treinta y seis

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Tome las llaves de mi moto y salí de casa, eran más de las diez de la noche y era jueves, mañana tenía clase, pero se me estaba haciendo costumbre salir en días de semana por unas latas de cervezas, o vasos de distintos tragos fuertes, me sentía como una chica, en especial Tove Lo en su canción donde decía que debía estar drogada para sacarlo de su mente.

—Que idiota soy. —maldije para mí mismo.

Fui al mismo bar de siempre, era conocido porque su población era mayoritariamente universitaria, al entrar reconocí variar caras, salude a algunas y me fui a la barra con algunos chicos de mi clase.

— ¡Hey Iron! —Saludo Kyle, un chico de la Uni.

Odiaba que me llamaran por ese nombre, pelear no es algo que ame ni lo que me sienta orgulloso, o simplemente a gusto.

—Dime Justin, idiota. —le di una mirada fulminante.

— ¿Cuándo peleas? —dijo cambiando tema y acercándome una jarra de cerveza gigante.

—Mañana por la noche, ¿iras? —pregunté bebiendo de mi jarra de cerveza.

Kyle era algo así con quien comparto si me lo encuentro en algún lugar, compartimos algunas clases, nos llevamos bien, ya que nos ha tocado muchas veces exponer juntos.

—Claro, jamás me las pierdo. —respondió con una sonrisa.

Miré la pista que había en medio del gran bar, y había una chica rubia que no despegaba sus ojos de mí, estaba ya un poco ebrio —llevaba más de cinco latas de cerveza conversando con un grupo de tíos—, me acerqué a ella y al cabo de quince minutos bailando, nos dirigimos al baño cumpliendo su propósito.

Estaba guardando en mi casillero algunos libros y sacando otros, repetí la acción con los cuadernos, tiré el único lápiz que tenía en mi bolsillo del pantalón,  me apoyé con la frente en el casillero pensando en los miles de proyectos, exámenes y actividades que tenía para la próxima semana en la universidad, aparte de los miles de entrenamientos que tenía por las tardes, no me quedaría tiempo para estudiar, Gale puede ayudarme por las noches y tendré que aplicar la técnica de café con coca cola o también tendría que...

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí que alguien pellizco mi trasero, sonreí con el ceño fruncido porque sabía perfectamente quien era la que me agarrada el culo siempre y además ese ácido perfume era inconfundible.

— ¿En qué piensas, príncipe? —traía una falda cortísima, perfectamente planchada y con una blusa que dejaba al descubierto su obligo perforado.

—En toda la mierda que debo hacer en la semana, necesito un descanso. —la tomé de la cintura y la besé.

Nuestras bocas se acoplaban de una forma sensual, pero sus besos no eran como... bajé mi manos hacía una de sus piernas sacando cualquier pensamiento que me hiciera distraerme del candente momento que me daba Roxanne.

—Ven a casa por la noche, estaré sola. —cruzo sus brazos alrededor de mi cuello, mis manos seguían a la altura de su culo.

—Tentadora, eso es lo que eres —reí—, estaré ahí a eso de la diez, debo entrenar.

Ella asintió, dejo un suave y mojado beso antes de largarse por el largo pasillo en busca de alguna de sus clases.

Me tocaba geografía, hora en la cual dormí y solo desperté por el codazo que me envió Gale.

—Tus ronquidos me desconcentran, ¿podrías callarte? —su voz era firme y cortante.

—Gale yo...—me interrumpió

LET'S RISK IT?➳ j.bWhere stories live. Discover now