no lo soy? —la he jodido.

Sabía que había profundizado mucho el tema.

—Lo eres desde que me besaste en ese club nocturno. —me apegó a él de forma casi sobreprotectora.

Reí como una boba, pareciera que estuviera borracha.

—Quizá, pero no mucho la verdad.

Me solté de su agarré y caminé hacía el ascensor.

—Vamos, o llegarás atrasado.

n/a: lamento tanto la tardanza, pero no saben cuanto odio el colegio!, tengo minimo tres examenes cada semana, no he tenido ni siquiera una semana libre, desde marzo!

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LET'S RISK IT?➳ j.bWhere stories live. Discover now