trece

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El camino a casa fue silencioso, ninguno de los dos quiso entablar una conversación, su mirada iba fija en el camino, y yo iba buscando algo por la ventana que me interesara, aun no lo encontraba.

Estábamos llegando y me comencé a enojar, ¿Por qué hizo que me viniera con él, si estaría todo el camino en silencio?, mejor me hubiera ido con mis amigos, me crucé los brazos frente a mí.

Estacionó una cuadra antes, yo intenté bajarme sin siquiera despedirme o darle las gracias, pero le puso seguro a todas las puertas, dejándome sin salida.

—Abre la puerta. —dije sin mirarlo.

—Mírame —no lo hice— Clayton, mírame. —dijo perdiendo la paciencia.

— ¿Por qué me hiciste que viniera contigo si estuviste todo el maldito camino en silencio?, mejor ni siquiera me hubiera venido junto a ti. —eleve el tono de voz.

— ¿Y por qué  lo hiciste  entonces, maldición? —me gritó, dándole un golpe al manubrio.

Me sobresalte ante el golpe y mire al frente, sin contestarle, se oía nuestras respiraciones aceleradas.

—Porque quise, y sé que no hubieras aceptado un "no" como respuesta. —respondí sin mirarlo.

Sentí como se relajaba.

—Eres tan malditamente difícil de descifrar, me atrapas, me tienes ahí tratando de averiguar sobre ti y solo sé tu nombre, maldición. —se pasó las manos por el rostro notablemente frustrado.

—Si tan solo no fueras bipolar, me tienes igual, jamás se cómo estas, me tratas bien y al momento mal, no te entiendo, ¿Qué quieres decir con todas tus idioteces? —cerré los ojos, tratando de relajarme.

— ¿Por qué lloraste ese día en el que nos besamos? —por primera vez en la discusión tuvimos contacto visual.

—No te lo puedo decir aun. —baje mi mirada, las lágrimas se avecinaban.

El rumbo que había tornado la conversación, me tenía de los nervios, estiré mi brazo sobre él y saqué el seguro, salí en segundo del auto, sentí una puerta cerrarse, supuse que él también había salido.

Comencé a caminar rápido por la acera, tratando de escapar de las preguntas.

— ¡Fue porque ese tal Sean es tu novio y le has puesto los cuernos!, te sientes culpable —me gritó— ¡Eres una zorra!

Me di la vuelta para mirarlo.

— ¡Fue porque abusaron de mí y estoy malditamente traumada con cualquier toque que ejerzan en mí, pedazo de mierda! —mis ojos amenazaban con llorar.

Justin se quedó estático es su lugar, tenía culpa en su mirada.

— ¡Además que mierda te importa tanto si tengo novio o no! Tú también tienes una novia, le has puesto los cuernos miles de veces y yo soy la zorra, eres un sin vergüenza. —lo apunte con el dedo

Mis lágrimas ya caían por mis mejillas, tenía tanta rabia dentro de mí, siento que corre detrás mío por lo que yo también lo hago, estaba cerca de llegar a la facultad, pero es inútil, en segundo me tiene de la cintura

—Suéltame, por favor. —sollozó.

Me da vuelta y me abraza, trato de alejarlo y golpeo su pecho repetidas veces hasta que me suelta.

—Justin, no puedes venir y abrazarme luego de que la has cagado, estoy aburrida de ti y tus mierdas. —odiaba llorar, me sentía débil frente a él. —Ojala no te hubieras atravesado en mi camino jamás—grité.

LET'S RISK IT?➳ j.bWhere stories live. Discover now