treinta y ocho

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Mi vista fue al reloj de la pared, eran las siete de la tarde. Me despedí de Gale y caminé hacia la puerta, donde aún se encontraba él.

Tomé el pomo, pero me tomo él brazo impidiéndome salir.

—No. —su voz, joder, como la extrañaba.

—Déjame pasar, Bieber. —mi voz había sonado más dura de lo que esperaba.

—Váyanse, ambos. —dijo refiriéndose a Sky y Gale, sin soltarme el brazo.

—No, la que se va soy yo. —dije abriendo la puerta.

Echó su peso hacia atrás cerrando la puerta con un estruendoso sonido que hizo sobresaltarnos a todos.

—No nos iremos Justin, Emma se irá. —Sky sonaba enojada.

—Mi amor, dejémoslos conversar. —odie a Gale por segundos.

Les daba la espalda, solo supe que ya no estaban cuando sentí como cerraban la puerta de una habitación.

Me solté de su agarre, y camine hasta estar a una distancia moderada —lejos— de él.

—Dime, ¿qué cosa quieres conversar conmigo? —me afirme sobre una pared, sonando bastante relajada, cosa que me impresionaba.

— ¿Cuándo llegaste? —no se movía, solo me miraba.

Me extrañó, eso decía su mirada.

—Ayer, ¡pero si nos vimos!, con tu novia. —sonreí con sarcasmo.

—No es mí...

—Epa, yo menos, no necesito explicaciones. —golpetee su hombro.

—No sabes cuánto quise saber de ti en todo...

Se acercaba a mí como si nada hubiera ocurrido, eso me molestaba, no estoy preparada para él, caería enseguida.

—Para. —no lo hizo— ¡Para, joder!

Se detuvo un metro de distancia, sentía su respiración agitada, y la tensión en sus músculos era notoria.

—Jamás debí decirte eso, la última vez que nos vimos, nuestro último reencuentro, me arrepiento de muy pocas cosas en la vida, pero esa noche es una de ellas. —dije despeinando mi cabello, ocultando mi voz rota.

—No, no sigas. —dijo poniendo una mano en alto.

—Seguiré, me arrepiento de haber ido esa noche contigo al club, esa noche donde te fui a ver a esas estúpidas peleas, esa noche que me hiciste esta mierda que siempre me recordara a ti —apunte mi tatuaje—, de haber dormido contigo esa noche en mi habitación, de las miles de veces que te besé y de las millones que te pensé. —estaba gritando.

— ¡Cállate, mierda!, lo haces solo para sentirte superior a mí, para hacerme sufrir, eso es lo que quieres, pero no tienes puta idea de que sufrí los mismo que tú. —gritaba.

Los chicos escuchaban todo, sentí pena por ellos.

—Solo deja que me vaya. —dije cansada.

—Aun no te doy mi decisión, Cielo. —dijo negando, su voz era triste y lastimosa.

Cielo, quise llorar al escucharlo llamarme de esa manera.

—Debí saber que tu decisión, aunque dentro de mí siempre lo supe, tú no cambiarías tu vida de mierda, por alguien como yo. —negué repetidas veces.

— ¡Entonces si sabías mi respuesta por qué te importa tanto!

— ¡Ella lo arruino todo!, mi imagen en la puta universidad, investigo mi pasado, es una zorra entrometida, no me molesta el hecho de que estés con alguien más—que mentirosa era. —Me molesta la persona con la que estas, se empeñó en arruinarnos, en hacerme sentir una mierda, en siempre joderme, esperé un poco de empatía de tu parte, es como si me hubiera colado por tu enemigo.

LET'S RISK IT?➳ j.bWhere stories live. Discover now